Cupido Alexby |Karmaland 4|

Capítulo 5: Filo

Capítulo 5: Filo.

Narra Auron.

¿Debería sentir algo? ¿Volver a pescar alejado del pueblo como si no hubiese pasado nada?

No, Alexby o alguien más podría encontrarme ¿Y qué haré entonces? ¿Fingir que tengo idea de lo que estoy haciendo?

Todo esto es por culpa de esa carta... si no la hubiese recibido...

Todo estaría mejor.

Él me dijo que no lo molestase. Que si no sintiese lo mismo me fuera sin más. ¡¡¿Está loco?!! ¡¿En serio me quiere lejos solo por algo así?!

¿En serio yo lo quiero lejos por algo así?

¡No! ¡No quiero que se vaya! ¡No quiero que dejemos de ser amigos!

¡No quiero perderle!

Golpeo con fuerza el cofre que está al lado mío, enrabiado. Suelto un gruñido de bronca y me peino el cabello para atrás.

-¡¿Cariño?! -una voz femenina se adentra al cuarto, a mis espaldas- ¿Todo bien?

-Sí, querida... -murmuro con la cabeza gacha, mientras la azabache se aproxima cautelosamente hacia mi persona.

-Mírame -levanta mi cabeza para verle fijamente a los ojos- ¿Por qué ese golpe repentino?

Trago grueso. No voy a explicarle a Mónica sobre esto, no tengo por qué, por más esposa mía que sea.

-Nada, solamente se me rompió una herramienta muy buena -miento, con una expresión en mi rostro que demostrase que no se metiese en mis asuntos.

Ella asiente, aparentando estar completamente de acuerdo y se arrincona más a mí. Me sujeta delicadamente de mi sudadera blanca y procede a darme un casto beso en mis labios.

No alcanzo a corresponderle que ella se separa y otorgándome una última sonrisa, junto a una caricia en mi mejilla, tan sigilosa como apareció, se va del cuarto donde almaceno mis cosas.

Suspiro al no tenerla más cerca. Ella me gusta y sé que enganchamos bien juntos, a pesar de no haber tenido el mejor comienzo. Simplemente es preciosa y cuando quiere, humorística.

Siempre valoré de ella el hecho de que por más maldición que llevo, me sigue aceptando y amando, y a diferencia de mí, siempre me fue leal.

¡Mierda! ¿Qué haré ahora con este aspecto toda la vida? Si es Luzu quien tiene todo lo que habíamos conseguido para la poción.

Aprieto los puños ¡Ese idiota se cree que puede pedirme de alejarme justo cuando va a darme mi aspecto original! ¡¿Acaso eso tenía en mente desde el principio?! ¡Siempre actuó reacio a devolverme mi apariencia! ¡Ese imbécil me va a oír!

Me equipo mis pertenencias básicas de cada día, las cuales en este pueblo no son nada más ni nada menos que; mi pico, mi hacha, mi pala, mi espada y una pechera. Listo para salir a buscar a ese idiota sea como sea.

Él no me gusta en lo absoluto y no tengo idea hasta qué punto guste de mí, pero como no me dé el antídoto, va a probar mi furia.

Antes de salir de casa, les aviso a mi esposa, y a mi hija.

También, ya que estoy, saludo a Adan y a su hija adoptiva.

Ese hombre sí que tuvo una vida difícil. Hubo un tiempo en el que incluso le habré besado... varias veces... a tal punto que se confundió de lo que sentía por mí, hasta que conoció a una mujer con la que se casó y tuvo una niña, quienes fallecieron trágicamente por... bueno, eso es lo de menos.