A la mañana siguiente, mis manos sudaban como nunca, ya estábamos entrando de nuevo al hospital para la consulta con Lauren, por Dios, me sentía como una niña que recién estaba empezando a sentir mariposas en el estomago, yo a esta mujer ya la había visto hasta desnuda, en una situación algo incomoda para ella, lo sé, no encontraba la respuesta para esta sensación.
—Camila cálmate por el amor de Dios.. —Me dijo Gabriel, quien se encontraba sentado en la camilla.
—Yo estoy calmada, tranquilo. —Entrecerró sus ojos y me miró.
—Si? Y ese sudor en tu frente? Te sientes bien? Si quieres te cedo mi consulta a ti. —Negué.
—Ay por favor! Además es tonto que esté aquí, yo no soy tu mamá, soy tu amiga lo sé, pero creo que ya eres bastante grandecito. —Frunció sus labios. —Esto es una mala excusa y lo sabes! Soy demasiado evidente.
—Deja de hacerte ideas, y el que estés aquí apoyándome, le demuestras que no eres una total imbécil, que aun tienes sentimientos. —Alzó un poco su voz.
—Ya cállate, Lauren puede venir en cualquier... —No terminé de hablar cuando alzó la pequeña cortina, para encontrarse con nosotros.
—Buenos días chicos, lo siento si he llegado algo tarde. —Hoy no cargaba su bata pero si estaba con su uniforme, de color negro, me recordó un momento al de la cárcel, solo sacudí mi cabeza quitando ese mal recuerdo.
—No se preocupe doctora, no tenemos mucho de haber llegado, además que tardaron un poco con el historial. —Respondió Gabriel con una sonrisa.
—Bien, aquí dice que has tenido varias operaciones, desde el fémur hasta la rotula, teniendo complicaciones en la ultima de ellas. —Acomodó su cabello y se sentó en un pequeño banco que estaba cerca.
—Si, lo que pasa es que mis pulmones se deterioraron un poco en ese accidente, y en la ultima operación empezaron a fallar, por eso no volví al quirófano, agradeciendo que aun estaba vivo y estaba completo, suerte que no le tocó a mucho de mis compañeros —Bajo su cabeza y yo sujeté su mano. —Además que caminar con un bastón a veces me ayuda con la chicas. —Luego le di un golpe por su comentario, reímos.
—Bien, hace cuanto empezaron los dolores. —Preguntó atenta.
—Hace unas tres semanas, he tomado algunos analgésicos pero igual vuelve, cuando esfuerzo demasiado la pierna, lo que me parece extraño, ya que antes no pasaba. —Me quedé viendo a mi amigo, porque esto no se veía que él solo estaba aquí para ayudarme acercarme a Lauren, de verdad esto le estaba pasando.
—Vamos a que te cambies y realizaremos unos estudios, para aclarar y salir de dudas. —Asintió, salimos, dejándolo adentro.
Ella no me hizo caso, ni siquiera se tornó a mirarme al estar nosotras nada más, solo fue a la zona de recepción dio la vuelta y se sentó para seguir añadiendo algunas cosas en el historial de mi amigo me imagino, quise darme la vuelta y dejarlo pasar, pero pensé en las palabras de Gabriel, y también se me vino a la mente mi conversación con Ally, no podía ser una cobarde.
—Hola... —Dije acercándome, mi voz sonó algo apagada.
—Hola —Me respondió sin mirarme, seguía enfocada en el dispositivo.
—Gracias por atendernos, bueno por atenderlo —Reí nerviosamente.
—Tranquila es mi trabajo, lo haría por cualquiera. —No esperaba rosas, ni la gran bienvenida a su vida, creo que me dio la oportunidad y yo la traicioné, pero su actitud fría hacia a mi, me estaba doliendo.
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En el lugar que estuvimos. | Camren.
FanfictionDespués de ser estafada por su padre, Lauren Miller entra a la cárcel para cumplir una corta condena de seis meses, en los cuales deberá aprender a sobrevivir, pero no antes sin conocer a la chica que le cambiará la vida, sea para bien o...¿Para mal?