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- Capítulo muy soft, si te da diabetes no es mi culpa, ahora sí lean ;).

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Willy se miró frustrado al espejo, peino su pelo con sus dedos y al no haber mucho cambio, suspiro y salió del baño para después salir de su casa.

Mientras iba a casa de Fargan miraba el pequeño pueblo de Karmaland, le recordaban muchas cosas.

Suspiro nervioso pensando en donde llevaría al emplumado, sabía que este se conformaba con algo sencillo, pero Willy se negaba que tuviese algo "sencillo".

Se paró enfrente de la puerta de Fargan, está vez si había luz y la puerta estaba cerrada y se escuchaban varios pasos dentro. Willy pego al timbre y espero que le abrieran la puerta.

Un Fargan sonriente le abrió la puerta, está vez el emplumado se había quitado el antifaz haciendo lucir todavía más su belleza.

Sus ojos marrones chocolate brillaban adornado con una sonrisa sincera, su pelo oscuro estaba ligeramente alborotado, y su piel morena resaltaba aún más.

- Hola. - Dijo el emplumado con una sonrisa para después dar un corto beso al albino.

- Hola. - Dijo finalmente el otro sonriendo, a los ojos de Fargan Willy era demasiado perfecto.

Su cabello blanco adornaba muy bien sus ojos verdes como esmeraldas, su piel blanca brillaba como nunca y la boina le quedaba demasiado bien. Y su sonrisa burlona le daba el toque.

- ¿A donde vamos cariño? - A Fargan le encantaba decirle motes, se veía lindo cuando se avergonzaba y no sabía que decir. Willy se sonrojó levemente.

- Es una sorpresa, sígueme. - El albino tenía muy claro a donde llevar al búho.

Se pararon en la puerta de un restaurante, parecía que servían buena comida

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Se pararon en la puerta de un restaurante, parecía que servían buena comida.

- Oh, por lo menos no me vas a tener hambriento. - Sonrió Fargan para si mirando de reojo al otro.

- Hombre, ¿Que esperabas?. De todas maneras es solo una parte de lo que haremos hoy. - Dijo el albino para cogerle la mano al otro y dirigirlo a la mesa que había reservado.

Se sentaron frente a frente leyendo el menú, Fargan miraba todo fascinado, no sabía que Willy sería tan detallista.

- Buenas noches, ¿Que desean pedir? - Una mesera bastante alegre les atendió.

Willy miro a Fargan, viendo lo que iba a pedir.

- Mmm, me gustaría un plato de espaguettis con albóndigas, con una cerveza. - Dijo el búho decidido.

- ¿Y usted qué desea? - La mesera anotó, y se dirigió hacia Willy.

- Lo mismo que él. - Dijo el albino con una sonrisa mirando a Fargan.

La mesera se fue y los dos se miraron sonriendo, estaban disfrutando de sus compañías.

- No hacía falta que prepararas todo esto. - Fargan le brillaba los ojitos, se esperaba menos y estaba impresionado.

- Todavía queda lo mejor, te he traído aquí para que no te mueras de hambre. - Willy se "burló" cosa que hizo al otro reír.

- Que caballeroso cariño. - Se burló el castaño sonriendo maravillado.

- ¿Acaso lo dudabas? - Le siguió el juego el albino.

Seguirían así pero, les interrumpió la mesera dejándoles lo que habían pedido y se retiró.

Fargan le dio un trago a su bebida y se llevó a la boca su comida con su tenedor, bajo la atenta mirada de Willy, que hacía lo mismo.

- ¿Te gusta? Sino te gusta podemos pedir otra cosa. - El albino empezó a avergonzarse pero el castaño negó.

- Está bastante bueno a decir verdad. - Le tranquilizó el emplumado, cosa que le hizo sonreír al de boina.

Sin duda sería una maravillosa noche.

Salieron de aquel restaurante, disfrutaron hablando y saboreando su comida

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Salieron de aquel restaurante, disfrutaron hablando y saboreando su comida. La cena la pago Willy sin dejar a Fargan pagar.

- ¿Y ahora que hacemos? - Dijo el castaño sonriendo al otro.

- Tu solo sígueme. - Le cogió la mano y empezó a guiarlo hacia detrás de la casa de Vegetta.

"¿La casa de Vegetta?" - Pensó extrañado el búho, pero pronto se le quitaron las dudas cuando Willy colocó un barco en el agua.

Se montó en el y le extendió la mano al emplumado sonriéndole, acción que Fargan muy gustoso sonrió también aceptando su mano.

Al subir hizo que quedarán muy cerca, se miraron fijamente, pero Willy paro el juego de miradas para sentarse, el de ojos chocolate imitó su acción.

Fargan no tenía vista más bonita, tenía delante a Willy remando llevándolos lejos de la orilla y a un cielo estrellado haciendo un paisaje hermoso.

Willy paro de remar cuando ya no vio la orilla y se tumbó haciendo que su espalda estuviera en el pecho de Fargan.

- Veamos estrellas juntos. - Fue lo único que dijo justo después de mirar al otro con calidez.

Fargan asintió con una mirada de ternura, el albino se le hacía muy tierno.

Y así pasaron la noche, Fargan tumbado detrás de Willy abrazándolo, y la espalda de Willy recostada en el pecho del mayor. Viendo estrellas hasta que empezó a salir el amanecer.

- ¿Estás despierto Willy? - Dijo Fargan mirando al otro con los ojos cerrados.

- Sí. - El otro los abrió encontrándose a un Fargan al revés y le dio un corto beso haciendo que se quedase cara a cara con el otro. - Quiero preguntarte algo. - Dijo con determinación mirando el mar.

- Dime. - Dijo nervioso el castaño, estaba sospechando lo que le diría.

- ¿Quieres ser mi pareja Fargan? - Dijo el albino mirándolo de nuevo con algo de miedo en sus ojos.

- Sí quiero. - Y se besaron, puede que fuese poco, pero para ellos era como si  le hubiera pedido matrimonio.

- Te quiero. - Fargan soltó después de separarse del beso.

- Yo también. - Dijo el albino, y añadió. - Yo también te quiero cariño.

Y se besaron bajo el cielo anaranjado del amanecer.

friends don't look at friends that way - willganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora