CAPÍTULO XXXIII

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Me coloqué hacer algo de comida, no era tan buena en esto, mi abuela siempre nos hacía los más ricos platos, al empezar a estudiar en la facultad resolvía con cualquier aperitivo y al mudarme con mis amigas, Normani era la experta, yo simplemente lavaba los trates, luego todos los días comía en el hospital, y bueno cuando entré a la cárcel, otras personas se encargaban de eso, pero aquí estaba yo haciendo mi mejor intento, escuché que tocaron el timbre, debería ser Camila, cuando miré, en efecto era ella.

—Eres tú? —La miré confundida, terminó de entrar y cerré la puerta. —Vaya si eres tu! —Dijo mirando a la cocina. 

—Que quieres decir? —Me crucé de brazos. 

—Que todo el piso huele a comida, y dije no puede ser ella, por eso... —Alzó una bolsa que tenía en su mano derecha. —Traje McDonald's, pero... Muero por saber, como sabrá eso que huele tan bien. —Negué yendo a la cocina nuevamente. 

—Eso lo dices porque me quieres llevar a la cama nuevamente. —Se ahogó un poco con su saliva, haciéndome reír. 

—No necesito decir cosas bonitas... —Se fue acercando a mi. —Ya es suficiente claro lo que siento por ti, siempre será decisión de dos, y yo bueno, siempre quiero. —Me hizo ruborizar, me agarró de la cintura, y nos dimos un suave beso.

—Pues anda a lavarte, mientras sirvo esto. —Sonrió. —Que? —Pregunté.

—Me podría acostumbrar. —Me dio un beso rápido y se fue. 

Serví la comida, esto se supone que es según google, pasta salteada con vegetales y pollo con una salsa hecha con miel, pero creo que la expresión de Camila lo diría todo, serví también dos copas de vino blanco, me senté y ella a los pocos segundos llegó.

—Vaya, no se ve mal. —Esto se sentía tan irreal, tener este tipo de momentos con ella.

—Solo pruébalo y después me dices tu opinión. —Ella me quedó mirando, tomo un sorbo de vino. 

—Tu no lo probaste? —Negué. —Cariño, que clase de chef, no prueba su propia comida? —Rió. 

—La clase de que, no soy una chef, si no una doctora insegura al cocinar. —Acarició mi mejilla. —Y por favor no me vayas a mentir, por no hacerme sentir mal, agarró un poco y lo probó, colocó un gesto que no entendía. —Está horrible, verdad?

—La pasta quedó algo dura, pero nada que no se pueda comer, pero el pollo está delicioso. —Le sonreí, procedí a probarla y si, tenía razón, este pollo no estaba nada mal. 

—Tendría que aplicarme un poco más pero vaya! Si que me lucí. —Rió a carcajadas. 

—Ahora, que es eso que quería hablar? —Me torné seria. —Veo que es importante, te conozco muy bien.

—Hoy vi a Martha.  —Agarró una servilleta cubriendo su boca antes de hablar. 

—De verdad? Todo está bien? No me avisaron nada! —Coloqué mi mano sobre la suya que estaba posada en la mesa.

—Si, todo está bien, solo necesitaba que buscara a Ally, que tenía que decirme algo, bueno en realidad ella tenía que decirme, para yo buscar a Ally... —Negó.

—Ya va! Esto me está confundiendo, puedes ir al grano? Le pasó algo a Ally? Por qué soy la ultima en enterarme? —Tenía razón le estaba dando muchas vueltas al asunto, pero en cierto sentido para mi, esto no era fácil. 

—Ally encontró a Michelle... —Solo dije. 

—A Michelle? Quien es ella? —Respiré hondo. 

En el lugar que estuvimos. | Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora