Que duro es ser la esposa de un F4.

Capítulo 36: Lucharé.

Tsukasa al final no vino y eso hizo que me la pasara llorando sola en nuestra cama, ni siquiera pegue ojo porque no podía.

-Hermana ¿Por qué tienes los ojos rojos? ¿Haz estado llorando? Susumu me hizo una visita a la universidad.

-No, es por el ordenador, últimamente trabajo mucho con una pantalla.

-Espero que sea eso, me enojaría mucho si fuera que haz llorando por culpa de Tsukasa.

-¡Vientito!- Tsukasa apareció corriendo y me abrazo -Dios, que bien tenerte entre mis brazos, no veas lo incómodo es dormir con Rui, ronca y le huelen los pies.

-¿Dormiste con Rui?

-Si, no tuve otro remedio, el cabrón solo tenía una cama- me miro a los ojos -Vientito tus ojitos están rojos.

-Ella dice que es del ordenador.

-Pues hoy descansa, te cuidare y haré lo posible para que no los tengas así y si mi madre se pone tonta le pararé los pies.

-No te preocupes por ella ¿Vale? Ella no me importa, solo tú. Me acarició la cara.

-Mi amada vientito, venga vámonos a tomar algo, quiero recuperar el tiempo de anoche.

Con Tsukasa me fui a una cafetería muy femenina en la que Tsukasa no parecía pegar, es más parecido algo raro verle allí sentado delante de mi.

-¡Mmm! Están sabrosos estos macarons.

-Me encanta verte sonreír y más porque aunque digas que lo de los ojos es por el ordenador algo me dice que fue mi culpa, te deje sola y eso nunca lo deseo.

-Maridito no digas eso, no te preocupes, no he llorando, anda no te pongas mal.

-Vale, pero no puedo evitarlo, te amo mucho y no me gusta verte sufrir.

-¿Solo tomaras ese café? Anda toma un macarons.

-Son muy dulce para mi, prefiero que lo tomes tú, así te volverás más dulce.

-¿Y por qué tu no puedes endulzarte también? Por favor, toma uno por mi.

-De acuerdo- se tomó uno y luego puso una cara graciosa -ves, es… Le besé dulcemente.

-No tanto como los besos de mis maridito.

-Dios- miro para un lado avergonzado -eres mi cargador de amor, con sólo un beso me recargas las pilas.

-Ju, ju, ju.

-Vientito ¿Mi madre te hizo algo?

-No, ella ni me da miedo, así que le deje por mi parte las cosas claras.

-Te prometo que yo haré también lo posible para que ella pare, no puedo permitir que siga con sus exigencias.

-Yo solo espero que no te metas en problemas.

-Descuida, más bien sin ella la empresa tendrá menos problemas, ella siempre metes en problemas a la empresa, ni siquiera pidió opinión en aumentar el negocio de la hostelería, vale que va bien, pero porque a vaces de mi padre y yo nos esforzamos, eso quieras o no me fastidia un poco, porque ella no me ayuda solo me aumenta los problemas.

-Tranquilo.

-Tsubaki me dijo que ya que los de los tratos de los hoteles es por parte de su esposo con nosotros dijo que cuando pudiera se encargaría, yo solo me encargaría de las otras dos ramas del negocio familiar.

-La rama estudiantil y la comercial.

-Si- miro su café -siempre temí por eso.

-¿Uhm?