Capítulo 24: La futura mujer.

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En el Dojô me la pase practicando con mi Katana haciendo mis movimientos que aprendí desde pequeña con mi padre.

-¡Wow! Veo que aprendiste mucho de tu padre y eso que tu padre era un inglés. Mientras entrenaba apareció Ichi que se asustó al ver mi filo en su cara.

-Si, él me enseño muchas técnicas- aparte mi Katana - me ayudo mucho a ser una dragona de los 7 dragones del pecado.

-Banda que sino mal recuerdo eres una de los dos que quedan.

-¿Sabes algo de Alcibíades?

-Está de visita en Tokio, toma. Me paso la toalla.

-Le mandaré un mensaje para comer mañana en la escuela.

-O más bien le pedirás que te acompañe delante de tu marido, pero aun así prefiero a tu marido que ha ese pervertido de Alcibíades.

-Ju, ju, ju, descuida que para Alcibíades soy alguien que no debe tocar, lo sabe por lo que paso cuando empezamos a ser colegas.

-Si tu lo dices, solo ten cuidado, no me fío.

-Si, descuida.

Al siguiente día en la hora de descanso fui a la cafetería viendo que aparte de Tsukasa con sus amigos estaba Alcibíades esperándome en la mesa de atrás de Tsukasa. Sonriente fui a la mesa de Alcibíades haciendo pensar a Tsukasa que iba abrazarle, pero a quien abrazo es a Alcibíades.

-¡Uhm! Ya extrañaba uno de estos. Nada más abrazarle le di un beso en la mejilla y luego me senté.

-Ju, si hace más de un año que nos vimos.

-En el funeral de nuestros amigos.

-Solo quedamos dos pecados, lujuria.

-Si, pereza, pero dudo que solo me llamarás para vernos, ya no te siento como una niña, tu olor es de mujer y eso solo puede significar una cosa.

-Es lo que piensas, lo hice con mi futuro ex marido… Tsukasa dio un golpe en la mesa.

-¡¿Te casaste?! No me lo puedo creer.

-Pues créetelo, aunque como te dije me voy a divorciar, a él le salió una prometida.

-Bueno, si lo que dices es cierto te aconsejo que vivas una vida como yo.

-¿Qué te toca esta noche?

-Si lo dices para quedar, lo siento, me toca hoy hombres, aunque puedo hacer un trío. Nos pusimos a reír.

-Yo…

-Levántate, tenemos que hablar. Tsukasa vino enojado a mi mesa.

-Estoy con mi amigo.

-No adecuado para ti, ahora despídete y vente conmigo al despacho.

-¿Otra vez me vas a decir con quién he ser amiga? Pues he de decirte que Alcibíades le debo mucho, gracias a él sigo con vida, así que no harás que deje de hablar con él.

-Pues lo vez en otro momento y con supervisión, ya que aún eres mi esposa y debes respetar nuestro enlace.

-¡Ah! ¿Qué este es futuro ex marido? No está nada mal.

-No seré nunca su ex marido, vientito será siempre mi esposa.

-Ju, no me hagas reír, tu ya elegiste a tu nueva mujer.

-Te he estado llamando para hablar lo que paso, incluso te espere a que volviera al piso, pero no volviste y tus hermanos ni prenda de donde estabas, he estado preocupado.

Que duro es ser la esposa de un F4.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora