Capítulo 4

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- Así que ella accedió tan fácilmente.
- Pues lo pensó, luego accedió.
- Pero será que se trae algo en manos, no creo que ella haya aceptado así no más.

Me quedé pensando unos segundos en lo que dijo Jacob. Él es mi mejor amigo desde la primaria, jamás me ha fallado.

- No lo creo sabes, estoy seguro de que ella es una chica mimada, a la que le dan lo que pida y ha de creer que con esto lo va a tener todo con tan solo chasquear los dedos, que va a ser una princesa, pero se equivoca.
- Cuántos años tiene.
- Yo qué voy a saber. Se ve de unos diez y nueve años.
- ¿Tan joven?
- Sí - dije mientras me masajeaba el puente de la nariz.
- Pero hombre estás seguro, mírate que te ves de veinte cuando tienes veintiséis. - rodé los ojos.

Yo realmente no quería esto, no quería casarme, pero sé que no se puede hacer nada en contra de eso. Jamás había tenido una relación seria, ya que las chicas con las que estuve jamás me hicieron sentir más que atracción física. Duraba unas semanas con ellas y luego todo al olvido, y quienes querían algo formal se iban en días.

Puede que le tuviera miedo al compromiso pero ahí estaba yo a tan solo unos meses de ser un hombre casado, jodida vida.

Mi abuelo debía de haber odiado de verdad a sus hijos o haber estado borracho cuando se le ocurrió la magnifica idea de que quien fuera a tomar el cargo de la empresa tenia que estar casado. O que si se iba a casar por ello, debía de estar al menos un lapso de tiempo de diez y ocho meses casados y viviendo en la misma casa.

De lo contrario la presidencia seria arrebatada y se pondría a cargo uno de los socios minoritarios. Un golpe bajo para cualquier magnate, así que viéndolo desde esa perspectiva no había opción.

- Al menos dime que está buena. - Jacob me sacó de mis pensamientos, a veces preferiría estar solo que estar con este tarado, jamás deja de hablar.

Siempre tiene un tema de conversación. Y la mayoría de veces eran del plano sexual. Lo quiero como un hermano, y como tal lo quería lejos de mí. En ocasiones sentía que se pasaba mucho con sus relatos, era demasiado explícito.

Si yo duraba semanas con alguna, él jamás duraba más de cuatro días con una chica. Era horrible escuchar sus relatos, cuando comenzaba a hablar, lo que mayormente escuchaba eran los pitidos de censura. No apto para mi cerebro.

- Lo está. - soltó un chillido y aplaudió.
- Hermano esto está mejor que la Rosa de Guadalupe.
- ¿Ah tú crees? - pregunte irritado.
- A ver dime, cómo es. - me acomode en mi silla y me dispongo a hablar porque sé que si no lo hago, este hombre no saldrá de mis pesadillas hoy.
- Es blanca y pelirroja.
- Aja
- Tiene unos ojos celestes preciosos.
- Vaya... - lo mire mal antes que dijera alguna tontería de las suyas. Levantó las manos a modo de rendición.
- Delgada pero tiene lo suyo y además de tener buenas piernas. Es bonita.
Al terminar mi descripción mi amigo tenia cara de lobo hambriento.
- Cierra la boca. Mira que te vas a quedar sin baba. - inconscientemente se limpió las comisuras de sus labios.
- Hermano no entiendo de que te quejas.
- Es una niña mimada, ¿crees que yo tengo tiempo para andar de niñera?
- Bueno, yo con gusto haría de niñera...
- Tú porque le das a cualquier cosa que tenga pechos y trasero
- Eh - me apuntó con el dedo índice, desde mi cama donde estaba sentado y se levantó para acomodarse, había un calor infernal, así que estábamos en bóxer - cuidado con lo que dices. No cualquier cosa, con que me demuestre que pertenece al rango femenino es todo. Y ya sabes en donde vivirán.
- Antigua.
- Bien, una hermosa ciudad, verdad - me guiño el ojo izquierdo - Crees que ella quiera venirse a vivir a Antigua Guatemala. - Sonreí irónico.
- Es que no es si quiere, ella tiene.
- Jamás te habías mostrado posesivo con otras mujeres. - él elevó las cejas y las bajaba picaronamente.
- Por eso, eran mujeres. Esta es una niña y voy a dejarle muy claro quien es el que manda. Estoy seguro de que carga una playlist de todas las canciones de Justin Biber.
- Hay por favor, tú con veintiséis años aun no la borras. Y hasta ya tienes su nuevo álbum.

Se iba a arrepentir de estar exhibiéndome. Me levante y comenzamos una sesión de luchitas.

🍃🍃🍃

Ya había pasado una semana desde que había conocido a esa chica y hoy tenía que reunirme con ella para decidir donde vivir.

Exhale y camine hasta mi papá que estaba sentado tras ese escritorio de roble que estaba a meses de ser mío, mi padre se miraba intocable, alguien poderoso. Claro que lo era, pero tras ese escritorio se miraba más imponente de lo que era.

- A qué hora dijiste que debía de juntarme con...
- Buenos días hijo, cómo amaneciste hoy, ¿dormiste bien?
- Papá - me miró con una ceja levantada. Eso era peligroso. - Buenos días, amaneciste bien.
- Pues de maravilla, pero por desgracia noto que tú no.
- Notas bien. Podrías decirme la hora de la cita.
- Vaya, tendrás una cita. - dijo divertido, yo lo mire cansado. Realmente no le encontré el chiste.
- Ella ya sabe donde, ya que tu tenías "tantos pendientes", entonces le avise que se verían a las seis. - bien eso me daba chance para a cambiarme y luego emprender camino.
- No dijo nada cuando le diste la dirección. - pregunte con curiosidad. Quería saber que había dicho ella acerca de la localización.
- No, ella simplemente me dijo "estupendo" y colgó. - arrugue el ceño, me parecía raro que ella no hubiese dicho nada. Ya luego averiguaría que sucede.
- Bueno padre te veo por la noche. - Sonreí y él me devolvió la sonrisa. Amaba a mi padre, pero no me sentía feliz con lo que estaba pasando.
- Ten buena tarde hijo. - salí de allí.

🍃🍃🍃

Llegue antes de lo acordado, quería ver muy bien el terreno. No quise que compráramos una casa hecha. Quiero algo que este hecho por mis gustos, y claro por la chica con la que me toca compartir lecho durante quinientos cuarenta días. No era tan egoísta como para hacerla vivir allí y sin que le guste nada, al menos que escoja un florero, no.

Me parecía muy bueno el terreno, no había muchos vecinos por esta área así que no me tenia que preocupar, o sí.

Tal vez la chica era una asesina en serie y quién carajos me ayudaría, es más jamás se escucharían mis gritos de auxilio.

Volteé cuando escuche el sonido de un auto, era un Audi plateado hermoso. Ya podía imaginarme quien podía venir allí. Ví mi reloj aun faltaban unos minutos para que fuese la hora acordada, al menos se podía decir que era puntual.

Observe cuando ella bajaba, vestía un pantalón negro de tela ajustado y una blusa blanca floja, el pantalón remarcaba su figura, y que figura. Estaba consciente de que la descripción que le hice a Jacob solo fue un cuarto de lo que es la realidad. Suspire.

- Buenas tardes. - asentí.
- Buenas tardes.
- Este es el terreno - preguntó, ella estaba enterada de que la casa sería construida.

La observe unos segundos, y no encontraba nada fuera de lugar. Su ropa delicadamente pareja sin una arruga, su cabello prolijamente recogido en un chongo, parada rectamente. Ella aún con tacones no me alcanzaba y no dudaba que debía de tener buena altura.

- Sí, este es el terreno. - ella asintió y se limitó a observar alrededor.

Luego de unos minutos llegó el agente inmobiliario y nos explicó todo. Medidas y reglas de la zona. Ya que era una zona privada. Yo comencé a corroborar que todo estuviera en orden mientras que ella se dedicaba a hablar con el agente. No sabia de que tanto podían hablar a parte de manicura y ropa, pero decidí no prestar atención.

- Bien, todo está en orden. Cuándo se podría comenzar con la construcción. Me gustaría que comenzaran lo antes posible.
- Claro, no hay problema solo hay que hacer los trámites necesarios cuanto antes. Así ya dentro de unos días podrían comenzar con la construcción.

Asentí, Júpiter estaba observando muy respetuosamente. Y eso me molestaba un poco. Ella no hacía nada. El agente luego de terminar de darme algunas instrucciones y despedirse de Júpiter se marchó.
Estaba por subirme a mi auto cuando me acorde de algo importante.

- Te llamare en esta semana, debemos hacer los planos de la casa. - ella arrugó el ceño pero aún así asintió.

Me subí a mi auto y me marche a casa. Tan solo quería llegar a acostarme en mi cama para quedarme dormido y olvidarme de todo esto.

***

Aquí casual subiendo nuevo cap, y así conozcan un poco de mi chico.

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Insomnios En Tu PielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora