CAPÍTULO VIII

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Mi corazón iba a mil por hora, mis nervios estaban al máximo, me faltaba la respiración, pero que tan psicópata tienes que ser para llegar a esos extremos? Cuanta podría ser la sed de venganza?

—Cálmate Camila ella va a estar bien, solo mantén la calma —Clarence se encontraba sentada en su cama con un rosario entre sus manos. 

—Espero que eso funcione al cien por ciento esta vez. —Le respondí mientras estaba sentada en el suelo apoyada a la puerta de nuestra celda. 

—Lo hará, solo ten fe... 

CUATRO HORAS ANTES.

Salí corriendo por el pasillo junto con Angelique, íbamos en busca de Martha, por favor solo pensaba en que si le hizo daño, que motivos tenía, si era algo contra mí que supiera jugar limpio, aunque Angelique me recomendó que buscáramos primero a Lauren, antes de que se nos acabara el tiempo y ya fuera la hora de dormir. Fuimos a todos los lugares, lavandería, biblioteca, patio, pasillos, duchas, ninguno nos llevó con ella.

—Es estúpido Angelique! Vamos con Martha ella sabe donde está. —Dije algo alterada. 

—Mira, así ella supiera, como entraremos al ala dos? Sin que las oficiales que están allí no nos pregunten a donde vamos o que vamos hacer? Lugar, donde no nos compete estar! —Me giré y di un golpe a la pared. 

—Maldita sea Angelique! —Ella se acercó a mi y apretó mi hombro. 

—Yo también quiero encontrarla así que... —Vimos a una de la pandilla de Martha, corrimos hacia ella. 

—Hey tu! Detente! —Enseguida subió la guardia creyendo que íbamos a golpearla. 

—Que mierda les pasa!? —Mantuvimos una cierta distancia, una chica con estatura promedio, tenía una cicatriz en el cuello, su cabello oscuro y parejo, recto hasta sus hombros.

—Tranquila no queremos problemas! —Le dije. —Solo queremos hablar con Martha. 

—Está en su celda. —Suspiré y caminé hacia atrás colocando mis manos en mi cintura.

—Sabes que no podemos entrar allí, solo es un momento, es un asunto importante —Nos quedó mirando. —Puedes? —Sabía que Angelique intentaba ser lo más amable, pero eso a mi no se me daba muy bien. 

—Que obtengo yo? —Respondió. Me lancé sobre ella agarrándola por el cuello de su uniforme.

—Esto no se trata de un maldito intercambio de bienes, no lo veas como un favor, necesito hablar Martha! —Angelique intentaba separarme de ella, pero mi posición era firme, ella forzaba para zafarse. 

—Camila por favor, no vale la pena mas problemas..—No la soltaría hasta que la llamara. —Sueltala y deja que vaya a buscarla.  

—Estas bastardas siempre tienen un teléfono encima! Crees que no lo sé!?  —Pensé un momento —Sabes que vas a ganar? Mi silencio! Para que no te manden al aislamiento por unos días. —Duramos no más de diez minutos, se mantenía inmóvil y mi paciencia estaba agotándose. 

—Pero que carajos está pasando aquí! —Escuchamos esa voz rasposa que tanto conocía, empujé a la chica la cuál corrió hacia Martha quien venía con tres reclusas más. —Ahora eres rebelde Johnson? —Me acerqué rápidamente, pero éstas me detuvieron. 

—Donde está Lauren? —Pregunté de inmediato. 

—Tu novia? —Negó y alzó sus hombros —Porque me importaría donde esté. —Le hizo una seña a las chicas que me tenían agarrada, éstas me soltaron pero no se alejaron de mi. 

En el lugar que estuvimos. | Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora