CAPÍTULO XII

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Ya podía caminar mejor, los golpes ya no se notaban tanto y los dolores aparecían menos, ya era el día en que tenía que irme devuelta a la celda, no había adelantado nada con Emma, sé que ha estado evitándome pero necesitaba llegar a ella, por Camila no me preocupaba tanto, aunque su actitud compulsiva ante las cosas era irritante. 

Intentaba colocarme mi camisa, aun me costaba estirarme completamente.

—Déjame ayudarte con eso —Escuché una voz, quien se acercó a mi ayudándome a terminar de colocar mi camisa. 

—Gracias.. —Inmediato dije, cuando vi por fin a Emma. 

—No te preocupes. —Me sonrió, tenía una tabla en sus manos anotando algo. 

—No te he visto en días, todo está bien? —Asintió y me miró cuando terminó de anotar, arrancando un papel. 

—Si, todo está perfecto, solo que tenía mucho trabajo. —Extendió su mano para darme el papel —Ten, estos son los días que tendrás que venir para hacerte los respectivos chequeos —Lo tomé. 

—Vale vale, vendré sin falta. —Me dio una ultima sonrisa antes de marcharse —Emma! —Grité —Perdón, doctora Wilde. —Se detuvo. 

—Tranquila, puedes decirme Emma. —Ladeé mi cabeza, sin saber que decir. —Que pasa Lauren?

—Me preguntaba que cuando ya esté mejor, podría venir ayudarte aquí —Vaya eso si que lo pensé rápido. —Sabes, digo para no enfriarme tanto y por lo menos estar cómoda. —Eso no se había oído muy bien —Lo siento no debí decirlo de esa forma, no quiero que pienses que se me subió  a la cabeza lo del favoritismo. 

—No lo sé —Dudó —Además aquí solo ves casos ordinarios, sabes a lo que me refiero, puñaladas, agarrar algunos puntos, colocar hielo por rudos golpes, una que otra pastilla por dolores falsos de cabeza, etc...

—Esta bien entiendo, solo pensé que necesitabas alguien del área apoyándote, pero ya no te molesto más, nos vemos en unos días —Procedí a retirarme. 

—Aunque espera! —La miré atentamente. —Cardiología es tu especialidad no? —Asentí. —Pensándolo bien, podrías ayudarme con las consultas de las de tercera edad, son chequeos básicos, pero puede ser que uno que otro caso, pueda interesarte. 

—Muchísimas gracias! Aunque no me queda mucho tiempo por aquí, pero intentaré ayudarte lo más que pueda —Me emocioné un poco, le di un pequeño y espontáneo abrazo. 

—Eso me gustaría. —Ahora si salí y llegue al ala. 

Esto era un gran avance, aunque no quería traicionar su confianza, pero un trato con Martha había entendido que romperlo era un pase VIP al mismo infierno, así que cuidaría mis espaldas y daría mis pasos con inteligencia y cuidado. 

Entré a la celda y fui recibida por un abrazo de Ally y luego Camila.

—Te extrañé —Comentó Ally. —Dios me tenías tan preocupada. 

—Tranquila ya estoy aquí —Miré el lugar —Y Hailee? 

—En la cocina le tocó el turno de la mañana, dijo que te vería en la noche que tampoco eras tan importante. —Reí. 

—Sé que muy en el fondo te quiere —Añadió Camila, la miré.

—Por cierto, necesito hablar contigo, y si no te molesta Ally, quisiera que fuera en privado. —Esta no tuvo problemas, se marchó no sin antes decirme que me había cedido la cama de abajo para que no tuviera que hacer tanto esfuerzo. 

Me senté y Camila se sentó en la cama de Hailee, sabía que tenía muchas preguntas, pero ahora mismo no era el momento. 

—Martha fue a verme, mientras estuve en el servicio médico. —Sus ojos se sobresaltaron. 

En el lugar que estuvimos. | Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora