Capítulo 40: No creo que te recuerde.

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Tras largas horas de vuelo llegamos a Japón y allí me llevaron a un piso que me suena un poco, así que me siento cómoda.

-Ese de los rizos ¿Se puede ir? Me pone de los nervios.

-¡¿Qué yo te pongo de los nervios?!

-Tsukasa.

-Vale, me voy. Tsukasa se marchó dando un portazo.

-Que mal carácter, puede que sea por eso que no me da buena espina.

-Sherlock, ven deja que nos presentemos nosotros- una chica simpática me hizo sentar -yo soy Sigeru una de tus mejores amigas.

-Vale.

-Y yo soy Susumu tu hermano el que te hace la broma de los mellizos.

-¿No comprendo?

-Es porque aunque no tenemos la misma madre tenemos el mismo padre y nacimos el mismo día, lo que yo soy unos minutos más grande.

-Ya entiendo.

-Sherlock ¿Quieres algo de tomar? Se te ve algo cansada.

-Estoy bien, me tomaré un baño y tomaré algo.

-Vale.

-Hermana ¿Tienes frío?

-No.

-Bueno, lo digo porque tu eras de ir descalza.

-¡Pues ya no lo haré, llevaré siempre calcetines!

-Lo siento hermana.

-¡Uhm! Perdona, no quería chillarte, es que tengo mis motivos para no querer.

-Entiendo.

-Esto…ya es tarde y la pequeña necesita descansar, yo me quedo hoy cuidándola, así que iros a descansar y mañana la veréis en la universidad.

-Ichi ¿Estás seguro que es bueno que vaya?

-Si, empezar por lugares conocidos le ayudará mucho.

-Muy bien, pues nos vemos mañana Sherlock.

-Hasta mañana Rui.

-También yo.

-Y yo.

-Hasta mañana.

Todos se fueron y me dejaron con mi hermano Ichi, él se quedo para cuidarme como dijo, ya por la mañana más descansada fui caminando con Susumu un poco por la escuela para ir a la universidad.

-Entonces apareciste en Turquía y una señora te maltrataba.

-Si, por suerte escape y encontré a la hija de Asiye y Mustafá ellos junto al resto de su familia me acogieron como una más, cuando pueda volveré de visita… Estando cerca de la entrada me vi a Tsukasa y como si algo me dijera corre lejos de él yo lo hice.

-Hermana ¿Te pasa algo con Tsukasa?

-Algo me dice que no me acerque a él.

-Pobre cuñado mío, con lo que te adora.

-Espera ¿Qué es eso de cuñado?

-Veras, tu te casaste con él para protegerme… Un flashback vino a mi mente.

-Ese capullo te utilizo para tenerme, como le odio.

-¡Hay madre!- Susumu me agarro -hermana, espera, calma ahora no lo recuerdas, pero tu acabaste enamorado de él…

-¡¿Qué de que?!- me quede flipando -vete ha saber que brujería hizo para lograrlo, ese maldito capullo, le odio tanto, arreglare todo y me divorciarse, ya veras que si.

Las clases la supe llevar bien, incluso en poco tiempo recupere muchas cosas dejando impresionados a muchos profesores.

-Vientito- en esto que iba a mi siguiente clase me tope con Tsukasa en la escaleras -he de hablar contigo.

-Yo también.

-¿Sí? Bien, vamos a un sitio íntimo- en silencio me llevo a la parte de la pequeña charca -bien, yo quería saber ¿Qué tal tu memoria?

-He recordado cosas.

-¿De verdad? Que feliz…- le puse la alianza en la cara -no sé qué clase de cosa hiciste para que yo continuara este matrimonio, pero ahora mismo solo recuerdo odio por ti, por eso te pido el divorcio y te devuelvo la alianza.

-Vientito, por favor no te apures, es temprano para digas algo que luego te arrepientas.

-No, lo tengo claro, solo veo odio hacia ti y no creo que te recuerde como quieres.

-Si, eso es lo que quieres, vale, luego no llores por cagarla- cogió la alianza y la lanzó lejos -ya no tiene vuelta a tras, adiós. Dijo eso y se marchó haciendo que me duela el pecho.

-Tengo que encontrarla- sin saber fui rápida a buscarla en el agua -¿Dónde caíste?

-¡Sherlock!- fuera del agua me chillo Rui -¡¿Qué haces ahí mojando te?! ¡Te vas a poner peor de lo que estás!

-¡Me da igual, algo me pide no perderla! Rui se sumo ayudarme.

-¿Es esto lo que buscas?

-Si, te lo agradezco…¡Uhg!

-¡Sherlock!

-Mi mente, está hecha un caos.

-Tranquila, no te esfuerces, anda te llevo a casa, por hoy haz tenido suficiente.

Los días pasaron y casi todo el tiempo me la pasaba con Rui, en ningún momento se despega de mi y me tranquiliza, el caos ni lo siento, pero sigue ahí y más cuando un día al volver con Rui a mi piso me encuentro en mitad del salón una tableta de chocolate con caramelo.

-“Mejórate pronto.”

-Alguien que sabe tus gustos quiere que te mejores. Abrí el chocolate y le di un muerdo mientras las lágrimas salían.

Continuara…

Que duro es ser la esposa de un F4.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora