Capítulo 76

600 66 116
                                    

Presente

Una semana después enterramos a Percy. Al día siguiente a Emmaline. Luego a mamá. También enterramos al profesor Lupin y a Tonks. Al pequeño Colin Creevey. Fui a los cincuenta funerales restantes, al igual que Potter. Fue una de las peores semanas de todas nuestras vidas. Nadie durmió bien en La Madriguera durante ella, y se podía notar porque incluso de madrugada, la casa tenía actividad constante. Potter dormía tan poco como yo, supongo que por la culpa de que había habido gente que había muerto por él.

Durante esa semana también conocimos al pequeño Teddy Lupin. Tenía tan solo unas semanas de vida, pero cambiaba su pelo con perfecto control cuando estaba calmado, igualandolo a quien le cogiera. Si eramos May, Fleur o yo se volvía rubio, castaño para Andrómeda, negro azabache para Potter y pelirrojo para todos los Weasley. Cuando nadie le sujetaba le gustaba llevarlo de un azul turquesa muy divertido para un bebé y, a veces, lo llevaba rosa, como lo había llevado su madre. Siempre que lo hacía había alguien que lloraba al verlo.

Hermione se fue a Australia para buscar a sus padres y Ronald se fue con ella, desde que había acabado la guerra no se separaban y al final acabaron durmiendo en el ático con Potter —a la señora Weasley no le hacía ninguna gracia, pero sabía que no tenía nada que hacer— y Charlie bajó a la habitación de los gemelos. No duró mucho ya que volvió a Rumanía después del entierro de Percy y nadie dijo nada. Todos suponíamos que era su forma de lidiar con el dolor. Bill y Fleur también volvieron a su casa después del entierro de Percy y quedó otra habitación vacía más en La Madriguera.

Yo había dejado de dormir más de dos horas seguidas por las noches, despertándome gritando y asustando a Ginny y May, con las que dormía. Siempre salía por la ventana para no despertar a nadie, aunque cuando la señora Weasley descubrió que saltaba por la ventana —supongo que había olvidado que sabía volar— amenazó con ponerle barrotes si volvía a hacerlo así que empecé a salir por la puerta, como una persona normal. Como pasaba tanto tiempo despierta por las noches sabía como dormían todos, aunque se molestasen en ocultarlo. Me tumbaba en el sofá, mirando al techo y oía como la señora Weasley lloraba y el señor Weasley trataba de calmarla. Como May salía de la habitación de madrugada y se iba al baño a llorar. George no tardaba en aparecer y meterse en el baño con ella, donde la calmaba y luego ambos se iban a la habitación de Fred y George y era cuando salía Fred. Fred paseaba por la casa, de arriba a abajo y al final siempre acababa conmigo en el sofá, los dos tumbados juntos. Él solía quedarse dormido y yo lo hacía de vez en cuando, pero siempre nos despertabamos cuando Ginny se levantaba. Solía hacerlo después de que Fred dejara de dar vueltas, bajaba hasta la cocina y se sentaba allí durante una hora, tapada con una manta, mirando al vaso de leche fría que cogía todas las noches. Luego se lo tomaba y arrastraba los pies hasta su habitación, donde se volvía a quedar dormida. Potter no se movía mucho, aunque podíamos oírle perfectamente en el quinto piso, dando vueltas cuando se despertaba, supongo que buscando a Hermione y Ronald, que volvieron un mes después con los padres de esta. Ese, al menos, fue un buen día.

Al día siguiente la aguja de Percy cayó del reloj de los Weasley y la felicidad del día anterior se vió opacada. La señora Weasley se encerró en la cocina y entre todos conseguimos que saliera de allí y descansase. Potter fue quien se ocupó de cocinar y, a pesar de que era un mal día, se oyeron risas en la cocina. Ginny andaba también por allí, con él e intentaba ayudarle, pero era tan mala cocinando como lo eramos Hermione y yo. Bill y Fleur vinieron esa noche a cenar, igual que lo hizo Charlie desde Rumanía y eso animó bastante a la señora Weasley. Hasta que se dió cuenta de que traía un bebé dragón y Charlie le dijo que era su primer nieto. Fue bastante divertido de ver y también hubo algunas risas, aunque también llanto. Y quemaduras, porque por lo visto al pequeño dragón no le hacía mucha gracia que le intentaran acariciar tanto y May se ganó una gran quemadura en el brazo. La noche no fue buena, de hecho fue la peor desde el funeral de Percy. Nadie durmió en toda la noche, nadie dijo nada ante los cambios de habitaciones. Porque incluso Potter bajó del quinto piso para ir con Ginny.

Primavera [Fred & George Weasley] [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora