Capítulo 48

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Presente

May se deja de venir a los tres días. Aunque la sigo oyendo entre pesadillas. A veces creo oír a Fred, pero sé que es imposible. Duermo poco y como aún menos, así que debe de ser el motivo por el que imagino cosas. Las torturas de Bella y el abuso de Orion me dejan dormir durante algunos minutos, lo suficientes como para que consiga entrar en un sueño pesado y despertar de golpe, logrando que la sensación de descanso nunca llegue a mi cuerpo.

La marca tenebrosa arde en mi brazo una vez más y ya no puedo seguir ignorandola, así que me desaparezco con la ropa que llevo puesta, unos pantalones y una camiseta. Voy demasiado muggle, pero no puedo más. La mansión Malfoy está aún más triste que antes, pero entro lentamente, intentando llamar la atención lo menos posible y conseguir llegar hasta la sala de reuniones, donde supongo que se nos ha convocado.

—¡Crucio! —el dolor me sorprende por la espalda y chillo. No me he recuperado de las torturas anteriores y, después de unos días de relativa calma me destroza—. ¿Cómo te atreves a venir después de tu traición? ¡Te mataré maldita mocosa!

Bella no dura en torturarme y sigo gritando. Nadie viene a ayudarme y, por un momento, pienso en que, en cuanto pare, atacarla de la forma más muggle posible y romper su varita para que me deje en paz. Pienso en sacarle los ojos, arrancarle el pelo, moderle el cuello hasta que sangre. Y eso me hace empezar a reírme con fuerza.

—Bella —la tortura para y yo me caigo al suelo. El pelo me tapa la cara, pero el escalofrío me recorre igualmente, es el Señor Tenebroso quien ha parado mi tortura—. Yo hablaré con ella.

—Sí, mi señor —le responde ella, y sé que no está contenta—. Iré preguntando sobre las tareas de cada uno.

Oigo los pasos de Bella y levanto la cabeza para mirar al Señor Tenebroso. Empiezo a reírme sin control hasta que empiezo a llorar mientras que rio a carcajadas. No sé que me pasa.

—April —el Señor Tenebroso habla suave y eso me da aún más escalofríos. Me levanto del suelo y me inclino ante él, todavía temblando—. Te acusan de traición.

—Nunca, mi Señor —digo, y me tiembla la voz. Sigo mirando al suelo y entonces suspiro. Tiene que ver mis recuerdos. Por suerte, la oclumancia es uno de mis fuertes—. Quiero mostrarselo, mi Señor.

El Señor Tenebroso entiende lo que quiero decir y siento la invasión a mi cabeza rápidamente. Las torturas de Bella, el abuso de Orion, todo se repite una y otra vez hasta que el Señor Tenebroso para rápidamente, dejandome como último recuerdo como Orion metía las manos dentro de msi bragas.

—No valgo como mortífaga, mi Señor, lo lamento, yo... —empiezo a decir, intentando que sienta algo de compasión por mi—. Cuando espiaba para usted era mucho más sencillo, mi Señor, yo... no tenía que... no puedo, mi Señor, estar en la misma habitación que... Siendo espía le soy más útil, mi Señor, si quiere que siga en primera fila, seguiré, pero...

—Acabarás traicionandome si sigues en primera fila, ¿no es así? —dice y no me molesto en ocultarlo, no tiene sentido porque lo sabe, así que asiento.

—No por usted, mi Señor, creo firmemente en lo que defendemos, pero no puedo estar cerca de... —cojo aire, porque no quiero decirlo en voz alta, así que suspiro—. No podría seguir así, mi Señor, no le traicionaría yendo con el enemigo, por supuesto, pero sí que dejaría de venir a todas las misiones y...

—Basta —el Señor Tenebroso me interrumpe y yo bajo la mirada aún más. Temo su furia, porque me ha salvado dos veces y yo le acabo de decir que no puedo más—. Irás al Ministerio, te encargarás de lo que sea necesario allí.

—Gracias, mi Señor —murmuro, y me inclino para demostrar mi gratitud—. Haré todo lo que sea necesario para pagar esto.

—Lo harás, April, llegará la batalla final y tú estarás allí —dice, manteniendo la calma y temo por lo que me quiera pedir—. Te unirás a ellos, como una más y sabrás que es el momento oportuno para coger a cualquiera que sea lo suficientemente importante para Potter y traerlo ante mi.

—Potter no resistirá el ir, mi Señor, es un buen plan —le contesto, sabiendo que es verdad. Y tiemblo, porque si no lo hago y ganamos perderé la vida. Si lo hago y gana el bando de Potter es probable que pierda mi libertad, que pierda a May definitivamente—. Creo que se quien será el adecuado, pero prefiero mantenerlo en secreto, mi Señor, nunca sabremos si todos son fieles a esta causa, y yo me incluyo.

Decido mantener el teatro un poco más y aprovecho para sembrar más duda, aunque no creo que sea necesario ya que estoy totalmente segura de que el Señor Tenebroso sabe quien le es leal y quien no. Y sé que Draco está en esa lista.

Oigo el ruido de la túnica y levanto rápidamente la cabeza para ver como el Señor Tenebroso empieza a irse de la habitación, así que levanto un poco la voz y trato de mostrarme más cómoda en mi nuevo papel:

—Sé que me acaba de mandar al Ministerio, mi Señor, pero con las heridas que tengo actualmente nadie creería que voy allí solo a trabajar —sueno totalmente involucrada con la causa, como si de verdad me importara lo que pase en el Ministerio y lo que tenga que hacer—. No sé a que departamento quiere que vaya, pero en estas condiciones lo más probable es que me manden a San Mungo.

—Serás incorporada al Ministerio como la ayudante del Jefe de Detección y Confiscación de Falsificación de los Hechizos Defensivos y Objetos de Protección, después de Navidad.

—Muchas gracias, mi Señor.

Mis palabras quedan en el aire, dichas ante la sala vacía ya que el Señor Tenebroso se ha ido inmediatamente después, sin esperar respuesta y tras haber dicho uno de los departamentos del Ministerio más largos que hay. Mo tiene ningún sentido que yo siga aquí, así que salgo de nuevo al exterior y me desaparezco hasta mi casa. Es Nochebuena, quizá podría ir a comprar algo e intentar comer un poco. Vuelvo a casa a por algunos galeones y me pongo una túnica para aguantar el frío del mercado. Nunca me había imaginado haciendo la compra, pero me pongo la capucha de mi túnica de abrigo y me desaparezco hasta el mercado. Necesito verduras, para hacer caldo ya que es probable que sea lo único que consiga comer. Quizá más tarde sea capaz de comer esas mismas verduras. Compro un poco de pan y algo de carne, dura, para poder dar más sabor al caldo. Me agota salir.

Vuelvo a casa y dejo todo en la cocina, que sigue tan sucia como siempre. Nunca la he usado, siempre he comido fuera porque en la mansión Malfoy me esperaba un plato de comida. Quizá debería limpiar. Pero me voy al sofá y vuelvo a intentar dormir.

***

Estoy sudando. Me duele la garganta. Tengo bastante frío, a pesar de haberme quedado dormida con la túnica de abrigo puesta. Enciendo la chimenea antes de quitarmela, para que se caliente un poco el salón y me quedo mirando el fuego. Más pesadillas, aunque con suerte he conseguido descansar algo más. Los recuerdos siguen saliendo una y otra vez, y casi soy capaz de verlos en el fuego. Sacudo la cabeza, apartando la mirada de las llamas y me quito la túnica para secar mi ropa. Tengo más ropa, para mi suerte, pero no quiero moverme del fuego porque me atrapa su calor. Vuelvo a mirar las llamas, sentada en el suelo hasta que oigo algo raro. Quizá debería beber agua y comer, pero no me muevo del sitio. Ya lo haré. Vuelvo a oír el grito de ayuda y, como sé que no hay nadie cerca porque es imposible que lleguen hasta este trozo de bosque, me levanto a beber agua. Cojo uno de los vasos que hay encima del fregadero, perfectamente ordenados y con algo de polvo por la falta de uso. Al grifo le cuesta empezar a funcionar, así que le doy unos toques con la varita y el agua empieza a salir limpia sin problema ninguno. Enjuago un poco el vaso, lo lleno y miro por la ventana.

Oigo el ruido que hace el vaso al caer contra la pila y romperse, pero no me importa, porque en el jardín de mi casa tengo a Harry Potter inconsciente en los brazos de Hermione Granger, que parece estar teniendo un ataque de ansiedad.

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Oh, si solo es la una de la mañana jeejejejejeeje no tengo excusa, ¿vale? Es que hay veces que me quiero poner a escribir y la switch me mira desde el escritorio y tengo que jugar. Luego el deber me llama y la dejo a regañadientes para ponerme hacer cosas de la universidad (¡sigo sin haber terminado la práctica que me estaba provocando ataques de ansiedad!) y eso. No sé cuando subiré, espero que pronto, mi intención es el domingo, pero eso, que no sé que pasará conmigo.

Primavera [Fred & George Weasley] [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora