Capítulo 87

482 57 177
                                    

Pasado

Desde el incidente de los mundiales no había parado de hablar con George y eso que antes tampoco parabamos. Estar en la mansión Malfoy en lugar de en casa lo hacía mucho más sencillo para hablar con él y no podía evitar agradecer estar fuera de la mansión. Si nos hubieramos quedado allí ni siquiera hubiera podido hablar con él, hubiera sido una completa locura. Pero estaba a salvo, nadie haría nada a April y no se enterarían. Aunque habían estado a punto de pillarnos en los mundiales. No sé que hubiera pasado si nos hubieran visto con ellos, con tres Weasley, intentando protegerlos. April podía negarlo todo lo que quisiera, pero sabía perfectamente que cuando había dicho tenemos que encontrarlos no había sido solo por Ginny y Hermione.

Al día siguiente del ataque, Cissy subió pronto a nuestra habitación para avisarnos de que nos ibamos al Callejón Diagon a buscar nuestras túnicas de gala para el baile de Navidad que habría este curso. En cuanto el señor Malfoy nos contó sobre el Torneo de los Tres Magos April se puso a buscar todo lo relacionado con él y se dedicaba a decirme datos completamente aleatorios de lo que había aprendido leyendo. Como que un basilisco había atacado a los directores de los colegios varios siglos atrás. La verdad es que no parecía un torneo muy seguro si tenías que enfrentarte a un basilisco. Aunque tenía otra duda, ¿de dónde habían sacado el basilisco? Porque la cría estaba prohibida y se creían extintos, aunque estaba claro que no lo estaban porque había habido uno en Hogwarts.

April, por supuesto, se quejó en cuanto se enteró de que ibamos a mirar las túnicas, pero Cissy la tranquilizó rápidamente diciendo que solo iríamos a ver las túnicas —April no había querido salir de la mansión en todo el verano, y eso que Daphne y Astoria habían intentado quedar varias veces con nosotras en el Callejón Diagon y luego Alexa tuvo que venir a la mansión porque mi hermana se negaba a salir de la casa— y volveríamos sin pararnos en nada más. Cissy fue la que eligió las túnicas, teniendo mucho más claro que nosotras lo que necesitabamos. Primero empezó a probarselas April, y acabó eligiendo una túnica de color verde esmeralda. Y Madame Malkin sacó del almacen una exactamente igual que la de April, pero en un tono plateado. Era definitivamente la mía, así que en cuanto me vi con ella no tardé en decir que me la llevaba.

Al final, los últimos días de las vacaciones de verano consistieron en seguir hablando con George y jugar un poco al quidditch. Daphne y Astoria se habían quedado un día entero y fue cuando descubrimos que, en realidad, sabían jugar perfectamente y que llevaban años haciendolo y ocultándolo. No tenían la misma coordinación que teníamos nosotras, pero sin duda alguna eran buenas y era una completa pena que el equipo estuviera completo. Aunque ellas decían que tampoco se querían presentar para él porque su madre pensaba que tenían que comportarse como verdaderas señoritas sangre pura. Tonterías, las mismas de siempre. Aunque al menos ellas sí que podían relacionarse con traidores a la sangre.

Sabíamos que no iba a haber copa de quidditch este curso porque, por lo visto, el torneo tenía mucho que ver con ello. Habíamos perdido una importante oportunidad para ampliar la copa de quidditch, podrían haber jugado tanto Beauxbaton como Dumstrang contra nosotros, pero no, mejor idea era cancelarlo. Lo único bueno de todo el asunto es que no tendríamos que aguantar las estúpidas ideas de Draco para sabotear a Gryffindor. Bueno, eso y que Flint ya no estaba en Hogwarts para nuestra suerte. Suponía que Blechtley, Derrick o Bole eran los que tenían que obtener el puesto como capitanes, pero sin quidditch... Ellos se graduaban este año, y a no ser que repitieran solo quedabamos April, Draco y yo como parte del equipo de quidditch de Slytherin. Y el profesor Snape era quien asignaba el puesto de capitán del equipo, por antigüedad. O al menos tenía que ser antigüedad porque no había forma lógica de que hubiera elegido a Flint si no.

—¿Lleváis todo?

—Sí, madre —le responde Draco y ella asiente. Ya estamos en el andén nueve y tres cuartos, listos para irnos. Ambur había sido mandado para ayudar a poner los baúles en nuestros compartimentos y, como siempre, esperaba dentro de uno de ellos hasta que llegasemos.

Primavera [Fred & George Weasley] [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora