Capítulo 6

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-Estamos hablando de la reducción de dos millones doscientos mil dólares anuales. Así que la decisión depende de ustedes.

Al terminar la conferencia me quede ordenando algunos papeles. Hoy habíamos lanzado el proyecto de paneles solares biotérmicos, lo cual impactaría contra el exceso de energía innecesaria. Lo que convenía tanto al productor como al receptor.

-Increíble discurso Júpiter - ella era Ariel, no la sirenita, ella con mucha dificultad se mantenía a flote en el agua. Ella era la co-presidenta de una empresa que se dedicaba al comercio de los lácteos. - es increíble como han avanzado con la empresa, tanto tus hermanos como tú. Es maravilloso lo que veo.
-Muchas gracias Ariel, es un placer escuchar eso y de alguien tan importante como tú. - se sonrojó y me dio un abrazo.
-Claro que es un placer, eso nos motiva a seguir adelante y no darnos por vencido. La jefa se ha esforzado mucho para que hoy seamos lo que somos. - mi hermano siempre de chute. Apareció de la nada con las manos metidas en las bolsas delanteras de su pantalón de tela.
-Oh no lo dudo, pero de lo que tampoco dudo es del apoyo que ustedes deben de darle a la jefa para que hoy en día sean lo que son. - sonreí.
-Eso es más que obvio.
-Lo obvio es que cada vez que los veo están más guapos, solo mírate a penas si te reconozco. - le dijo a mi hermano. Y a él se le ancho la sonrisa que tenía.
-Claro, si lo miras con los ojos entrecerrados y a una distancia de tres metros de lado como que sí. - dije haciendo lo que había dicho. Mi hermano me fulminó con la mirada.
-Oh gracias, pero tú estás más preciosa que ayer. - dijo mi hermano ignorándome y Ariel se volvió a sonrojar. Me dio una sonrisa divertida.
-Y más vieja que ayer también. Bueno chicos, me dio mucho gusto verlos, luego nos pondremos en contacto para discutir los términos del proyecto.
-No hay problema. - respondí feliz.
-Me saludas a Camilo.
-Esta bien Nathaniel, yo le doy tus saludos. Mi esposo se pondrá feliz cuando le diga que los ví. - y con eso se marchó.
-Bueno todo va bien. Tres de los inversores de la capital están realmente encantados con los resultados que se están viendo.
-Este solo es el comienzo hermano. Y Jonah dónde está, no lo he visto en todo el día.
-Pidió permiso, tenia que presentarse a la Universidad por los detalles de su proyecto.
-Bien, el universo está del lado de ese chico. Le ira bien.
-Sí, tiene una suerte bárbara, mas que la que tenemos tú y yo juntos. - asentí. Era cierto, nuestro hermano tiene la mejor suerte que nadie. Apuesto que si va caminando en medio de una tormenta el chico sale con oro en las manos.
-Bueno deberíamos ir a cenar que estoy por comerme un hipopótamo.
-No almorzaste - preguntó con tono molesto.
-Pff claro que si...
-Bien, entonces qué comiste. - Me preguntó con los ojos entrecerrados.
-Amm ¿tortix? - me vio mal.
-Vamos, pasaremos por TacoBell, tienes que comer.
-De hecho quería decirte que Fernando nos invito a cenar en su casa - frunció el ceño.
-¿A ambos?
-Obvio, quiere conocer a mi héroe. - dije y le di mi sonrisa más inocente
-Con eso no harás que se me pase el enojo.
-Yo no... - me calle no por la mirada que dio sino porque sabia que empeoraría las cosas. Se encaminó a la salida y lo escuche repetir tortix mientras negaba con una pequeña sonrisa.

Llegamos a casa de los Long. Y encontramos solo a Fernando ya que sus hijos habían salido con sus amigos, y su esposa había salido a hacer algunos mandados. Nada que me interesara.

-Es un placer conocerte en persona. Júpiter me ha hablado muchísimo de ti.
-El placer es mío. Sí, bueno quién no querría presumir del mejor hermano del mundo. - Nat tenia una expresión divertida.
-Ya veo - dijo Fernando divertido. Fijó su mirada en mí, señalo a mi hermano. - tenias razón, es muy presumido.
-Te lo dije, solo no le hables de su físico por favor, no encontraras como callarlo. - dije mientras me metía un pedazo de pollo a la boca.
-Realmente está muy bien formado. - tome un poco de mi copa de vino. Y sonreí.

La verdad es que mi hermano era atractivo. 1.86 de altura, cabello liso, pelirrojo como mi padre. Delgado pero con un cuerpo muy bien definido por el ejercicio. Tenia una tableta de seis cuadritos marcada. Ojos celestes claros, igual a los míos. También heredados de mi padre. Una carita de inocente, pero no era más que pura fachada ya que era tremendo. Y no lo decía en el plano sexual. Siempre vivía haciéndome bromas. Una vez le había puesto huevo a mi shampoo. Fue horrible, pase cinco días enteros en casa sin salir, pero ni a la puerta.

-Placer masculino. - me encogí de hombros.
-No le veo lo malo.
-Curioso...

Volteé a ver al mismo tiempo que Fernando al escuchar como alguien tosía. Mi hermano estaba algo irritado por nuestra charla.

-Sigo aquí, lo recuerdan. - comenzamos a reír. Fernando dirigió su atención a Nat.
-De hecho, estoy sorprendido que a pesar del chico increíble que eres, aparte del físico, estés soltero.
-Eso es fácil de responder. Ninguna chica me ha dado la satisfacción que me da el trabajo y mis estudios, menos el amor que me proporciona mi familia. Así que decidí poner en primer lugar eso, si llega esa chica algún día pues bienvenida sea.
-Ya veo que es de familia. - eso me lo dijo a mí. Me encogí de hombros. - Aunque no dudo que no hayas tenido tus aventuras. - dijo volviendo a centrarse en mi hermano. Puse una mueca de asco. No quería escuchar acerca de los ligues de mi hermano.
-Lo que busco, no cualquier chica me lo puede ofrecer.
-Así que ustedes están más enfocados en su vida laboral que amorosa.
-Ya estamos acostumbrados, desde siempre fue así. Por eso es que no nos hace falta.
-Podrían buscar algo y ver si les conviene.
-Ya no estamos en la edad de andar de boca en boca, viendo quien nos hace sentir esas mariposas en el estomago. Ya no estamos en la época donde podríamos rogar por amor. - Nat dando su humilde critica sobre el amor. - Nunca ha sido ese el fuerte de nosotros. El amor no se ruega, y tampoco es un juego. Así que necesitamos alguien que nos pueda brindar estabilidad en todos los sentidos, además de libertad. Jamás hemos sido controlados ni por nuestro padre, no aceptaríamos tan fácil que alguien quiera mandar sobre nuestra vida. - se encogió de hombros y bebió de su copa - considero que somos el viento personificado.
-Estoy de acuerdo contigo muchacho. Ahora veo el porque su familia es tan envidiable. Todos ustedes utilizan el cerebro antes que las hormonas. Su padre hizo un magnifico trabajo.

Eso jamás lo negaría, el ejemplo de mi padre, fue más que suficiente para poder entender lo que nuestro padre quería enseñarnos cuando nos decía que antes de entregarnos al cien a alguien, hay que ver si la otra persona está dispuesta a hacer lo mismo por nosotros. Ninguno de los chicos con los que estuve, podría haber dado ni el 15% por ciento de lo que yo quería. Yo sola estaba bien, sin limites. Pero aun así aquí estaba hablando animadamente con mi futuro suegro.

Luego de todo eso, la cena transcurrió entre risas y chistes. Hablamos del proyecto en el que estábamos trabajando y llegamos a un acuerdo para trabajar en la empresa de él. Nos despedimos de Fernando cuando habíamos terminado de cenar.

Nos marchamos con una sonrisa y con una invitación para una próxima cena.

***

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Insomnios En Tu PielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora