Capítulo 101

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Presente

El fin de las vacaciones siempre implica que la tienda este llena y necesitemos manos extras. Por eso tanto Ginny como Hermione, la señora Weasley —que es la que más impone a la hora de dejar entrar a la gente a la tienda, porque de verdad que no entra ni un alma más aquí— y yo hemos venido a la tienda, de cara al público, y April está abajo, en el almacén. Ella es la que se encarga de sacar las cosas de abajo para que podamos reponer. Lee es muy útil en cuanto a ello y a publicidad, claro, porque ahora tiene un trabajo en la radio mágica y de vez en cuando habla de Sortilegios y las promociones de fin de Navidad.

— ¡Nos hemos vuelto a quedar sin surtidos saltaclases! —le grito a Lee, que levanta los pulgares y va hacia la puerta del almacén. Pero cuando sale lo hace con las manos vacías. ¿Tanta venta está habiendo hoy?

— Tienes que bajar con tu hermana, dice que no sabe donde están, creo que las cajas la están empezando a sepultar. 

Sí, es probable que las cajas vacías estén empezando a taparla, pero no podemos tener más ayuda porque el señor Weasley, Bill y Fleur están trabajando, Charlie ya está de vuelta en Rumanía, Harry y Ron en la academia de aurores —y no es buena idea que Harry ande por la tienda—, Alexa y Adrian están en Francia también trabajando, Angelina entrenando con el Puddlemere United y Spinnet y Katie de vacaciones por Navidad y no volverían hasta dentro de una semana. En mi opinión, ellas dos habían organizado sus vacaciones de tal forma que no tuvieran que lidiar con toda esta locura.

Bajo al almacén con April, en un intento de ayudarla y lo que me encuentro es a mi hermana literalmente metida dentro de unas cajas. Se ha cerrado una de las solapas grandes y otra pequeña y no para de acariciar el micropuff que le habíamos regalado por Navidad. No sabía que se lo había traído, aunque era muy probable que lo hiciera porque también se había pasado el resto de las Navidades con él encima. Aunque no nos había dicho todavía su nombre, pero estaba segura de que a las gallinas sí que se lo había presentado.

— ¿Se puede saber que haces?

— Yo ya no sé donde está nada, me rindo, me duele la cabeza y solo quiero volver a casa y hacer galletas y seguir hablando con Dodee—entonces se desliza aún más en la caja, saca el brazo y termina de cerrar la caja. Sigo sin creerme que haya llamado a una gallina Dorothea y que la llame Dodee.

— Por Morgana, April, ¿quieres salir de la caja?

— No.

Estaba estresada. Bastante. La tienda tan llena era horrible y, por mucho que a George le encantase trabajar aquí, a mi desde luego no me apasionaba, pero tampoco tenía muy claro que podía hacer con mi vida porque lo que querían era que fuera la esposa perfecta. No iba a serlo, estaba claro, era imposible que lo fuera porque no estaba hecha para ello, yo no podía hacer como la señora Weasley y quedarme en casa criando niños sin parar. No cuando en esos momentos lo único en lo que podía pensar era en irme lejos y salir corriendo. Por supuesto me llevaría a April y estaríamos tranquilas las dos una larga temporada en cualquier lado. Quizá cuando volvieramos sabríamos que hacer con nuestras vidas. Quizá nuestra vida no estaba en Inglaterra. 

No lo pienso más y empujo la caja para que April salga de ella. Por supuesto, chilla y cuando la caja se cae y ella saca la cabeza no puedo evitar reírme. Es realmente surrealista que se haya metido dentro de una caja.

— ¿Cómo has entrado ahí dentro?

— Obviamente la he hechizado para que sea más grande y estar cómoda, ¿quieres entrar? Creo que la tienda está demasiado llena.

Así que era eso. La tienda muy llena. Por eso se ha metido dentro de la caja, porque aquí dentro se oyen los gritos, los pasos e incluso se llena a notar un poco la multitud. Está agobiada. Sé que todos necesitan ayuda arriba, pero ahora mismo yo también necesito cinco minutos, así que ayudo a April a levantarse —su micropuff está perfectamente metido en el bolsillo de la camisa que le ha robado a Fred para que parezca de uniforme, le está enorme, pero a la vez resulta demasiado adorable verla en ropa tan grande para ella— y luego colocamos la caja en el suelo de nuevo.

Primavera [Fred & George Weasley] [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora