Capítulo 35: Nunca temas.

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-Buenas chicos aquí os traigo un poco de fruta cortada y unos sándwich, para que descansen de tanto trabajar y estudiar. Le dijes a los cuatro que estaban cada uno haciendo sus cosas en la sala de estar.

-Gracias vientito, me das la fruta en la boca.

-Ju, mira que llegas ser tan mimoso, anda di “A”.

-¡Ah!- le metí la fruta y él se la comió sonriente -que sabrosa.

-Que linda pareja.

-A mi me ha dado envidia me das también de comer.

-Yo también quiero.

-Y yo.

-¡Ni hablar, si quieren que alguien os cuide casesen con una mujer, mi esposa es solo para mi y los hijos que tengamos!

-Que será ahora más próximo, ya que los del ministerio de Educación te exigió pasar a Sherlock a la universidad.

-Si, pronto la pequeña estudiará con nosotros.

-No la llamen pequeña, mi vientito es toda una mujer.

-Ya paren de hablar así de mi como si no estuviera, me da vergüenza.

-“¡Oh! Que Kawaii.” Dijeron los cuatros.

-Ju, ju, ju, vientito ya viste los libros que tienes para tus nuevas clases en la universidad.

-Si, gracias maridito, os dejo trabajando y me pongo ha prepararte la cena.

-Vale. Le dí un beso.

Mis clases en la universidad empezaron y me vi a mis compañeros y compañeras son más simpáticos e incluso tengo conversaciones más entretenidas y más entendibles, pues la preparatoria solo pensaban en tontería.

-Hoy la clase va ser de lo que práctico en la torre de ST.

-Entonces ¿Te gusta estudiar en La universidad?

-Si, me alegro de ir, es mucho más entretenido, me caen bien todos.

-Eso está bien, pero ten cuidado, que de buena se aprovechan de ti.

-Si, descuida.

-Esta tarde tengo asunto que arreglar en la oficina, así que de la universidad a la torre ST y después para casa.

-Hoy no tengo que ir a la torre, voy a mi piso a buscar más ropa, ahora que no llevo uniforme tengo que ponerme ropa de calle y en casa tengo poca.

-Espero que no sea muy fresquita, porque al único que debes mostrar es a mi.

-Pero hace calor ¿Qué malo tiene que me ponga camisas cortas y pantaloncitos?

-Que otros pueden intentar robarte.

-Ju, yo no me dejaría, solo tengo ojos para mi maridito mimoso.

-Anda entra para clases, te veo luego. Me dio un beso y me fui para dentro.

Como tenía planeado hice mis clases, fui a mi piso recoger más ropa y la lleve a la mansión Domyoji a tiempo para hacerle la cena.

-Ya llegue a casa…

-¿Qué haces tu aquí? Al llegar me encontré a mi suegra.

-Buenas tardes a usted también.

-¿Yo no te di una orden?

-Si, pero usted no me dijo que ella es la nueva señora de la casa.

-¡Yo nunca he consentido ese matrimonio!

-¡En primer lugar a Tama-sempai no le gritas, si tienes algo contra mi me lo dices a mi, no pienso permitir que trate a los empleados así de mal, ellos son persona y se merecen respeto!

-Te crees ahora superior a mi por tener ese matrimonio con mi hijo.

-Yo no me creo nada, solo le pido respeto, porque al igual que usted aquí todos somos seres humanos.

-Ju ¿Humano? No me hagas reír, solo son plebe como tu.

-Se equivoca mucho, pero es normal sufre la ignorancia de una sociedad retrógrada y llena de prejuicios.

-Lárgate de mi casa.

-El único que me debe decir eso es mi marido Tsukasa, no usted.

-¡Maldita! Me fue a pegar, pero la pare.

-Así nunca arreglará nada- la aparte -Tama-sempai, perdone este mal momento, dejo mi ropa en la habitación y luego iré a hacerle la cena a mi maridito.

-Permíteme que te ayude a colocarla- Tama-sempai se fue conmigo a la habitación en donde me pongo a colocar mi ropa -Sherlock-chan le agradezco que nos defienda, desde que Kaede se caso con el anterior señor siempre se ha creído alguien que puede hacer lo que quiera, es más nunca hubo amor entre ellos, tuvieron a sus hijos solo por tener descendencia, ni siquiera ella quería a sus hijos, siempre me encomendó a mi o a Tsubaki-san el cuidado del señor cuando era pequeño.

-La únicas figura materna fueron ustedes dos.

-Si, pero el señor no entendió a su padre hasta que tras la muerte de su padre tuvo que remplazarle en su puesto y aguantar las locuras que su madre hacia.

-Algo me dijo Tsukasa, cuando le impuso una prometida, digamos que por casi nos separamos por eso, pues yo respetos los compromisos por mi educación.

-Pero tu matrimonio es más importante y más porque a pesar de ello tu edad haz demostrado una madurez que nunca vi en Kaede-san.

-Yo lo tuve que hacer por narices y más por demostrar que soy independiente, trabajaba en lo que me salía a la vez que luchaba con los de mi banda, aunque una de esa banda fue la que terminó con todo, de aquello solo me queda un amigo, un tatuaje y otro trauma más en mi vida.

-El señor me lo dijo y que él hace lo posible para que no sufras de esos trauma.

-Él siempre ha estado en los momentos que siempre le necesitaba y viceversa, yo siempre que le veo mal hago lo posible para que no lo esté.

-Por eso más que nunca pienso que eres la perfecta para él, te contó de su agresividad, desde niño siempre tuvo problemas con todo aquel que no le agradaba, se peleaba por cualquier cosa, es más el antiguo señor temía en dejar el negocio familiar, pero al final lo tuvo que hacer, aunque eso no cambio mucho.

-Eso lo sé, cuando le conocí era un capullo de los grandes, incluso si en un principio acepte ser su esposa fue por proteger a mi hermano, pero el tiempo me hizo amarlo y no querer perderlo, aunque habían veces que me intentaba obligar dejarlo no pude, mi corazón solo le ama a él.

-Ustedes estabais predestinado encontraros, pero Kaede-san no os dejara en paz hasta que tengáis un bebé.

-Pero es temprano aún para eso, aún tengo 16 años.

-Bueno, si, pero ayudaría a que ella no pudiera echarte, la mansión Domyoji y el señor de verdad que te necesitan.

-Por el momento lucharé como pueda para no irme y cuidar a todos.

-Gracias por todo Sherlock-chan.

-Bueno, mi ropa ya está colocada, voy a hacerle la cena a mi maridito…- sonó el teléfono y Tama-sempai fue la que hablo -¿Quién era?

-El señor, dijo que le disculparas, pero hoy sería mejor que no fuera a casa temprano y se quedará con Rui hasta muy tarde.

-Entiendo, quiere evitar una confrontación- suspire -me podré a preparar las cosas para que tenga todo listo antes de dormir.

-Mi pobre niña.

Continuara…

Que duro es ser la esposa de un F4.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora