Capítulo 36: Los secretos siempre salen a la luz

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Capítulo 36: Los secretos siempre salen a la luz.

Narra Alexby.

Me levanto más o menos temprano por miedo a quedarme dormido si cierro los ojos otra vez.

Hoy tendríamos la reunión que Vegetta y Willy acordaron a organizar urgentemente, con el objetivo, al ser los héroes de Karmaland, de proteger, tranquilizar y servir al pueblo.

La verdad, es que prefiero que lo decidamos todos juntos en lugar de tener que soportarlos después diciendo que no acato la ley ni imparto justicia como policía.

En fin, les dejé bien en claro a Luzu y Auron, que son los que visité yo, que no faltaran, puesto que Vegetta habla en serio y ya saben que les deparará sino. Porque muchas veces bromeamos sobre ello, sin embargo, es indispensable admitir que, en más de una ocasión, al hacer una maldad solemos estar pendientes al celular, esperando que de alguna manera el susodicho se haya enterado y teniendo que afrontar el regaño en forma de mensajes como si fuese nuestro padre. Es evidente que nos tiene bastante a raya y también es necesario que esté, sin Vegetta, puede que ya no existiría pueblo.

Imagino que Fargan y Rubius ya deben estar advertidos por ellos, y sino, es imposible que me culpen a mí. De todas formas, no quiero ser el que deba soportar al oji morado porque alguno de los cinco se ausente u olvide.

Tengo esperanza de que todos lo tendrán más que presente.

Como la reunión es recién empezada la tarde, me dedico a limpiar mi casa para matar el tiempo y disfrutar del sol con Jimmy, a quien se lo ve más que alegre y radiante cada día.

Miro mi móvil de vez en cuando para comprobar si Fargan me respondió mi mensaje de anoche. Le había propuesto de llegar unos minutos antes con el uniforme de trabajo para ser profesionales. Una vez me responde cerca del mediodía, me despreocupo de mi celular y me coloco mi uniforme.

Tampoco es que estuve viendo al resto muy a menudo, si bien ahora estoy saliendo con Amidala, quien me hace mucha ilusión, al igual que Jimmy, estos días me encuentro decaído. No solo tenemos que lidiar con la huida constante de Mangel del pueblo y los múltiples saqueos o explosiones que hay a diario, sino que ahora, Lolito, el actual alcalde y quien perdió la memoria drásticamente, escapó de sus obligaciones con solo una nota de despedida y dejando a la jefatura de policía como cargo al mando, según los ciudadanos.

Por lo visto esto ya no puede seguir así, es por ello que la reunión no podía demorar en aparecer.

Una vez se hacen la una y media, opto por acabar de agarrar los elementos de mi oficio y salgo en dirección al campanario.

Como tengo tiempo, me detengo a observar mi hogar en la sima de la montaña. No importa que nadie lo diga, seguiré creyendo que, con los rayos del sol, mi vivienda es la más bonita de todo Karmaland.

Silbando una melodía al azar y deseando que nada derribe mi buen humor, arribo al lugar designado antes de la hora acordada.

Freno en la entrada principal al momento en que vislumbro a mi compañero de trabajo venir desde su casa con su uniforme y todo, una vez se detiene, le hablo:

-Siempre tan puntuales nosotros, de verdad -cruzo mis brazos y niego con la cabeza, divertido e irónico.

-Y luego se quejarán -me imita el contrario, posando la mano en su cintura- yo no lo entiendo.

Permanecemos cinco minutos más, parados aquí sin necesidad de intercambiar palabras, cuando un tercer integrante se acerca sosegadamente.

-¡Buenas! -nos saluda llegando a nosotros desde detrás.

Cupido Alexby |Karmaland 4|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora