Capitulo 13

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Estaba en ese momento en el que crees que nada podrá salir mejor. Diría lo contrario pero la vida ya me ha demostrado que se puede poner peor. La cosa es que todo estaba yendo bien. Estábamos en medio del proceso de traslado, ya las instalaciones de la empresa estaban totalmente dispuestas a ser utilizadas. La mudanza estaba siendo muy agotadora. Solo había participado en una mudanza pero estaba pequeña así que no lo recuerdo muy bien.

- Cuidado con el escritorio. - avise antes de que golpearan contra un muro.

Ese escritorio había sido un regalo del hermano de papá. Él era carpintero, y hacía hermosuras con la madera. Fue devastador que haya fallecido, llevaba ya cuatro años de muerto. Recuerdo que yo le decía que fundaría una empresa y que quería que él me hiciera un bonito escritorio para ser una jefa respetable.

- Te tengo una sorpresa. - había dicho nomás había abierto la puerta, él estaba muy emocionado, sacó una venda de una de las bolsas de su pantalón. Me la puso y me estuvo dirigiendo por donde caminar hasta que llegamos al destino.
- Bien, ya puedes abrir los ojos. - dijo mientras me quitaba la venda.
Recuerdo que estaba curiosa, pero bien desorientada, aparte no entendía que estaba pasando. Abrí los ojos y lo ví a él junto a su Toyota 22r negra, y había algo en la palangana del pickup cubierto por una manta gris.
- Qué es esto. - su sonrisa creció.
- Estás lista para ver que hay aquí.
- Pues no lo sé, pero quiero verlo.
- Jaja bien. A la una, a las...
- Dos y a las tres. Ya muéstrame.
- Eres una impaciente.
- Quiero ver que hay tras esa manta.
- Bien. - quitó la manta y yo me quede con la boca abierta. Era hermoso.
- Te gusta. - había preguntado mientras casi se sangraba el labio inferior. Y se retorcía las manos, estaba nervioso.
- Es precioso, no creí que me fueras a hacer caso.
- Sabes que lo que tú digas es música para nuestros oídos hija. - claro, ahora en la actualidad valía un pepino mi opinión, pero para ese entonces era cierto, siendo la única mujer, por parte de la familia de mi padre. Claro, aparte de mi hermana. Pero mi hermana era más con la familia de mamá, ella casi no se relacionaba con la otra familia.

Aunque ahora, mi hermana no ha cambiado mucho que digamos. Tampoco era como que hubiera una familia con la cual relacionarse. Por parte de papá solo era su hermano Bruce y papá, los abuelos habían fallecido luego de que mi hermana naciera, en un accidente aéreo, los amaba. Y ellos siempre me estaban mimando y a Nate, que también era su adoración. Fue un golpe muy duro.

- Lo siento señorita, podría darnos permiso.

Estaba ensimismada en mis recuerdos que ni me di cuenta de que los chicos ya casi habían bajado todas las cosas del camión.

- Tu nueva oficina es realmente espaciosa. - Nate salió de mi nueva oficina.
- La tuya también lo es.
- Jamás dije que no lo fuera, solo dije que era muy espaciosa.
- Eres un presumido.
- Sí, definitivamente y más cuando hablas de su físico, que ni está tan bueno como le hacen creer. - no aguante más y comencé a reír a lo desquiciado. A veces Jonah no pensaba en lo que decía. - Nate se acercó a Jonah y comenzaron una luchita.

Entré a mi nueva oficina, que como dijo Nate era muy espaciosa y el escritorio encajaba perfectamente. Llevábamos todo el día en esto, al fin podríamos acomodar todo. Para nuestra suerte era demasiado tarde para regresar a la capital, así que buscamos un hotel en el cual quedarnos, pero solo dejamos nuestras pertenencias, luego salimos a conocer parte de la ciudad. Fuimos a comer algo al centro, luego fuimos al parque central muy hermoso, bien iluminado, gente bailando, chicas haciendo trenzas, vendedores, turistas, con una preciosa fuente en el medio. Nosotros estábamos en un banco viendo todo. Era una zona muy viva a pesar de ser las 10pm.

- Miren lo que les compré. - Jonah me extendió una bolsita muy colorida y una a Nate.

La abrí y encontré una cajita dentro, al igual que Nat. La abrí y me encontré con cadenita muy preciosa que era una pieza de rompecabezas, volteé a ver a Nate y tenía una parecida. Vimos a Jonah y él tenía una sonrisa de oreja a oreja. Nos mostró que él tenía una igual, y otra en la mano derecha, supuse que era para Valentina, luego nos pidió las nuestras y las junto armando el rompecabezas formando un planeta, era muy bonito. Deje que el me la pusiera y luego se la colocó a Nate de último se la puso él y la otra la guardo en una cajita similar a la que nos había dado. Estuvimos un rato más en el parque, luego volvimos al hotel porque el día siguiente iba a ser muy ajetreado.

Insomnios En Tu PielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora