Capítulo 41: Sanando heridas

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Capítulo 41: Sanando heridas.

Narra Alexby.

Hoy me despierto y me levanto de mi cama con una chispa de felicidad y entusiasmo.

Había pasado bastante desde que me sentí tan realizado como me siento ahora mismo, pero si quiero que el plan de hoy salga excelente, necesito mis ánimos hasta las nubes.

Me muevo melódicamente por toda mi casa hasta llegar a mi baño de abajo. La sonrisa en mi rostro no parece querer irse, a diferencia de mis ojeras y fatiga que ya no hacen aparición en mi rostro.

Después de todo, hoy es un día especial e importante.

Me dedico a mojarme la cara con agua fría para terminar de espabilarme y todavía con gotas resbalando por mis pómulos, me observo al espejo.

Tengo que estar preparado y presentable para hoy.

Finalmente, si todo sale según lo planeado, acabaría por completo y para siempre el dilema de las cartas que parece haber comenzado hace muchísimo tiempo ya.

Desde ese entonces, hay dos preguntas que frecuentemente rondan mi cabeza; una de ella era si llegaría a amar a Amidala como, en su momento, amé a Fargan, esa respuesta la tengo más que asegurada, sé que ella es una chica increíble y deseo pasar el resto de mis días juntos, viviendo en la misma casa, cuidando a Jimmy y demás proyectos, como toda una pareja. La segunda pregunta que abarcaba mi mente era si había logrado superar a Fargan... eso es algo que descubrí hace poco y es que, con todo este asunto de las cartas, lo único que conseguí fue alargar mi dolor y pena, por lo que, una vez lograse dejar ese tema atrás, sería el instante en que realmente podría seguir adelante.

Estoy listo, estoy listo para decirle adiós de una vez por todas...

-Genial, ahora me siento más decaído -inhalo y exhalo varias veces para volver a despejarme.

En resumidas cuentas, hoy finalizaría todo aquello, si consigo que todos acepten mis disculpas y volvamos a empezar, cumpliría mi objetivo.

Solo tengo que pensar e idear bien qué tipo de regalos puedo darle a cada uno, me gustaría que fuesen más personales y que supiesen apreciarlo bien, no obstante, llevo pensándolo tanto tiempo y no se me ocurre nada...

Para serme sincero, lo que me preocupa no es que no llegasen a perdonarme, puesto que, tal como me dijo Luzu, ninguno de nosotros es demasiado rencoroso para ello, sino que, más que nada, me interesa quitarme esta carga de mi consciencia y aliviar mi alma.

Puede que me haya excedido con todo el asunto, por más de que saliese todo bien, fue demasiado riesgoso, más allá de haber estropeado mi amistad y relación con ellos, pude haber arruinado la relación que tenían entre sí.

Bueno, de todas formas, calculo que ya tendrán edad suficiente para ser maduros y comprensibles. Incluso si sus amistades se dañasen, como lo está ahora mismo la de Mangel y Lolito, sabrían sobrellevarlo como adultos.

En cuanto a los regalos...

El timbre de mi puerta principal me trae a la realidad. Amplio mi sonrisa y subo rápidamente. De seguro deben ser Mangel y Rubius. Habíamos quedado para que viniesen a buscarme y así ejecutar el plan.

Efectivamente, abro la puerta y recibo el grato saludo de mis dos mejores amigos.

-¡Bueno Alexby! ¡Un gran día! -bromea el de lentes, abrazándome por el cuello.

-¡Mas importante que cuando te cases! -prosigue Rubius con su mochila al hombro, haciéndome reír.

-¡Hombre! ¡Pues claro! ¡¿qué es más importante que los amigos?! –pregunto, retóricamente, divertido.

Cupido Alexby |Karmaland 4|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora