CAPÍTULO XXI

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Solo miraba al techo mientras escuchaba el despertador sonar, ya habían pasado dos meses de mi salida de la cárcel, y siempre me levantaba antes, creo que pasaría tiempo para volver adaptarme nuevamente.

Fui a la cocina del nuevo apartamento que me había comprado Rachel, con la venta de mi antigua casa, ya no quería volver a ese lugar. Era pequeño pero cómodo y para mi sola no estaba nada mal, preparé café y me quedé viendo la nada apoyada sobre la isla de la cocina.

En esos cuatros años, sería mentira decir que todo había sido tranquilo, fue un vaivén de emociones, vi morir a Clarence, Ally salió antes por buena conducta, como a los dos años Angelique fue transferida a máxima seguridad por intentar matar a una oficial, el cambio que tuvo esa chica siempre me tuvo sorprendida y desde la muerte de Hailee jamás le volví a dirigir la palabra, A Rita le sumaron cinco años más a su condena por violencia y tenencia de drogas, aunque la nueva gerencia trataba de mejorar las cosas, había otras personas que se mantenían con la mente cerrada y queriendo seguir viviendo en la miseria. De Martha no había tenido más noticias, esperaba que aún siguiera viva, he querido ir a visitarla, pero simplemente a los juicios que me enfrenté al salir no lo permitían y de Camila... De ella si no supe desde esa visita que me hizo y le dije que no me buscara más. Oí el timbre sonar, fui a ver quien era.

-Lista para tu primer día? -Me dijo Kate emocionada apenas abrí la puerta, sonreí.

-No lo sé, dime tu. -Terminó de pasar. -Algo nerviosa, no te mentiré.

-Es que ni te has vestido aún. -Dejó su cartera en uno de los muebles y se acercó a mi dándome un dulce beso en los labios.

Nuestra relación había avanzado durante todos estos años de una manera muy positiva, pero no quisimos aceptarlo hasta mi ultimo año en la cárcel, además que fue por mi parte no dar el paso, no quería que las cosas se complicaran, se confundieran o mal interpretaran, pero es una historia que recordaré luego.

-Por Dios es super temprano. -Reclamé -No quieres un café? -Asintió.

-Esto es un gran día y lo sabes. -Sonreí a medias. -Lo siento por no conseguirte de inmediato la especialidad pero esto es un progreso. -Bajo su cabeza y enseguida me acerqué.

-Cariño.. -Sujeté su rostro mirándola directo a los ojos. -No me alcanzará la vida para agradecerte todo lo que has hecho por mí y esto. -Coloqué una de sus manos en mi pecho. -No es agradecimiento, yo te quiero y te quiero de verdad. -Nos abrazamos. Desayunamos, me arreglé y salimos.

Regresar al hospital era emocionante pero a la vez sentía mucho miedo, las miradas de todos, los comentarios que oiría a mis espaldas, Kate me había ayudado a no perder mi licencia pero con la condición que trabajaría en el área de Trauma por dos años o hasta que el juez decidiera que podía volver a ejercer mi especialidad, casi no lo logramos pero con mi síntesis curricular dentro de la cárcel era increíble como eso había ayudado.

Llegamos y la miré era fácil ver mi nerviosismo, solo me dio un corto beso y por ultimo me dijo que todo saldría bien, caminé y en la entrada miré a Rachel esperarme con dos vasos de café en sus manos.

-Bienvenida. -Me dijo con una sonrisa, tomé el vaso que me ofreció. -Será estupendo. -No dije más.

Al entrar habían demasiadas personas, al verme me sonrieron y empezaron aplaudir, yo me sentía desconcertada, perfectamente no sabía lo que estaba pasando.

-Que es esto Rachel!? -Dije con una sonrisa.

-Estas son las personas que están agradecidas contigo Lauren, porque aun estando en ese lugar, no dejaste de luchar, y hace un año este lugar no ha dejado de crecer y volver hacer lo que era. -Mis lágrimas no dejaban de correr.

En el lugar que estuvimos. | Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora