Capítulo 19

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Pasado

—Ambur, ¿has cogido nuestras escobas? —grita April para llamar la atención de Ambur, quien asustado se aparece delante de nosotras.

—Sí, señorita, las he puesto al lado de sus baúles, señoritas —dice el elfo y por un momento temo que empiece a pegarse.

—¡Te he dicho que tienes que avisarnos! —se queja April y sale de nuestra habitación casi corriendo.

—¡No corra, señorita April, podría caerse! —chilla Ambur y sale corriendo detrás de mi hermana.

A los pocos segundos oigo el ruido y entonces la que sale corriendo soy yo, para encontrar a April al final de las escaleras, mirando al techo y tocándose el codo. Nos vamos a Hogwarts en apenas unas horas.

—¿Tenías que caerte ahora? —le digo desde la parte de arriba de las escaleras y oigo sus quejidos mientras que bajo—. Vamos, le diremos a madre que te mire.

—Me va a matar —murmura y yo solo asiento.

Madre no está muy feliz con nosotras. Desde que nos compraron las nuevas barredoras diez habíamos pasado todo nuestro tiempo libre en el jardín, practicando. Volvíamos totalmente sudadas y despeinadas, algo que a madre no le gustaba ya que estropeaba las clases de etiqueta que estábamos tomando junto con Daphne y Astoria. Ninguna de las cuatro disfrutábamos de esto, pero sin duda Astoria era la más perjudicada, solo tenía nueve años y ya estaba sufriendo esto.

—¿Y si no digo nada y voy a la enfermería cuando lleguemos a Hogwarts? —sugiere April y yo niego—. Venga, May, por favor.

—¿Por qué eres tan cabezota? —le contesto y la arrastro hasta el comedor, donde madre se encuentra terminando el desayuno—. Madre, April se ha tropezado en las escaleras y tiene el codo en una postura extraña.

Ambas vemos cómo deja la taza de té sobre la mesa y padre baja El Profeta para mirarnos. El brazo de April está en una posición antinatural, probablemente se haya roto el codo. Ella no llora, es como si fuera una mísera molestia que la ha obligado a venir hasta aquí.

Madre se levanta, con la varita ya sacada y coge el brazo de April. Un movimiento seco hace que el brazo recupere su movilidad normal y April no emite ningún ruido a pesar de cómo ha sonado.

—Cuando llegues a Hogwarts ve directa a la enfermería, tienen que revisarte ese brazo —ordena madre y April asiente—. Vamos, desayunad, tenemos que irnos.

Hago caso a madre y me siento en mi sitio, a su lado. April va al suyo, al lado de padre por ser la mayor y la heredera de la familia. Ambas nos movemos a la vez para coger un croissant y una pasta de chocolate cuando oímos el carraspeo de madre. No podemos coger ambas cosas. Suelto la galleta y cojo solo el croissant, que empiezo a comerlo con el cuchillo y el tenedor, pero April no have ningún caso y coge ambas cosas, a pesar de la mirada de madre. A pesar de todo no ha aprendido todavía a no desafiarles.

Es un desayuno tenso, como ha sido durante todo el verano. Desde que nos dijeron que tendríamos nuevas escobas no habíamos vuelto a hablar más durante las comidas y casi me atrevería a decir que no habíamos hablado en todo el verano. April estaba huraña e incluso alejada de mí y sabía que lo que había pasado en Navidades la había marcado más.

—April —la llama padre y ella suspira, se levanta de la mesa y sale de la habitación, seguida de padre.

Tengo el croissant está a medio comer, pero cuando oigo el primer grito de mi hermana se me quita todo el hambre. La está torturando de nuevo, por haber cogido comida de más. Me levanto de la silla, lista para ir a por April, pero madre me coge del brazo y me obliga a sentarme para terminar de desayunar acompañada de los gritos de April.

Primavera [Fred & George Weasley] [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora