CAPITULO II

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No había dormido muy bien, no se que me esperaba el otro día, veía a las demás estar tan tranquilas, la chica que duerme en la cama de abajo Ally, fue también muy amable conmigo, cuando llegó le dió una comida extra a Hailee, está la devoró en instantes, a pesar de su estado, no le daban una ración extra, esa mujer tiene hambre a toda hora. Baja, su cabello castaño con algunos reflejos y una voz que me hizo creer que no quebraba un plato, pero nunca sabemos. Veía el gran reloj que sonaba con cada segundo que marcaba, Ally me comentó que Benán, los mandó a colocar en todas las celdas, para que todas recordemos y llevemos muy bien la cuenta de cuanto nos falta por salir, aunque veo que ellas duermen muy cómodas, sin importarle tanto ese tic-tac. Creo que Angelique tenía razón, la cuestión era acostumbrarse. 

Me desperté de mi siesta de unos minutos, bueno no lo diría así solo cerré un momento mis ojos ya me ardían. Cuando escuche como abrían las puertas, miré el querido reloj y daban las siete de la mañana, me senté en mi cama, sujeté mi cabello. Hailee también hizo lo mismo, paró a Ally, se veía que tenía un sueño bastante pesado. Mi gran preocupación era saber cual era la rutina, me daba miedo preguntar y me vieran con cara de... Para mi sorpresa, Ally cuando al fin logró pararse hizo algunos estiramientos y Hailee me miró riendo, negando un poco.

—Vamos Coleman! Deja el ejercicio para después. —Le dijo Hailee dándole unos toquecitos con su pie. 

—Déjame, hoy tengo todo el tiempo del mundo, es mi día libre. —Yo aun sin saber que hacer o donde iban.

—Ni me lo recuerdes, que hoy dormiré con hambre.  —Hizo un gesto de querer llorar, Ally simplemente rió.

—Bueno vamos. —Dijo levantándose, buscando sus cosas. —No vienes? —Me preguntó. 

—A donde? —Respondí nerviosa, se miraron entre sí. 

—Que no te dieron alguna planificación o algún horario?  —Negué.

—Benán es una perra hasta con las que no le han hecho nada. —Dijo Hailee molesta, aunque después me miró entrecerrando los ojos. —O la conoces de antes?

—No, jamas la había visto en mi vida. —Me bajé de la litera. 

—A lo mejor se le olvidó Hai... —Mencionó Ally no dándole tanta importancia. —Iremos a bañarnos, todas tenemos hasta las ocho para hacerlo. 

—Todas!? —Me exalté. —Pero cuantas somos aquí. 

—No, en cada ala tienen sus baños... —Me miro buscando entre palabras o tratando de recordar algo —Como me dijiste que te llamas? Lo siento soy malisima para esto de los nombres. 

—Lauren. —Chasqueó sus dedos, repitiéndolo varias veces, miré a Hailee y solo rodó los ojos.  

—Bueno Lauren la cosa va así, después desayunamos de nueve a diez y media, de allí si tienes un trabajo acá, son como hasta las seis y media, claro depende del trabajo que tengas, yo que estoy en la cocina trabajo hasta las diez de la noche algunos días, aunque también todo depende de los turnos. 

—Y si no tengo un trabajo? —Me dio una palmaditas en el hombro.

—Pues buscas que hacer, si no vas a enloquecer. —Asentí suspirando.

—Si tuviéramos mas tiempo, te diéramos un tour pero aquí nadie esta a disposición de nadie —Dijo Hailee de mala gana para terminar de salir. 

Llegamos a las duchas, habían demasiadas chicas, aunque siempre he sabido mis preferencias y es hacia las mujeres, creo que este sería el mejor momento para cualquiera, muchas mujeres desnudas sin pudor alguno, pero en esta situación no, no lo es, solo quería salir de allí lo más rápido posible. Alcance ver a Angelique quien se acercó a mi. Ya se había bañado, su cabello estaba mojado y su piel aun tenia un poco de agua. 

En el lugar que estuvimos. | Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora