Capítulo 32: Hablando nos unimos.

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-¡Odio eso y no le pienso perdonar! Al siguiente día tras la escuela salí con mi tío John para ayudarle con un caso.

-Siempre dices eso y lo perdonas.

-¡Pero es que esta vez no me dio razones de porque pego aquel tipo!

-Te recuerdo que tienes un marido súper posesivo y celoso, fijo que le oyó un piropo o algo sobre ti y se volvió loco.

-Si fuera así ¿Por qué no me lo dijo?

-Vergüenza, sabes que él no quiere que le veas algunas cosas para que no le rechaces.

-Pero si las oculta más rabia me da.

-Dime una cosa ¿Él sabe completamente lo que paso cuando Bumby mato a tu padre y tu te salvaste? Mire mis manos.

-No, sabes bien que eso solo lo sabemos tu y yo.

-Y es el motivo de porque no coges un arma de fuego.

-Pero no es lo mismo, son cosas diferentes.

-Si, pero igualmente te la guardas- suspiro -me voy a por tabaco ¿Me esperas?

-Okiss. Mi tío John me dejo sola esperando.

-Vaya, vaya, la muchachita de ayer- de repente el tipo que Tsukasa pego ayer me agarro por la calle -ya sabía yo que eras unas de esas, tu cliente de ayer no me dijo tu precio.

-¡Suélteme! Le aparte mientras active unos guantes que hice en el taller que sueltan descargar como si fuera un taser.

-¡No te hagas la loca mocosa, a las putas como tu los tipos como yo las ponemos en vereda!

-¡Puñetazo de Thor! Le dí un puñetazo con una descarga y le deje revolviéndose en el suelo por la descarga.

-¡Sherlock! ¡¿Estás bien?!

-Si ese capullo pensó que era una prostituta de esas que van con sugar daddy’s.

-Espera un momento- mi tío John lo miro mientras lo esposaba -conozco a este tipo, andábamos meses detrás de su cabeza, es un maldito secuestrador de chicas que luego usa para tratas de blancas.

-Pues es todo tuyo la presa, yo acabo de resolver un caso y he de arreglar un asunto.

-Entiendo, ya te contaré.

-Una cosa, ya que le gusta secuestrar a niñas que salen con sugar daddy’s ¿Por qué no se lo llevas a Big Daddy? Sería un buen regalo de la dragona negra.

-Ju, si, seguro que lo rompe en un día.

-Bueno, nos vemos tío John.

Con incomodes volví a llevar parte de mi ropa a la mansión Domyoji y resolver de una vez por todas las cosas que nos guardamos mutante.

-No, siempre igual, yo la quiero complacer porque la amo y ella no queda satisfecha- al llegar a la mansión Domyoji le oí hablar con sus amigos que aún sabiendo que estaba detrás de él no le dijeron nada -es que no se que tiene en la cabeza esta niña.

-Tsukasa ¿Sí tu mujer regresarán no le dirías la verdad de lo que paso?

-No, me da vergüenza que a ella le llamen prostituta por mi culpa, todos me ven como un sugar daddy’s de eso y yo no quiero que ella se sienta mal, así que se queda entre nosotros 4.

-Eso que quede entre nosotros 4 va ser imposible si somos 5 ¿No crees Sherlock?

-¡¿Qué?! Tsukasa se dio la vuelta nervioso.

-En teoría ya había averiguado eso, hoy mismo yo y mi tío John atrapamos a ese tipo que dio la casualidad que ya lo andaban buscando por secuestro y tratas de blancas con menores.

-¡¿Te enfrentaste a ese tipo?!

-Si y fue divertido probar mi arma de defensa, Dios bendiga a Nicolás Tesla y Alexander Graham Bell, pues gracias a estudiarlos pude desarrollar unos guantes que sueltan descargas como taser.

-Ju, con razón tu esposa es la alumna modelo de la escuela.

-Bueno ahora que sabes que lo hice para protegerte ¿Me pedirás perdón?

-¿Por qué? Que yo sepa somos un matrimonio y deberíamos de arreglar las cosas hablando tranquilamente, pero tiene lo que prefieres es ocultar cosas, pues listo, ocultémonos ¿No?

-Vale, hice mal en ocultarte cosa, teníamos que haberlo hablado, para la próxima ya lo sabemos ¿Estás satisfecha? Suspire mirando para un lado.

-Voy a volver a colocar mi ropa, nos vemos luego. Sin dejar que me dijera algo más me fui a nuestra habitación y deje todo en su sitio.

En nuestra habitación me senté en la parte de los sillones y me puse a mirar el techo para coger fuerza, pues he de decirle ya el secreto que más oculto y el que más me impide ir de nuevo por la rama del campo de ST.

-No hagas trampa. A la Noche Tsukasa me hizo vendar los ojos e ir con él.

-No las hago, veo menos que un gato de yeso.

-Bien, ya hemos llegado. Me quito la venda dejando ver lo lindo que dejó el jardín con las luces.

-Es precioso.

-Me alegra que te guste, pues como sabes siempre me parte el alma discutir o verte triste, así que espero que esto te anime.

-Tsukasa lo que haz hecho nadie en su vida me hacho tales cosas para verme feliz de verdad.

-Entonces ¿Te sientes mejor?

-Si, aunque como te dije las cosas hablando entre nosotros las debemos compartir y yo quiero que sepas el secreto que más me perturba.

-¿Es de que fuiste una componente de una banda? Eso ya lo sabía, eras por temas de ST y que sólo tú y él hombre que conocí tras mi cumpleaños sobrevivieron.

-Yo sobreviví gracias que Alcibíades en ese momento apareció, porque yo me encontraba impotente de usar un arma de fuego desde aquel día.

-¿Uhm?

-El día que mataron a mi padre tras caérsele el arma de sus manos, yo la cogí y antes de que su asesino me matará le mate yo disparándole a la cabeza.

-No fuiste tu.

-¿Qué quieres decir?

-Esa historia me la dijo tu hermano, fue Nakamura-sama quien lo mato.

-Mi hermano te contó eso.

-Si, él día que te lleve al hospital y te levantaste sonámbula me lo contó, creo que pensaba que tu lo sabías.

-Él padre de Ichi me salvo…

-Si, puede ser que tu mente por el trauma lo bloqueará y pensarás que fuiste tu.

-Y yo siempre le trato de lejos, debo ser una capulla de manual, le debo mi vida y no se lo agradezco como es debido.

-Vientito, no te culpes ¿Vale?

-La soluciones que siempre nos ayuda ha sido hablando, es más hablando nos unimos más, puede que también sea la solución para arreglar todo con Nakamura-sama y encuentres en él otro padre- suspire -Maridito.

-Dime.

-¿Qué harías yo sin ti?

-Estar pérdida en este mundo malvado que solo te ha dañado.

-Tampoco es tan malo el mundo, en él estas tu, mis hermanos, nuestros amigos, tu hermana, tío John, Tama-sempai y Nakamura-sama.

-Ju, yo me conformo con que haya una cosa en él.

-¿Qué cosa?

-Tú. Me dijo eso y me beso dulcemente.

Continuara…

Que duro es ser la esposa de un F4.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora