Que duro es ser la esposa de un F4.

Capítulo 39: Encontrada.

Un día que fui a llevar la comida con Asiye para su marido y sus cuñados los mellizos, cuando estaba en el barco se produjo un incendio que me acorralo dejándome solo la opción de subirme a lo alto de la grúa, mientras abajo todos chillaban he intentaban apagar el fuego.

-¡ESEN! Ya en lo alto calcule que hacer y dando un fuerte impulso salte al mar salvándose de las llamas.

-¡Cof, cof!

-¡Esen!- todos vinieron preocupados -¡¿Estás bien?!

-Si, ha sido ¡Ufff!

-Gracias a Dios.

-Por si las moscas lleva a Esen a el médico, ha inhalado mucho humo.

-Si.

-Hermano ya hemos pillado al causante, es un hombre de Cemil.

-Ese maldito, siempre jodiendo, ese me va oír.

-¿Quién nos lleva al hospital?

-Murat encárgate de llevarlas y luego vuelve, no podemos ir en escasos.

-A sus ordenes hermano.

En el hospital me dijeron que estaba bien, que como mucho tomará alguna que otra infusión de manzanilla y no me forzará tanto.

-Que alivio, papá no se preocupara…- se quedo mirando -¿Es el coche del primo de Mustafá?

-¿Crees que ha pasado algo?

-Veamos. Entramos a la casa del señor Osman y nos vimos al comisario con tres hombres asiáticos.

-“Hermana.”

-“Sherlock.”

-“Vientito.” Al decir eso los tres a la vez me hizo que me doliera mucho la cabeza y me desmayara.

Al despertar lo hice aún doliéndome la cabeza y aturdida.

-Que bien que despiertas. Al despertar me vi a Asiye junto a mi.

-¿Qué ha pasado?

-Te desmayaste al ver a esos guaperas que te conocen.

-“¿Ya ha despertado?” Los tres de antes entraron.

-Mi compañero pregunta por mi hermana.

-¿Eres mi hermano?

-Si, tranquila, ya nos explico el médico, tienes amnesia y no es bueno ir de golpe hacerte recordar ya que te hace daño, así que iremos poco a poco ayudándote para que recuerdes.

-Ju, que suerte ¿No? Vinieron a buscarte para que te pongas bien.

-¿Eso significa que me iré?

-Si, vale que le hallas cogido cariño a las personas, pero tu sitio está en Japón.

-Asiye.

-Es lo mejor hermanita, además no te preocupes, siempre que vengas nos veremos.

¿Puedo despedirme de todos al menos? Miro para los otros dos.

-Si, tranquila.

-Vamos.

Esa despedida me dolió, pues aunque poco tiempo con ellos se volvieron como una familia para mi, incluso antes de irme tras besar la mano de la señora Saniye ella me dio un abrazo, ya lo último que vi mientras se alejaba el coche es como echaban el agua tas nosotros.

-Toma, esto te pertenece. Me dice en japonés mi hermano.

-“Colecta y atesora cada recuerdo sin importar el precio.”- Al decir eso la imagen de una manos poniéndomela vino a mi mente -esto me lo regalo alguien que quiero.

-Si hermanita, fue nuestra madre.

-Ya está todo, solo hay que esperar a que diga que embarquemos.

-Si.

-Ya sé que tengo que recordar poco a poco, pero ¿Me diríais quien sois? Así me puedo coordinar.

-Vale, empiezo yo, soy Ichi, tu medio hermano mayor por parte de madre, ya te presentaré al llegar a tu otro medio hermano por parte de padre.

-¿En serio? Que lio de familia tengo, seguro que cuando vea a mis padres me explicarán mejor.

-Sherlock, pequeña, mamá y tu papá murieron hace años.

-¡Ah! Que triste, no puedo ni recordarles. Dije soltando una lágrima de un ojo.

-Algo me dice que no del todo los haz olvidado. Me dio un pañuelo.

-Me toca presentarme, soy Rui, soy tu mejor amigo, nos conocimos de niños.

-Pues es un gusto volverte a conocer- le dije sonriente -¿Y el hombre de pelo rizado?

-Soy Tsukasa…

-¡Uhg!

-¡¿Qué te ocurre vientito?! Al decirme eso más me dolía la cabeza.

-¡No me toques! Le miro rabiosa.

-Vientito…

-Ya para de llamarme así, cada vez que lo hace algo me dice que algo malo traes.

-¡Yo nunca te haría daño!

-Tsukasa, calma, recuerda que su problema ¿Vale? Hay que ir poco a poco para que no le afecte.

-¡Gru!

Continuara…