Prólogo

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Era un día muy lluvioso, pero no importaba, esos eran mis días favoritos. Salí corriendo al patio para poder jugar debajo de la lluvia como cada vez que llovía. Pero lo que encontré no era lo que yo iba buscando.

-Jamás lo he querido Patryck.
-Piénsalo, estas dispuesta a echar a la basura todos estos increíbles años.

Ese era mi padre que discutía con mi madre a cerca de algo que yo no escuche.

-Increíbles para ti, para mí no han sido más que una perdida de tiempo, yo jamás quise esto.
-Me vienes a decir que jamás quisiste esto, cuando tenemos mas de quince años juntos y cuatro hermosos hijos.
-Pues esto no es para mí.

Mi madre en ese momento agarró unas maletas que estaban junto a ella y que no me había dado cuenta que estaban allí. Mi padre le agarró la mano y la giró hasta estar de nuevo frente a él.

-Mírame a los ojos y dime que no me amas, que no amas a tus hijos.

Ella lo vio a los ojos y entonces note que tenía un debate en su interior. Bajó la vista por un momento y cuando la levantó de nuevo, tenía una mirada decidida.

-No te amo a ti, y tampoco a nuestros hijos.

En ese momento escuche un crujido, ah claro ese era mi corazón. Ella captó mi presencia, y me observó por unos segundos, luego se dio la vuelta y se fue sin voltear a ver lo que dejaba.

Ví como mi padre cayó de rodillas llorando mientras el cielo lo cubría con sus gotas de agua. Entonces mi corazón se hizo pedacitos al ver a mi padre en tal estado.

Me acerqué y lo abrace por la espalda. De un solo movimiento quede dentro de sus brazos y aproveche para abrazarlo aun más fuerte, ninguno de los dos dijo nada solo lo escuche sollozar.

Luego de eso solo se limpió las lágrimas y se levantó conmigo aún en brazos, me dió un beso en la frente y susurró un "estaremos bien".

Entramos a casa bien empapados, por supuesto, tuve una tremenda gripe durante unos días.
Y entonces así empezó la misión para mi padre de mantener a todos con vida y que ninguno se le fuera a desviar durante el camino que restara.

***

Gracias por darle una oportunidad a mi historia, espero y quieras quedarte a seguir leyendo la alocada vida de mis chicos.

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Insomnios En Tu PielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora