"donde willy comienza a sentir cosas por fargan, pero es demasiado orgulloso para decírselo."
♡| historia terminada
♡| puede tener mención a otros shipps
♡| karmaland 4
《@Tears___》
Fargan y Willy se dedicaban a poner minas en todo el pueblo hasta que se pararon a descansar justo al lado de la iglesia.
- Anda como aguantas corriendo. - Dijo burlón el albino, Fargan estaba muy cansado, se habían tirado casi toda la tarde corriendo poniendo minas y ya había anochecido.
- Ca-Callate. - El de ojos oscuros intentaba respirar normal pero pronto apareció una tercera persona. Estaba vestido de oficial y se dirigía hacia ellos.
- Mierda. - Respondieron los dos a la vez y se miraron a los ojos pesando en que hacer.
- Buenas noches caballeros. - El policía se paró en frente de los dos.
- ¿Que le trae por aquí?- Willy trataba de sonar tranquilo pero era muy obvio que no lo estaba.
- Os he visto cometer delitos y requiero vuestros nombres. - Los dos amigos se miraron a los ojos nerviosos.
- Willy ni se te ocurra decirle nada. - Fargan respondió rapidamente, mientras que el oficial apuntaba un nombre.
- Bien hecho Fargan. - El albino hizo un chasquido con su lengua y el oficial apuntó el otro nombre.
Pero pronto se dio cuenta de su error y puso una mueca de enfado. Mientras que Fargan negaba con la cabeza, si esque eran tontos.
- Bueno me tenéis que acompañar. - Se dispuso a ponerle unas esposas a Willy mientras que este forjeceaba con el oficial y sin "querer" le dio un golpe en el rostro, y el oficial dirigió sus manos hacia la zona afectada.
El búho negaba con la cabeza, si antes tenían cargos ahora iban a tener el doble.
- Esque mira que eres tonto Willy.
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Y allí se encontraban los dos en una celda, con caras de cabreados y uno enfrente del otro, le habían comunicado que no podrían salir hasta la mañana, claro está que tendrían que reparar los daños que habían ocasionado las minas.
- Todavía no sé cómo hemos acabado aquí. - Para Fargan todo paso muy rápido, estaban poniendo minas y al segundo estaban arrestados.
- Hemos acabado porque le has dicho nuestros nombres. - El albino le dedicó una mirada sería, no hacía falta ser un mago para adivinar su enfado.
- Perdona pero que yo recuerde tú también le has dicho el mío. - El de ojos oscuros lo acusó señalándolo.
- ¿Y que? Eso no hubiera pasado si te hubieras dejado las minas como siempre en tu casa. - El albino se acercó más a el otro para ponerse cara a cara a discutir.
- No serviria de nada Willy, sabes muy bien que si yo no tengo minas las tienes tú. - El mayor se cruzó de brazos.
- Da igual, ya estamos aquí y no podremos arreglar eso. - El de ojos verdes suspiro rendido y se dedicó a mirar a su acompañante
El búho miro el rostro de su compañero, paso de estar enfadado, a hacer muecas de arrepentimiento, tal vez se culpaba de algo. Aunque ambos sabían que no era del todo culpa suya.
- Oye tampoco es tu culpa, yo también la he cagado, si no hubiéramos descansado no nos hubiera pillado. - El moreno le puso una mano en el hombro al otro.
- Tampoco es tu culpa por estar cansado.
- Mira hagamos una cosa, la culpa no es de nadie ¿Vale? Mañana saldremos y recogeremos todo y se habrá acabado. Y será otra anécdota más que podremos contar, asique no te irrites que tampoco ha sido tan malo poner minas contigo. - El búho le guiño un ojo diciendo lo último con burla provocando un sonrojo en el menor.
- Serás rata. - El albino deseaba decirle que el también estaba muy satisfecho con estar en compañía del moreno, pero eso sería para otro día, ya que no estaba en sus planes decirle lo que pensaba.
- Aún así me quieres. - Respondió el búho. Provocando que le sonriese burlón el de ojos verdes.
No sabes cuánto - Pensó Willy dándose la vuelta disponiéndose a dormir.
