Cupido Alexby |Karmaland 4|

Capítulo 17: ¿Luzu está bien?

Capítulo 17: ¿Luzu está bien?

Narra Alexby.

Ya han transitado dos días más desde que me junté con Mangel y nos pusiéramos prácticamente al día. Más allá de aquello, no me he visto con nadie más desde entonces, salvo mensajes que me envío con algunos integrantes.

Tampoco he visto a Amidala desde la última vez, cuando Mangel me hizo el aguante, me acerqué a hablar con ella y todo parecía esplendido, sin mencionar al idiota que andaba armando complicaciones al pueblo. Era un muchacho, adolescente, que solo realizaba de las suyas, por lo que no hubo mayor opción que regañarle un poco y dejarle ir.

A pesar de aquel percance, la chica se lo tomó de buena manera, y por lo que noté, mostraba que había tenido un gran día o tal vez, es de aquel tipo de personas que todos los días agobiantes lo tornan en uno positivo.

De igual forma, tampoco es que hablásemos en demasía. Me explicó que trabaja ayudando al pueblo en cosechar cultivos o cualquier cosa que necesiten para invertir su tiempo. En sus momentos de aburrimiento lee o pasea. Me fascina que le guste tanto los animales y debo decir que no puedo evitar imaginarnos a ella, a Jimmy y a mí en una misma casa...

Literalmente muero de enamoramiento cada vez que pienso en ella, no sé si tanto como Jimmy, pero sí lo hago.

¿Acaso estoy comenzando a sentirle el mismo amor que yo tenía por Fargan? ¿Llegaré algún día a amarla más que a él? Para ser franco, no es algo en lo que quiero pensar.

Hoy es un día ocupado. Tenemos proyectado con Mangel comenzar a preguntarle a nuestros amigos acerca de la reunión que habíamos ideado, y según el chico de lentes, iremos primero por Auron.

Solo espero que Mangel se encuentre mejor que la vez pasada... cuando regresé con él luego de conversar con Amidala, lo percibí más distante y desconcentrado. No quise atosigarle a preguntas porque sé que no le gusta y acabaría furioso. Ojalá él me cuente qué ocurre cuando le sea conveniente...

Hablando del susodicho, fue capaz el otro día de encontrar algunas de mis notas. Bueno, tampoco es que las había escondido, pero le prestó más atención que cualquier otra persona que haya pisado mi casa y eso no me agrada. Si él descubre que fui yo el de las cartas y, que hay más repartidas por Karmaland, no solo se molestaría conmigo, sino que podría llegar a poner a todos mis amigos en contra mío, lo que ocasionaría múltiples atentados a lo largo de toda mi casa y, posiblemente, muertes a mis seres queridos. Me había olvidado todos los papeles escritos allí, por lo que ahora están guardados en cajones. Por más que no tuviese nada comprometedor, con tan solo observar mi letra en sí, llegaría a descifrarlo todo y yo, no pienso arriesgarme.

Por mera casualidad, me suena el celular, de tal manera que lo desbloqueo para alcanzar a leer el mensaje de, justamente, Mangel, el cual me declara que hasta más tarde no va a poder juntarse conmigo.

-Hablando del rey de roma... -bromeo, sin saber qué hacer para matar el tiempo.

Permanezco observando el techo sin entusiasmo. Realmente no tengo más que hacer el día de hoy. Podría salir a deambular al pueblo, aunque es algo que estoy haciendo bastante seguido. También podría visitar a alguien por un rato y así, de paso, proponerle la idea de mi amigo. Sería matar dos pájaros de un tiro, sin embargo ¿A quién podría visitar?

Mantengo un silencio relajante con el fin de recordar al resto de los ocho integrantes del pueblo con los que poseo mejor afinidad.

Inmediatamente viene a mi memoria un muchacho de cabello castaño y ojos café, con quien me había planteado conversar días atrás, por su comportamiento tan cerrado y cortante en la última ocasión. Sin duda, Luzu ha estado actuando de diferente manera y como amigo suyo, quisiera ayudarle en lo que necesite.