Que duro es ser la esposa de un F4.

Capítulo 2: Casada con mi enemigo.

Al día siguiente de lo pasado era mi día libre y tenía intención de irme al cine, pero nada más salir a la calle unos tipos trajeados me pidieron que les acompañará a un sitio.

-Lo siento, pero no, me tienen enseñada no ir con extraños.

-¿Entonces no le importa la vida de Makino Susumu? Al preguntarme eso agarré al que hizo la pregunta de la pechera.

-¿Qué le han hecho a mi hermano?

-Por el momento ese chaval está bien, pero si tu no viene y haces lo que se te pide ¿Quién sabe lo que le pasará?

-Vale, iré y haré lo que sea, pero si me entero que es mentira o le hacen algo no me detendré en partir huesos mientras repaso anatomía ósea.

Les acompañé a una gran mansión que nada más entrar me hicieron que me diera tratamiento de belleza, peluquería, me hicieron poner ropa cara con unas joyas y maquillaje me hacía ver como una mujer de vez como una chica de 15 años que es lo que soy.

-Espera ahí. Me dijo un mayordomo mayor.

-Si- en la sala me pongo a mirar las fotos y me fijo en una que se ven cuatro chicos, dos de ellos son mayores y los otros dos pequeños -este pequeño es Rui…

-Veo que conoce a mi amigo Rui- Domyoji Tsukasa apareció vestido acorde a mi y oliendo a colonia -esa foto fue cuando Sojiro y yo teníamos 12 años, en cambio Rui y Akira tenía 5, pero su edad nunca molesto para la amistad que tenemos gracias a nuestros padres.

-¿Dónde esta Susumu?

-En su casa supongo, ese mocoso no tiene que meterse en el tema por el que te he traído.

-Me haz mentido para venir.

-En teoría mis hombres no te mintieron, quiero hacer un trato para que yo deje en paz a ese crio.

-¿Qué trato quieres?

-Fácil, hoy te he reunido aquí para celebrar que aceptas ser mi prometida, ya mañana celebraremos nuestra boda, aunque todo ha de quedar en secreto.

-¿Me estas proponiendo que nos cacemos?

-Si, serás una buena esposa, tendrás todo lo que me pidas y terminarás tus estudios en mi escuela y en la universidad, claro está que allí te he de ignorar, solo podrás hablarme cuando estemos solos o en casa, pero aun así te quiero ver cerca de mi, siempre que tenga libre iremos a restaurantes y en vacaciones iremos de viaje ¿Te gusta el trato prometida mía?

-Dios, no me jodas que eres uno de esos tipos que le gusta pagar a jovencitas para que se hagan pasar por sus novias, que asco das, mira será mejor que haga que nunca me haz pedido ese trato y me marchare a mi casa tras cambiarme, lo que te haya costado el tratamiento de belleza y el resto de los que te haya costado mi arreglo físico te lo pagaré cuando pueda, adiós.

-¡Espera!- Domyoji se puso en la puerta impidiéndome el paso -¿Es por ese chico? ¿Qué tiene él? Nada, yo soy un hombre rico, a parte de dirigir una institución que va desde la guardería hasta la universidad dirijo una empresa de Millones, soy el hombre más poderoso de todo Japón ¿Por qué elegir a ese mocoso?

-Ju, lo que tu seas me da igual, pues no harás que cambie de opinión, Susumu es muy apreciado para mi.

-Esas palabras puede costarte mucho.

-¿De verdad?

-Puede que no lo creas, pero te aseguro que conseguiré que tu misma me pida que me cace contigo.

-Sigue soñando, eso no te cuesta dinero.

Nada más decirle eso me fui a cambiar y luego me marché de allí rápido, no quería que este tipo se arrepintiera de dejarme ir y me secuestrara.