Capítulo 44: El despertar de la dragona.

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Los días pasaron bien, iba a clases, a mis terapias y mis pesadilla junto a Tsukasa fueron yéndose, vivíamos incluso una vida matrimonial en mi piso sin tener molestias de nadie.

-Hoy te estás poniendo muy guapa, quieres algo a parte de salir conmigo.

-Solo quiero aprovechar de mi maridito hoy, ya que esta noche no dormirá conmigo porque te vas a la mansión.

-Pues vente y volvamos fastidiar a mi madre.

-Tsukasa mejor no, siento que algo me dice que no vaya.

-Entiendo, sientes miedo, nada tranquila, ya veras que cuando todo se resuelva no tendrás por qué temer.

-Si. Me beso dulcemente.

-Vamos, te quiero llevar a muchos sitios en donde nos divertiremos los dos.

La cita fue fantástica, me sentía siempre con él tan segura que podía caminar a su lado sin ningún miedo o prejuicio, incluso mientras lo hacíamos una pareja de ancianos nos elogio.

-Ju, ju, ju, seguro que esos ansianitos no se crearían que empezamos como el perro y el gato.

-A mi me gustaría llegar a su edad y ser como ellos, estar juntos aunque abecés discutamos.

-Yo mientras que no me cambies por una joven.

-¿Qué dices? El que tendría que tener cuidado sería yo, tu podrías cambiarme a mi si te diera alceimer.

-¡Jope! No fue mi culpa que recordará solo los momentos de odio.

-Ya, anda no discutamos en esta cita tan linda, eso dejémoslo para otro momento.

-Si, serás lo mejor maridito.

Continuamos la cita hasta que se hizo de noche y me llevo a mi piso ya que no estaba seguro hasta que yo estuviera dentro.

-No abras a nadie, ten todo cerrado y apagado ¡Ah! Y si suena el teléfono lo coges rápido, yo te llamaré nada más estar en mi habitación.

-¿Uhm? No me digas que ahora te va también ese rollo.

-No tonta, yo si no te huelo no quiero, a mi me gusta sentirte.

-Ju, ya lo sé, solo te buscaba la lengua.

-¡Ufff! No me pongas difícil irme, sé que será solo una noche, pero me parecerá una eternidad.

-Anda vete y no tengas mucha bulla con tu madre, mañana nos vemos donde siempre para comer.

-¿Y mis mimos?

-Si da tiempo te los doy.

-Vale, hasta mañana. Me dio un beso y se fue.

Esa noche mientras hacia la comida me sentí rara, como si algo malo fuera pasar, es tanta mi opresión que me tuve que parar a respirar un poco. Ya más calmada termine la comida y espere la llamada de Tsukasa, pero nunca la hizo y me preocupe.

-Hola chicos ¿Han visto a mi maridito?- al no ver al otro día a Tsukasa fui a donde estaban Sojiro, Akira y Rui -¿Qué le ha pasado? Al ver sus caras me percaté que le paso algo.

-Anoche recibido una llamada rara de Tsukasa, decía algo de que no te volvieran a tocar o lo lamentaría a una persona.

-¿Creen que mis secuestradores volvieron pero esta vez por él?

-Si, es así deberíamos hablar con tu hermano y su padre, ellos nos podrían ayudar.

-Yo me encargo de eso, iré a la torre, ustedes hablad con Tsubaki o Tama-sempai a ver si ellas saben algo.

Que duro es ser la esposa de un F4.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora