Yo sabía bien de lo que me hablaba. No habìa perdido a un marido pero mi padre estaba muerto y había muchas veces en las que necesitaba de él, de su consejo.
-"Ojalá pudieses escucharme, padre".
-"Lo hago, pequeña. Lo hago".
-"¿Papà?. ¡Joder¡. ¿Cuántas cosas paranormales tendré que soportar cada noche antes de irme a dormir?".
-¿Te encuentras bien?-quiso saber Vincenzo-. Estás pálida.
-Lo estoy-mentí-.
-Primera lección aprendida. No des más información de la cuenta.
-Es difícil de explicar.
-No tienes porque explicarme nada, Haya-sonrió-. ¿Es de tu agrado el vino?.
-Es delicioso. ¿Cómo te apañaste tú para conseguirlo?.
-Tu vecino, Abdid.
-Ese hombre debe tener una bodega entera bajo su casa.
-De hecho la tiene.
-¡¿Qué?!.
-No es para él sino para sus familiares. Al parecer tiene un viñedo no me digas donde, la uva no es muy buena para comer....no me enterè demasiado bien de la historia. Mi árabe deja mucho que desear, Haya.
Me pregunté si Vincenzo se había enterado realmente de la historia o había traducido a su aire lo que nuestro místico vecinos le había relatado.
Volví a mirar al cielo, a pensar de nuevo sobre mi padre. ¿Me había contestado en serio?. ¿Era él?. Traté de volver a hablarle, de establecer una conversación con él pero ya no hubo respuesta.
¿Dónde estás, Kilian Jones?. ¿Dónde estás, papá?.
-Algo me dice que tus lágrimas también son por alguien muy querido para tí.
-¿Lágrimas?.
No me había dado cuenta de que mis ojos estaban empañados.
-Sí-contesté mientras limpiaba mis ojos-. Alguien muy querido que se fue no hace mucho y era todo para mí.
La tarde la pasé tratando de descifrar el misterio del famoso libro de terciopelo. Necesitaba distraerme pues caía en grave peligro de ser consumida por la morriña.
No fue muy fructífero. La vida de Chiara y Zahir seguía adelante en Trieste. Ellos cuidaban de su hijo por el día, Zahir ayudaba a la gente por la noche.
"Cada noche, Zahir se refugia en su estudio para ayudar a la gente que sufre ataques en Trieste. Suelo echarlo mucho de menos pero comprendo que su trabajo no es típico en absoluto. Nuestro momento de paz llega cuando, de madrugada, con los primeros rayos de sol, vuelve a nuestro dormitorio. Entonces me abrazo a él hasta que nuestro hijo nos despierta. A veces son minutos, otras veces horas pero siempre el tiempo es disfrutado con intensidad pues nunca sabemos de cuanto disponemos".
Aunque no sin dejar de preocuparme por el motivo por el cual el libro insistía en mostrarme las historias de alcoba sólo a mí, seguí leyendo.
"Hemos llegado a Roma hace apenas un par de horas. Parece una ciudad caótica y, sobretodo, enorme. Acostumbrada a Venezia y Trieste, aquí todo me parece estresante aunque he de admitir que es una bella ciudad.
Me dolió dejar el norte de Italia pues estaba acostumbrada a mi pacífica vida allí pero nos mudamos a la ciudad eterna por cuestiones de trabajo.
Los hermanos de Zahir, siempre en contacto con él, le advirtieron de la alta conflictividad de aquella villa. Él consideró qué había que ayudar. Trieste, según él, estaba protegida y bajo vigilancia.
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Soy tu Oscuridad #4
RomansaEsta historia pertenece a una saga. Se recomienda leer en este orden. *Atrapada *Y entonces llegó ella *Más que hermanos *Soy tu oscuridad Muchos conocéis a mis abuelos, padres e incluso a mis bisabuelos pero esto va más allá del apellido Alfasi. Au...