Capítulo 15: Deja de cautivarme

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Capítulo 15: Deja de cautivarme.

Narra Rubius.

No me había cruzado con ninguno de mis compañeros desde el conflicto del casamiento, lo cual, si bien no ha transcurrido hace más de dos días, debo decir que no es algo usual en mí, ya que últimamente, la mayor parte de mis tardes me encuentro con otras personas, ya sea con Nieves, Vegetta, mis amigos o cualquier pueblerino que se pase por mi camino y posea la necesidad de entablar una charla amistosa.

Pero, con todo lo que está ocurriendo, incluso el humor de cada individuo, no estoy teniendo ánimos de verme con nadie. En cuanto a Mangel... a decir verdad, no estoy seguro dónde se halle, él es un poco impredecible cuando lo desea y, si bien me lo encontré el día de la boda antes de dialogar con Fargan, la última vez que conversamos, acabó llevándoselo Lolito y acaparando su atención, fue por aquello, que ese día opté por alejarme unas horas de él, y luego no volví a verlo. En cuanto al resto...

Observo el boquete donde mi hogar estaba instalado hacía poco tiempo y donde, actualmente, solo se perciben restos y ruinas. Bueno, Alexby y Luzu fueron los que me ayudaron a demolerla y, por ende, las últimas dos personas con las que me relacioné. Realmente quiero y me interesa acompañar a Fargan en estos momentos que debe estar siendo duro para él, incluso estuve al borde de visitarlo ayer, no obstante, imaginé que debía tener a Willy, Vegetta o Alexby, que son los que poseen mayor afinidad con él y preferí no estorbar, además, cabe destacar que, me dio pereza irme hasta allá.

"Concéntrate Rubius" me digo a mi mismo en voz baja y golpeo mi frente. No es tiempo de estar pensando en otras cosas y lamentarse por ser tan vago, ya podré apoyar a mi hermano oscuro cuando organicemos la juntada de la que Auron persiste. En lo que debo enfocarme es en comenzar mi nueva casa y para ello, debo estar totalmente centrado.

Zamarreo mi cabeza un cúmulo de veces para despejarme y volver a la realidad. Quedo mirando el inmenso cráter que ahora es considerado mi casa. "Menos mal que mi familia está a salvo en mi choza de roca improvisada", pienso mientras analizo los destrozos. Ni siquiera la rata gigante que me hizo Willy con lana desapareció por completo. Vaya, que justo...

Me alejo unos pasos y coloco unos cuantos bloques de madera en lo que solía ser mi puerto para pescar. Me siento como indio y fijo mi mirada en aquel ambiente despojado de su belleza, ya lo reconstruiría y volverá a denominarse maravilloso, solo debo pensar cómo hacer...

Apoyo mi mentón en mi mano, sin despegar la vista del agujero. Recuerdo que a Mangel y a Alexby les conté que iba a hacer una verdadera isla flotante, aunque... la verdad no estoy seguro de cómo, y yo esperaba que Vegetta me ayudase, pero ya que, ni al caso.

Aparentemente, en el día tan esperado para Fargan, el azabache mencionó que está enojado conmigo ¡¿Y yo qué le habré hecho ahora?! ¡Que terco, de verdad!

-¡De seguro va a pensar que quiero copearme de su casa! -bramo solitariamente, sintiendo como se me enerva la sangre- ¡Se va a ofender y va a decir "Te estás copiando", "Yo ya hice una mansión flotante"! -imito, agudizando mi voz burlonamente- ¡¡Que eso no es una isla flotante!! ¡Tiene escaleras que conectan! ¡¡¡Haber estudiado!!! -chillo como si se lo estuviese diciendo a él. Retengo la respiración con el fin de estabilizar mi comportamiento y tranquilizarme, para luego, largarlo de un soplo.

Me quedo callado una vez más, enfurruñado, y sostengo mis mejillas con mis puños, los cuales se hallan apoyados en mis piernas, soltando un puchero. Golpeo mis cachetes, instintivamente, con movimientos exagerados.

-¡CONCÉNTRATE! -me critico- soy de lo peor... –ni usar mi cerebro para idear mi futura casa por dos minutos puedo jacer.

Un silencio toma posesión del sitio y se establece por varios minutos, o al menos eso me parece a mí, hasta que dos manos, las cuales no veo venir debido a que la persona está a mis espaldas, se dejan caer en mis hombros y, seguidamente, una voz susurra en mi oreja.

Cupido Alexby |Karmaland 4|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora