Capítulo 29

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Presente

—No sé cuando podré volver, tenemos grandes medidas de seguridad en el Ministerio, intentaré estar para la cena —la voz del señor Weasley se apagó, al igual que su patronus.

La comadreja nos había sorprendido mientras que comíamos y ahora la señora Weasley no podía apartar la vista del reloj que tenía las caras de todos los miembros de la familia Weasley. Todos marcaban "en peligro", por mucho que Fred y George estuvieran en la casa; Bill, Charlie y el señor Weasley en el trabajo y Ginny en Hogwarts. Si en mi familia tuviéramos uno no hubiera podido escapar tan fácilmente ya que el reloj estaría parado en "en peligro" y me estarían buscando.

—Espero que hayáis cerrado bien la tienda —dice la señora Weasley, rompiendo el silencio. Los gemelos asienten, sabiendo que no es buena idea volver ahora mismo—. Quizá deberíais cerrar totalmente.

—No —dice Fred antes de que nos demos cuenta, levantandose de la silla—. Tengo que volver para poder mandar a Verity a casa.

—No vas a ir a ningún sitio —le dice la señora Weasley, también levantandose—. Mandale una lechuza o utiliza tu patronus, pero no vas a salir de aquí.

—Verity es nuestra empleada y amiga, mamá —dice George, levantandose también—. No podemos dejar que esté allí sola, es mestiza.

—¡Y vosotros sois mis hijos! —chilla la señora Weasley, haciendome entender qué es lo que está pasando por su cabeza. No sabe donde está Ronald, Ginny está en Hogwarts, el señor Weasley atrapado en el Ministerio, Charlie en Rumanía, Bill en Gringotts y Percy reniega de su familia. A los únicos que puede tener controlados ahora mismo es a los gemelos y no piensa dejarlos salir de la casa, y menos por una extraña para ella.

—Yo iré a por Verity.

Salgo más rápido de lo que ninguno de ellos es capaz de reaccionar y me aparezco dentro de la tienda. Tenemos buenos hechizos para protegerla de apariciones indeseadas, pero también podemos manipularlos a nuestro gusto para permitir el acceso a quien queramos. Obviamente son una creación de los gemelos que no piensan compartir con nadie, argumentando lo fácil que sería burlarlo.

Me dirijo directamente a la puerta y cuelgo un cartel que conjuro con un simple movimiento de varita. "Cerrado por asuntos personales, volveremos pronto. Pedidos por lechuza disponibles.".  No creo que tengamos una gran cantidad de pedidos ya que la tienda está casi simpre vacía. Nuestros principales clientes son los mortífagos que no compran nada y los estudiantes de Hogwarts, que ahora tienen bastante complicado los pedidos por lechuza.

—¿Por qué está ese cartel? ¿Dónde están los señores Weasley? —Verity me saca de mis pensamientos y casi le lanzo una maldición.

—Como te oigan llamarles así te vas a quedar sin trabajo —le digo, guardando la varita de nuevo—. Ve a casa, Verity, hoy no trabajamos.

—¿Ha pasado algo? —pregunta rápidamente, y yo niego—. Entonces podremos sacar la tienda adelante, Piper.

—Es día libre, no te preocupes por la tienda —insisto, y ella suspira.

—Está bien —murmura—. Nos veremos mañana, ¿no?

—Mejor no vengas mañana, ¿sí? Yo iré a buscarte cuando volvamos a abrir —le digo y ella vuelve a suspirar.

—Estoy despedida, ¿verdad? ¿Es eso?

—¿Qué? ¡No! —digo, incrédula. ¿Por qué iban a despedirla? —. Es para protegerte, de verdad, a todos en realidad, el callejón es cada vez más inseguro y no...

Primavera [Fred & George Weasley] [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora