CAPÍTULO XXXVII

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Me paré enfrente de la puerta con muchos nervios, ni sé porque me encontraba de esa manera, antes de abrir, Brendan llamó mi atención.

-Espera! -Me giré y esperé que llegara. -Le mandan esto. -Sacó del bolsillo de su chaqueta, una placa, agarró una de mis manos entregándomela. -Dale la buena noticia de que ya es detective. -Hice una media sonrisa, pensando que pesar es que, tienes que dar tu vida, para que te promuevan.

-En serio no quieres hacerlo tu? -Pregunté antes de que se retirara, frunció sus labios. -Me refiero a que...

-Que mejor que su prometida. -Me interrumpió señalando mi dedo donde permanecía el anillo. -Yo la ayudé a elegirlo, te lo digo antes por si no me da mis créditos. -Sonreí. -Ahora ya, entra de una vez.

Abrí la puerta, las ventanas estaban abiertas y la luz natural le daba más color al lugar, Camila se encontraba viendo hacia afuera desde su cama, y apenas oyó el cerrar de la puerta se tornó a mirar.

-Hola... -Dije algo tímida, ella sonrió débilmente.

-Hey... -Su voz sonó algo rasposa, me acerqué agarrando una silla, para sentarme a su lado.

-Sé que es algo cliché, pero, ¿Como te sientes? -La miré atenta.

-Me duele algo la cabeza -Estaba tan indefensa, que hacia que mi corazón se quebrara un poco.

-No te preocupes, solo es una pequeña cicatriz, algo que tu hermoso cabello tapará, y bueno también tapará el poquito de cabello que quitaron para realizarte la operación. -Hizo un puchero asintiendo lentamente. -Recuerdas lo que pasó? -Volvió asentir.

-Si, todo está perfectamente grabado, no pudieron operar ese recuerdo y sacarlo de mi memoria? -Negué sonriendo.

-No, por ahora no podemos hacer eso. -Alcé mis hombros. -Por cierto... -Saqué la placa que me había dado Brendan, la dejé en una de sus manos y la alzó viéndola.

-Que curioso no? -Dijo, esperé que dijera algo más. -Las veces que me han dicho para promoverme, siempre han sido situaciones de arriesgar mi vida. -Bajé mi cabeza, recordando que había pensado lo mismo.

-Si, concuerdo contigo. -Me volvió a dar la placa y esta vez la dejé en la mesa al lado de su cama.

-Cuando podré irme? No me lo tomes a mal, pero no me gustan los hospitales. -Me levanté y busqué la ficha médica, me paré enfrente de ella.

-Te están manteniendo en observación, lo que nosotros llamamos el post-operatorio. -Estaba tan concentrada leyendo, ya que había estado tan ajena al caso, que no me había informado bien, aun así no me daba cuenta lo que pasaba delante de mi, Camila había empezado a llorar. -Hey hey...Que pasa? Que tienes? -Dejé todo a un lado, me acerqué limpiando sus lágrimas.

-Tu... -Agarró mi mano y la miró, se había fijado en que llevaba el anillo puesto. -Por favor dime que este fue el que compré, y no fue alguien que se me adelantó y te compró el mismo. -Sonreí, me acerqué más dejando un suave beso en sus labios.

-No vayas a matar a Gabriel, por favor. -Negó.

-Yo nunca hubiese tenido la valentía, cuando lo que he hecho contigo, ha sido hacerte daño, aunque traté de no hacerlo, mi egoísmo me ha llevado hacer y decir cosas que no puedo enfrentar después. -Acaricié su mejilla. -De verdad quieres casarte conmigo? -Preguntó.

-De verdad quieres ser madre de Michelle? -Sonrió asintiendo. -Camila yo te amo, nunca una persona se me había metido tanto en el corazón como tu.

-He sido una inmadura. -Asentí lentamente. -Estoy tan rota.

-A veces no sabemos que en realidad queremos y necesitamos a ese alguien que nos haga ver lo increíble que podemos llegar a ser, a veces no todos somos buenos estando solos, eso si, solo si queremos de verdad la ayuda de las personas que nos quieren. -Agarró nuevamente mi mano y quitó el anillo, por un momento me sentí sumamente triste, pero habló pronto.

-Entonces déjame hacerle justicia al amor que siento por ti y darte la propuesta que te mereces. -Volví a besarle.

-No me importa un gran espectáculo, sólo quiero que esto entre tú y yo, se haga más fuerte cada día, ya tienes mi respuesta, y sabes que es positiva, lo que quiero en este momento, es que te mejores, que gran susto nos diste a todos... -Suspiró, volvió a colocarme el anillo.

La dejé para que descansara, le pedí a las chicas que cualquier emergencia que se le presentara por favor me llamaran, aunque esperaba que nada ya se complicara. Fui a casa, me di un baño, y no podía mentirme yo también necesitaba descansar. Al levantarme, tenía varios mensajes de Kate, diciéndome que mañana podría ir a buscar a Michelle, no esperaba esa noticia, pero me emocionaba muchísimo, al fin podía sacarla de allí, menos mal tenía todo listo.

Di marcha a mi coche en camino a buscar a mi pequeña, Rachel me envío un mensaje, Camila había amanecido muy bien, aunque preguntó por mi apenas despertó, le explicó que tenía que hacer otras cosas, pero en la tarde iría a verla, además que ya tenía que volver a mi trabajo. Estacioné y ya Kate estaba allí.

-Emocionada? -Me sonrió apenas me vio.

-Y nerviosa también. -Le respondí. -No quiero estropear nada, pero si estoy muy feliz por esto y además ya Camila despertó.

-Lauren! Eso es maravilloso! -Nos dimos un abrazo. -Ya verás que se recuperará muy rápido.

Entramos, esta vez nos recibió Gretchen Nolan, la directora del lugar, quien firmaría todos lo papeles.

-Es una alegría para mi, que Michelle se vaya con alguien como tu, créeme que todos los días pregunta por ti. -Nos dijo mientras nos encontrábamos en su oficina.

-Pues estoy muy emocionada. -Respondí.

-Recordemos que es un periodo de prueba, en el cual semanalmente va a ir una trabajadora social, depende de como vaya ese proceso y la adaptación de la niña, daremos la adopción oficial. -Asentí entendiendo perfectamente.

Después de firmar varios documentos, Gretchen llamó por teléfono y en minutos abrieron la puerta para que Michelle entrara corriendo abrazarme.

-Lau!! -Yo me levanté para recibirla entre mis brazos y cargarla, no sé porque en ese momento sentí una paz en mi cuerpo, y se me vino a la mente la imagen de Hailee sonriéndome, la abracé muy fuerte. -Viniste a jugar!

-Pues si, pero que te parece si hoy vamos a un sitio diferente? -Ella miró a Gretchen.

-Puedo ir? -Ésta sonrió levantándose.

-Si, si puedes, además que te parece si pasas unas semanas con Lauren? Te gustaría? -Asintió muchas veces, abrazándome.

-Si, quiero!!! -Salimos, antes de ir a casa, quise consentirla un poco, fuimos por unas hamburguesas y helados.

Abrí la puerta y ella entró algo penosa, sabía que toda su vida había permanecido en esa casa, así que tenía que ir a su ritmo.

-Ven... -Le dije yendo hacia el pasillo y abrí la puerta de la que sería su habitación, se acercó quedándose sorprendida, por todos los juguetes que había, no quise hacer algo tan rosa, así que lo decoré de un amarillo opaco, con dibujos de la naturaleza por las paredes, en una de mis visitas me había contado que le gustaba este tipo de cosas, así que esperaba lograr haber acertado.

-Esto esta genial!!! -Dio un pequeño grito queriendo usar todo a la vez. -Por favor podemos jugar? -Asentí, nos colocamos cómodas y pasamos horas allí, hasta quedarnos dormidas.

A la mañana siguiente, volví a escribirle a Rachel que ya iba al hospital, esperaba que Camila no estuviese molesta conmigo, ya que ayer no pude venir pero, quería darle la sorpresa de que ya Michelle estaba conmigo, ademas que tenía que inscribirla en la guardería del lugar.

Llegamos, bajé a Michelle, se notaba algo nerviosa.

-Lau, yo no estoy enferma y sé que esto es un hospital. -Reí.

-Sé que no lo estás, aunque hey... Nunca es malo un chequeo semestral o anual. -Me quedó mirando sin entender, pues aun tenía muchas cosas que aprender y hablaba de mi. -Yo trabajo aquí, recuerdas que alguna vez de te dije a lo que me dedicaba? -Pensó un poco.

-Doctora! -Me respondió.

-Exacto, y bueno comúnmente solemos trabajar en sitios como este -Nos detuvimos en el lobby -Además quiero que conozcas a alguien, si? -Asintió. -Si? Bueno, vamos!

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En el lugar que estuvimos. | Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora