En el lugar que estuvimos. | Camren.

CAPÍTULO XXV

POV CAMILA

Llegué a la estación y me sentía mal, mis emociones se mezclaron de un momento a otro y me arrepentí de haberle hecho esto, confió en mi cuando no tiene motivos para hacerlo. Dejé mis cosas en mi escritorio y me senté, quise trabajar en algunos casos, pero no podía concentrarme, tiré todo hacia a un lado. 

—Johnson! —Escuché que me llamaron, era una de las secretarias de mi jefe. —Lin quiere verte. —Asentí levantándome. 

Fui hasta su oficina, cuando lo conocí me ayudó demasiado, se había convertido en otro padre para mi, cuando él mio ya se había olvidado que tenía una hija, creo que le gustaba más que yo estuviera en la cárcel que viviendo con ellos, era un hombre de contextura gruesa, su cabello blanco, con su barba del mismo color pero aun tenía algunos reflejos grises en ella, los chicos a sus espaldas lo llamaban Sr. Claus.

—Me necesitaba Capitán? —Estaba viéndose en un espejo cuando entré, siempre le preocupaba su aspecto, era de costumbre que llevara camisas de cuadros, junto con su placa colgada alrededor de su cuello.

—Camilita! Si, por favor siéntate. —Hice lo que me pidió, terminó de arreglarse para él hacer lo mismo. 

—Usted dirá. —Me crucé de brazos. 

—Oí que pudiste llevarte a Víctor Guerra del hospital. —Bajé mi mirada. —Y quería disculparme, no fue mi intención gritarte de esa forma, para que hicieras tu trabajo.

—No se preocupe, sé que esto puede ser estresante a veces. —Me levanté. —Pero ya está hecho, está bajo nuestra custodia completamente. 

—Sé que algunos piensan que eres mi protegida, y lo eres no lo niego, pero yo no te regalo las cosas, sé que te las ganas por tu propio esfuerzo, aunque hace un año te graduaste de la academia, siempre fuiste la más destacada. —Negué sin entender. 

—A que viene esto Capitán? —Me sentía confundida. 

—Que aproveches el ascenso que te estoy otorgando, muchos están estancados hace años en el mismo puesto, porque no arriesgan nada, siguen haciendo lo mismo. —Puse mis manos en mi cintura. —Tu, en todo un año no te ha importado desafiar a tus superiores, a mi incluso, para hacer lo correcto. —Sonreí a medias, este discurso de motivación, no me quitaba la culpa que sentía, por lo que le acababa de hacer a Lauren. 

—Si bueno, gracias. —Di unos cuantos pasos atrás. —Tengo mucho trabajo que hacer. —Abrí la puerta pero me detuvo.

—Por cierto, que hiciste para que esa doctorcita saliera de tu camino? —Preguntó encendiendo un puro, yo no me giré, solo apreté la manilla tan fuerte como pude. —Camilita? Te hice una pregunta. —Me giré colocando mi mejor cara.

—Hablamos. —Solo dije. —Como le mencioné, ya el trabajo está hecho. —Me sonrió y salí.

Al ir otra vez a mi sitio, me conseguí a Brendan Brown a quien podría considerar mi mejor amigo nos conocimos en la academia.

—Jefa! —Me dijo sonriente. 

—Brown que sorpresa verte por aquí —Nos abrazamos.  —Pensé que estarías patrullando. 

—Lo estaba, pero las personas comen. —Negué apenada. 

—Si tienes razón, mi culpa, sólo que hace días no te veía. —Empezamos a caminar. 

—Bueno yo siempre estoy por aquí, eres tu con tu nuevo ascenso que ya vives más afuera de la estación, si llegas a tu casa en la noche? —Preguntó en tono de broma, le di un ligero golpe en su hombro.