CAPÍTULO VII

1.4K 109 28
                                    

Bajé mi mirada, coloque mis manos en mi cintura y fruncí mis labios, no sabía que decir, tenía que agradecerle? Este era uno de los juegos de Benán? Ella tampoco pronunciaba ni una sola palabra, y algún viejo dicho dice, el que calla otorga, no? Agarró sus cosas para marcharse, pero no quiero dejar que el silencio y el orgullo nos domine de nuevo, además si eso era cierto, ella salvó mi vida.

—Si lo hiciste? —Le pregunté antes de que estuviera más lejos de mi, sentí como se detuvo y me giré para mirarla, hizo un suspiro muy largo, para después verme.

—Si, lo hice. —Negué algo preocupada, me acerque a ella.

—Por que? —Mi tono era amable, no podía actuar de otra forma, no me sentía de otra manera.

—No quería que te mataran Camila, fui una estúpida al pensar que nunca te enterarías pero al menos lo intenté, sé que me falta mucho por aprender, solo... —Hablaba con rapidez, su intención era protegerme, una chica recién llegada prácticamente.

—Tranquila —La interrumpí —Yo llevo mucho tiempo aquí y aún no lo sé todo. —Un impulso corrió por mi cuerpo y me llevó abrazarla, ella respondió y sentí que me apretó un poco más. —Gracias. —Susurré en su oído. 

Después de allí nos separamos, ella fue a bañarse y yo fui al comedor. Agarré mi comida y me senté con las chicas, eramos las ultimas en comer, esperamos a que Ally saliera de su turno y Lauren terminara de llegar, siempre he pensado que eramos un grupo muy raro. Una embarazada gruñona, una cristiana pero querida por todas, una señora que lo único que pensaba era en como meterse siempre con nosotras, una amante a los tatuajes y muy alocada, una chica profesional que no sé si las demás le creyeron pero yo sí, sé que es inocente y en cuanto a mi, al menos tenía mis pies bien puestos sobre la tierra. 

—Ally estos granos hoy quedaron con un sabor increíble. —Clarence comía muy rápido. 

—Gracias gracias. —La pequeña sonrió. —Por cierto como te fue hoy en el jardín Lau?  

—Bien bien, me enteré que matar a los gusanos es malo. —Estiró sus brazos y se quejó —Los músculos de mis brazos me están ardiendo.

—Y tus manos se lastimaron también. —Las tomé y ella se sonrojó pero las quitó de inmediato. 

—Si, pero estoy bien, estaba loca por bañarme todo el cuerpo me picaba. —Tomó de su jugo de naranja.

—Camila y por qué no fuiste para que le quitaras ese picor? —Rodé mis ojos. 

—Clarence por favor!!! —Le grité.

—Me refiero a las partes que ella no se alcanzaría, por Dios Camila estás! Ven chicas? Y tengo que compartir celda con ella. —Negué muy apenada, Lauren solo me miró y arrugó su nariz muy tierna, veía que no le importaba los comentarios fuera de lugar de Clarence. 

Terminamos de comer, nos fuimos a nuestra ala. Me cambié a mi ropa de dormir y me subí a mi cama, pasaron unos quince minutos y cerraron las celdas. Clarence empezó a orar y me causó sentimiento, por primera vez escuchaba mi nombre y el de las chicas en sus palabras, al terminar le agradecí.

—Gracias por eso, yo no creo mucho en esas cosas, pero sé que algo bueno deben tener. —Coloqué mis brazos cruzados atrás de mi cabeza relajándome. 

—Siempre lo he hecho, meto en mis plegarias a todas las mujeres de esta cárcel, hasta a las que no se lo merecen, esperando que encuentren el perdón, no de las personas a quienes causaron daño, si no con ellas mismas. —Hice una media sonrisa.

—Pues nunca te había oído, mi cabeza todos estos cuatros años ha estado en miles de lugares, pero estás ultimas semanas, me he sentido bien. —Busqué mi sábana y me arropé. 

En el lugar que estuvimos. | Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora