Estaba en la cocina preparándome un té cuando mi padre se acercó y me dejó un beso en la mejilla derecha.
-Qué harás hoy.
-Amm... - me hice la pensativa, aunque solo me limitaría a ir a la empresa un rato y luego estaría con mi mejor amiga que había solicitado de mi ayuda porque hoy se iba a ver con su nuevo novio, y tenia que acompañarla a hacer todo lo que necesitaba para poder verse increíble esa noche.
-Trabajo - me limite a contestar, que pereza estar explicando tanto.
-Qué te parece si vamos a cenar hoy.
-Mm...
-Es que me voy a reunir con un posible nuevo socio y... - estaba muy nervioso, algo que no me gustaba pero... qué podría pasar, talvez era uno muy importante. - no me haría mal que una belleza como lo es mi hija me acompañe.
-Esta bien.
-Sabia que lo halagos servirían. - Reí, levante una mano cuando estaba por hablar.
- No lo hago por los halagos, si así fuera solo me paro en la puerta de la casa para escucharlos. - guiñe el ojo derecho. - pero resulta que amo a mi padre y me gusta pasar tiempo con él.Me sonrió y se acercó para darme un beso en la frente.
-Te amo.
-Y yo a ti.🍃🍃🍃
Ya habíamos terminado todas las vueltas y cuando salimos al parqueo de la peluquería, estaba oscureciendo.
Ni siquiera sabia como había pasado tan rápido el tiempo.-Eres una mala amiga. - recibí un manotazo.
Ah ya recordaba, entre compra y compra. Claro cuando llegamos a la peluquería había cerrado los ojos un momento y los abrí inmediatamente cuando escuche los gritos que me daba Emily.
-Soy la mejor amiga que cualquier persona quisiera tener.
-Habría que ver su estado mental entonces.
-Auch - me lleve la mano al pecho.
-Cómo se te ocurre dormirte mientras acompañas a tu amiga a la peluquería, mientras que ella pide de tu opinión.
-Solo cerré los ojos por un momento.
-Ah claro y por eso es que estuve al menos tres minutos gritándote para que los abrieras. - Bufé.
-Exageras. - Emily exhaló exageradamente.
-Lo bueno es que ya solo me tengo que ir a cambiar y estaré lista para esta noche.
-Y yo me tengo que ir a bañar y vestirme.
-Hay por favor lo único que tú debes de hacer es solo cambiarte los zapatos y estas lista.
-Es una reunión de negocios, no una de reencuentro con mi ex.
-Ese hombre te ve y se rinde a tus pies.
-Ja, eso no parecía cuando estábamos juntos.
-Si... bueno, fue un imbécil, pero a un papacito como él, yo le perdonaría cualquier cosa.
-Si, por eso es que te vas a reunir con ese Jony hoy, ¿no?.
-Deberás que eres muy cruel. - lo dijo mientras achinaba los ojos. Fue inevitable que riera.
-Vamos que te tengo que pasar dejando a tu casa, o sino ni tú, ni yo llegaremos a tiempo a nuestras citas.La deje en su casa, y me fui para la mía a vestirme, mi padre me había enviado la dirección y la hora.
Me di un una ducha rápida y me vestí con un jean negro algo ajustado, una blusa blanca manga larga de cuello alto y unas botas tipo militares de tacón. Me maquille sutil y me hice un cola alta. Me ví una última vez en el espejo, luego ví mi reloj y ya era tardísimo, sino iba bien presentada pues... no había de otra ya no tenia tiempo, al menos seria puntual.Antes de salir jale un gabardina café. Me subí a mi coche y maneje lo más rápido que se me permitía. Mientras manejaba me percate que cuando llegue a casa no había nadie, así que supuse que estaban donde mi abuela. Como siempre que desaparecían. Ninguno de mis hermanos era de andar en fiestas, ellos eran más... ambiente familiar. Sí, preferían mil veces estar encerrados a andar a media noche en una fiesta. Y no era que fueran aburridos o que mi padre no nos dejara ir a ellas, solo que siempre veíamos la preocupación de mi padre cuando alguno salía muy noche y no hablemos de como se ponía el resto de lo que durara su partida. Así que no fueron más que algunas cuantas fiestas a las que asistimos, además no era algo que anheláramos, solo para quitar la curiosidad.
Me di cuenta de que había llegado a mi destino. Así que baje y lo parqueé en el primer espacio libre que ví, y corrí dentro. En la entrada había un chico asignando mesas, le di el nombre de mi padre e instantáneamente me dirigió a una mesa donde habían cuatro hombres hablando.Al llegar al pie de la mesa mi padre volteó y se levantó, mientras retiraba una silla para que yo me sentará me saludó.
-Ella es Júpiter, mi primer hija - salude a los presentes que eran dos señores y un chico como de unos veinticinco.
-Es una chica muy hermosa. - Sonreí y agradecí.
-Hija él es Tobías, el dueño de TentacionCorp.
-Oh mucho gusto, es la empresa de moda, ¿no? - pregunte algo dudosa, mientras que pensaba, "quién carajos le pone Tentación a su empresa".
-Sí así es.
-Es un placer conocerlo en persona.
-Oh muchas gracias, pero el placer es mío por conocer a tal belleza. - no lo dijo de un modo morboso, sino más como cuando tu abuelo te está chuleando.
-Ah gracias, enserio.
Estuvimos hablando un rato mientras terminaban algunas pautas del contrato con mi padre, que al parecer si lo consiguió.
-Ah por cierto, felicidades por el compromiso. - me tense y sonreí dudosa. No entendí de que me hablaba.
-¿Gracias?
-Bueno lamento no poder acompañarlos en la cena pero fue una reunión muy agradable, ojala se repitiera. - todos se despidieron de él.
-Que le vaya muy bien señor Tobías.
-Oh no, no querida omite el señor, por favor. - Sonreí.
-Bien, buen viaje Tobías. - me sonrió.
-Gracias, y una vez más, felicidades. - solo me limite a sonreír. El señor se levantó y se marchó.Al marcharse Tobías, me volteé a mi padre que me miraba algo asustado.
-Te acuerdas de Fernando. - y ví al único que señor que quedaba, claro aparte de mi padre. - él fue uno de los primeros socios de mi empresa.
-Mucho gusto - le Sonreí sincera, Fernando tenia una mirada cansada, supongo que llevar una empresa durante tantísimos años tiene su resultado. El señor me agradaba era muy amigable.
-Estás muy grande, y hermosa por supuesto. En qué momento creciste tanto.
-El tiempo pasa rápido ¿no?
-Claro que lo hace y si no nos damos cuenta podemos perdernos de muchas cosas.
-Ya lo creo.
-Este es mi hijo. Eloy - el chico me observó serio con unos ojos hermosos color miel y luego asintió. Le correspondí con una leve sonrisa.
-Hija hay algo de lo que te tengo que hablar. - eso seria una catástrofe.
-De qué podría ser.
-Bien, mira... - buscó la mirada de Fernando pidiéndole ayuda. Fernando respiró y negando comenzó a hablar.
-Sabes pienso retirarme.
-Oh vaya, que bien.
-Sí, y como ya sabes, si te retiras significa que alguien nuevo viene. -
Mi cabeza estaba a mil por hora, y me temía lo que pudiera decir, no es como si no le hubiese estado huyendo a eso. Asentí.
-Bueno, mi hijo será el nuevo presidente de la empresa.
-Felicidades, - le dije al chico que solo se removió en su asiento y me dio media sonrisa. - y en qué me incluye eso a mí. - Fernando y mi padre tragaron duro, lo juro, escuche el momento en que lo hicieron. La expresión divertida del chico se convirtió en seriedad.
-Hija, yo hace unos años hice una promesa a Fernando...Y se quedó callado, buscando las palabras correctas pero sabia que no las iba a encontrar. Mientras tanto yo estaba apretando el mantel de la mesa con la mano izquierda.
-En la empresa hay un requisito para poder asumir la presidencia. - habló Fernando. Antes de seguir carraspeó - Quien vaya a asumir la presidencia debe estar casado. - fue mi turno de tragar.
-Tu compromiso ya está hecho, solo queda que se cumpla. - mi padre no ayudaba mucho con lo que decía.
-Deberán permanecer casados durante año y medio, y viviendo bajo el mismo techo. No te preocupes yo pagaré todos los gastos, no importa, ustedes escojan... que para eso he trabajado.Estaba enojada, muy enojada, por una maldita promesa tenia que casarme. Ellos estaban esperando mi reacción, más yo no hice ningún gesto a como ya estaba.
-De qué se trataba esa promesa. - le pregunte a mi padre. Él exhaló profundo.
-Cuando fuéramos mayores y nuestros hijos fuesen grandes yo le daría a mi hija para que se casara con su hijo. - lo mire sin expresión alguna. Esto tenía que ser una broma. Me quede pensando unos segundos.
-Bien, lo haré. - en ese momento todos soltaron el aire que tenían en los pulmones. Volteé a ver al chico que tenía la mandíbula tensa. Y note odio en su mirada, no sabia de que iba pero no le preste atención.
-En serio lo harás, no sabes lo agradecido que estoy contigo. - Solté el mantel y ví que habían unas manchitas rojas, pequeñas. Volteé las palmas de mis manos y ví que había aplicado demasiada fuerza en los puños, que me había insertado las uñas en las palmas.
-Cuándo - pregunte mientras examinaba mis palmas.
-Dentro de cuatro meses.
-Bien, entonces nos vemos pronto. Feliz noche.Me levante y me marché de ese lugar. No quería saber nada de mi padre, no por esa noche.
***
Gracias por darle una oportunidad a mi historia.
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Insomnios En Tu Piel
Mystery / Thriller¿Qué sucede si juntas al resentimiento y a los fantasmas del pasado? Eres invitado a descubrir la respuesta en esta historia.