Capítulo 19

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Me encontraba con la mitad de mi cuerpo en la cama y la otra mitad colgando, estaba de cabeza viendo hacia la puerta del balcón.
Estábamos en Sídney, la capital de Nueva Gales del Sur, era parte de las ciudades más grandes de Australia.

Para llegar aquí habíamos viajado en ferri, increíble experiencia. Yo jamás había viajado en ferri y menos visitados Australia. Había estado en varios países por trabajo, pero aún así me tomaba algunos días para disfrutar de el. Tampoco podía mucho tiempo porque tenia que volver, era súper cuando viajábamos en familia. Porque ahí no me preocupaba por nada, al dejar todo arreglado para disfrutar del viaje, extrañaba esos días. Ya habían pasado dos semanas desde la boda. Estuvimos viajando por toda la cuidad esas semanas, estuvimos en diferentes lugares, The Rocks, el Puente Puerto, de noche ese lugar era una increíble belleza, estuvimos en la Playa Bondi, el Puerto Darling, en la Bahía y por supuesto, La Casa de Ópera de Sídney ha sido el último lugar que visitamos, justamente anoche. Estaba agotada, el fingir ser una pareja de verdad al final era algo que cansaba. Nos tomamos fotos juntos, toda mentira debe estar bien fundamentada.

Recordé que el día siguiente de haber llegado a Whitehaven, salimos a la playa, estábamos caminando por la orilla de la playa cuando me percaté de que había un tipo con una cámara fotografiándonos. Y podría decir, hay estoy paranoica, pero lo reconocí porque era un tipo al cual ya me había encontrado en otros lugares. Resulta que soy conocida nacional como internacionalmente, ya que trabajo con varias empresas por el Continente Americano y el Europeo. Y puesto que yo jamás había presentado a alguien públicamente y menos había mencionado que me iba a casar. Así que lo mejor que se le había ocurrido al macho alfa había sido abrazarme y besarme como si no había más tiempo. Me tomó por sorpresa, y por un momento sentí un choque eléctrico. Y lo mejor que pude hacer yo, fue seguir caminando, disfrutando del increíble clima. Si se creía que entre nosotros había pasado algo más, pues no. Cabe recalcar que no ha cambiado nada, todo sigue igual.

- Pensé que ya estabas dormida. – no me moví, seguí viendo hacia la puerta en la misma posición.
- Pues no
- Bueno yo sí me dormiré
- Que bien. – estaba esperando a que yo me moviera para darle espacio, y eso que había suficiente. Le gustaba dormir al izquierdo de la cama.

Esta cama no era tan grande como la anterior pero si era muy espaciosa. Suspire y me levante. Él se estaba quitando la playera, porque su pijama constaba solamente de un pantalón para dormir. Tome mi almohada y mi sábana, dispuesta a salir al balcón. Él solo se me quedó viendo, creyendo que dormiría junto a él, y pues no.

- Estaré un rato en el balcón. – dije dándole la espalda. Mentira, me encantaba la brisa que se daba por las madrugadas estando ahí. salí al balcón y me acomode en el sillón que había allí.

Mis días en Australia eran comer, dormir, ir al baño, conocer la ciudad, llamar a mis hermanos. Jugar parchís, tomarme fotos, y eso es todo.

Me quede viendo todo el panorama, observando la ciudad iluminada. Y de la nada se me vino a la mente la escenita súper incómoda que tuve como Deán en Whitehaven. Como normal lo hago, me levante, me metí a bañar. Pero ví que ahí estaban sus pertenecías, así que tome sus cosas y las saque para que por si llegase a despertar no me estuviera molestando, ni siquiera notó eso. Ah pero como él hace lo que se le da la regaladísima gana. Yo estaba dentro de la ducha, muy relajada y entonces decidí que ya era suficiente y salí de la ducha, e inmediatamente me di cuenta que él estaba ahí parado frente al baño. Mi reacción más lógica fue insultarlo, hasta había dejado cerrada la puerta. Tome una toalla algunos segundos después, y me di una cachetada mental por no haberlo hecho antes, Pero es que pasó algo que jamás ví venir.

El chico estaba muy bien bendecido, bien bendecido. Oh dios. Note como la comisura derecha estaba por elevarse y reaccione, entonces salí de la habitación y me vestí lo más pronto posible. Desde ese día siempre reviso que tenga bien puesto el seguro.

Insomnios En Tu PielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora