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Era un día bastante soleado, las plantas se movían al compás del leve viento que había.

Era el gran día, el día que dos personas completamente enamoradas, se unirían para estar así toda la vida.

Nuestro querido protagonista albino, estaba afuera de la casa del teñido golpeando su puerta como su vida dependiera en ello.

- ¡Rubius como no abras la puta puerta te mato! - Le gritó el albino haciendo que Rubén abriese la puerta rápidamente.

- Te estaba esperando, ¡Corre cámbiate que no tenemos todo el día! - Rubius lo cogió del brazo y lo metió dentro de su casa, le dió todo lo que tenía que ponerse, para dirigirse al baño del propietario.

De mientras Willy se terminaba de cambiar, Rubén se ponía bien su sotana, ya que sería el cura de su boda, y por petición suya se hizo en la iglesia. Aunque de religiosos tenían poco, pero bueno, detalles.

Rubén estaba mirando el móvil, según Vegetta, estaba ya con Fargan en la iglesia, que los acompañaba Luzu y Auron.

Ahora Rubén se cambiaría de puesto con Vegetta, para que el fuera a la iglesia y el azabache controlara los nervios del albino.

"Ven ya, Willy está nervioso y no lo quiero dejar solo, y necesito ir a la iglesia antes de que llegue todo el mundo" - Escribió Rubén para después observar a Willy salir del baño.

Estaba guapísimo, su pelo brillaba, estaba levemente revoltoso pero peinado, con su boina encima. Sus ojos verdes esmeraldas brillaban y conjuntan con su corbata y su boina. Su traje blanco conjuntaba con su piel tan blanca como la leche, y su perfume no era muy fuerte, al contrario era suave y discreto.

- ¿Como me ves? - Preguntó Willy dándole una sonrisa burlona que podría derretir a cualquiera.

- Estás per-fec-to. - Asintió Rubius mirando al otro con una sonrisilla, si que estaba guapo.

El sonido del timbre los interrumpió, Rubén le abrió y era Vegetta, vestido de un traje negro con la corbata morada, el también iba bastante elegante.

- Vegettita. - Llamó Rub para darle un corto beso en los labios. - Me tengo que ir a hacer los preparativos, cuando salgáis cerrar la puerta. - Y Rubén se fue para dirigirse a la iglesia.

- Willy te ves bastante bien, compañero. - Dijo Vegetta examinando al otro.

- Esa es la idea. - Le respondió el albino algo nervioso e inquieto, prácticamente no paraba de mover su pierna en su mismo lugar.

- ¿Estas nervioso? - Pregunto Vegetta intentando tranquilizarlo, estaban todos nerviosos.

- Mucho Vegetta, mucho. - Willy fue sincero con él y se sentaron los dos en el sofá, el azabache suspiró, debería de darle un discurso para que se tranquilizara.

- No tienes porqué estarlo, todo va a salir bien Willy. - Le intento tranquilizar el de corbata morada.

- Lo sé, pero aún así estoy nervioso. - Le dijo Willy sincero. - ¿Sabes qué?, Invite a Staxx, pero dudo mucho que aparezca. - Vegetta le dió una mirada lastimera, también lo echaba de menos.

- Willy no pasa nada si no viene, nos tienes a nosotros. - Willy le miró sonriendo, adoraba a su antiguo compañero.

- Tienes razón, hoy va a ser un gran día. - El albino se tranquilizó y le dedicó una mirada tranquila, Vegetta sonrió, ese era su compañero.

- Ahora vamos a ir allí y te vas a deslumbrar, y a Fargan se le va a caer la baba. - Dijo esto haciendo que los dos rieran.

- Más le vale. - Amenazó levemente el de boina con una sonrisilla.

friends don't look at friends that way - willganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora