Era una persona con grietas en el alma, pero luchaba día a día contra eso. Poco a poco he estado intentando dejar todo lo que me daña en el pasado, y no lo hacía porque me lo mereciera sino porque las personas a mi alrededor no merecían sufrir como lo estaban al verme autodestruirme. Día a día iba entendiéndolo, día a día iba superando mis culpas, buscando el camino del perdón propio. No sabía si estaba lista para ello, pero para lo que sí era para dejar de torturar a las personas que me aman.
Las pesadillas siempre estaban presentes, pero ya no como en un pasado.
Me ví al espejo, mi cuerpo seguía igual, pero mi mente no. Intentaba encontrar esa prueba que me diera pie a perdonarme así sin más, pero eso era demasiado difícil. Me miraba a los ojos y veía a una persona hasta el cuello de culpa, pero alguien que lo estaba intentando.
- Si no te a puras, no vamos a alcanzar buenos asientos. – dijo mi hermano al otro lado de la puerta.
- Ya salgo. – grite.Iríamos al cine, papá y mi hermana habían venido de visita y estaban con nosotros desde hace unos días. Se sorprendieron mucho de saber que yo estaba en casa. No quise darles explicaciones, solo les había dicho que teníamos planes de hacer una pijamada con mis hermanos. Los cuales obviamente asintieron a todo lo que yo estaba diciendo. Hubiera dicho que ellos iban a trabajar por mí y yo me iría de vacaciones. Papá nos creyó y ahí estaba preparándome para salir con ellos, aunque ya estaba lista desde hace un rato.
Salí y me encontré con Jonah apoyado en la pared que daba a mi cuarto. Le sonreí y estire el brazo para despeinarlo, como de costumbre. Él se me quedó viendo como ganador al haberse quitado antes de lograr mi misión, hice un puchero, y la sonrisa de él se ensanchó.
- Hola niño. – se me quedó viendo con los ojos achinados
- Señora. – lo mire mal. Eso era jugar sucio.
- Quién te ha dicho a ti que soy señora.
- Pues estuve presente en tu boda, – dijo pensativo. – creo que eso cuenta.
- Pues yo he roto con mi esposo.
- Eso no se puede hacer – dijo divertido.
- Pues si Kimberly puede, por qué yo no.
- Estás demente. – comencé a reír y me encamine, no se lo esperaba pero al pasar a la par suya lo despeine, sonreí más pero corrí lo más rápido que podía al ver que me venía persiguiendo. Topándome con el pecho de mi padre, pero eso no me detuvo me puse atrás de él y lo use como escudo.
- Retrocede, tengo un papá y no tengo miedo en usarlo. – él me vió con los ojos entrecerrados, listo para atacar.
- Qué pasa aquí. – dijo papá al vernos así.
- Papá hazte a un lado, esto es algo entre ella y yo. – el niño sonó muy convincente, tan convincente que papá levantó las manos al aire y se hizo a un lado. Nombre y ahora que hacía yo, quién sería mi muralla.
- Papá. – dije en reproche.
- Él niño a hablado. – dijo papá negando con la cabeza.
- Ya, mira prometo no volver a despeinarte por… - me quede pensando en cuanto tiempo tardaría hasta volver a intentar despeinarlo. – media hora. – me vio con cara de: “no manches Frida”, y yo así con cara de: “no me hagas daño por favor”.
- Es enserio. Media hora. – preguntó papá, sin ayudarme. Me le quedé viendo y le sonreí falsamente.
- Si no me vas a ayudar entonces no te entrometas. – le dije algo sentida. Él solo me observó y me mostró la lengua.En ese momento de descuido Jonah se me lanzó encima, consiguiendo una increíble tacleada. Me botó al piso, y hasta escuche algo tronar. Papá solo se quedó viendo la escena con cara de dolor. Jonah pasó una pierna a cada lado de mi cuerpo y comenzó a hacerme cosquillas.
- No por favor, cosquillas no. – dije como pude mientras me retorcía de la risa. Él se hacía de oídos sordos, mientras que papá solo reía.
- Bien, bien. Prometo no despeinarte por lo que resta del día. – sentí como aumentó la intensidad. – okey tampoco lo haré mañana. – no cesaba, yo ya estaba al borde de las lágrimas. – bien por una semana.
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Insomnios En Tu Piel
Mystery / Thriller¿Qué sucede si juntas al resentimiento y a los fantasmas del pasado? Eres invitado a descubrir la respuesta en esta historia.