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Fargan y Rubius se miraron cómplices, estos dos le encantaba ir de compras juntos.

- Fargan, que sepas que tengo un traje guardado que te va a quedar fenomenal. - Dijo Rubius entrando a la tienda seguido de Fargan.

- Sorpréndeme. - Le dijo este, haciendo que el otro sonriera burlón.

Se estaban acercando a coger el traje.

- ¿Y tu prometido? ¿Que estaba haciendo antes de que viniera? - Preguntó Rubius con algo de burla, le hacía gracia que ya mismo fuesen un matrimonio hecho y derecho.

- Pues mira, lo he mandado a que vaya repartir las invitaciones. - Le dijo el emplumado en el mismo tono, pero en el fondo, querían mucho a Willy.

- Por lo menos está entretenido. - Le soltó el teñido cogiendo el traje que había escogido para Fargan.

Este al contrario del de Willy, era completamente negro pero su camisa era blanca, sin duda al emplumado le quedaría genial.

- Rubius esto está genial. - Le dijo sorprendido el búho.

- Y para combinar, estos zapatos que te traigo, ya que ayer pasé unos disgustos con Willy que no quisiera repetir hoy. - El teñido le extendió unos mocasines negros y el búho lo cogió gustoso junto al traje.

- Me vas a ver en mi mayor esplendor. - Le dijo este guiñándole un ojo dirigiéndose al probador.

- Eso espero. - Le gritó Rubius para después ir a por una corbata marrón, sin dudas le quedaría bien a Fargan.

- ¿Te gusta? - Preguntó el emplumado saliendo del probador haciendo como que "modelaba".

- Me encanta, sin duda es el tuyo. - Asintió Rubén para después extenderle la corbata. - Pruébatela, estoy 99% seguro de que es la tuya.

Fargan asintió y se la pusó, se admiró en el espejo, realmente se veía bien, ya tenía ganas de ver a su prometido también en traje.

- Estoy guapísimo. - Dijo este dándole una sonrisa sexy al espejo.

- Confirmo. - Dijo Rubius asintiendo con burla. - Bueno cámbiate, vamos a pagar y te compramos un perfume para que Willy se enamore más de tí de lo que ya está.

Fargan le dio una sonrisilla y se fue al probador para cambiarse de nuevo.

El emplumado y el de orejas de oso llevaba media tienda recorrida oliendo los distintos perfumes que había

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El emplumado y el de orejas de oso llevaba media tienda recorrida oliendo los distintos perfumes que había.

- Demasiado fuerte. - Dijo Rub con una mueca. Para después soltar el perfume y coger otro. - Horrible. - Dijo para después soltarlo otra vez en el estante.

- Llevamos media tienda recorrida y no nos convence nada. - Fargan hizo un puchero, solo le faltaba el perfume y ya.

- Tengo la solución. - Rubén le cogió del brazo a su hermano y lo llevo a la dependienta. - Perdone, ¿Algún perfume que se lleven mucho por aquí? - La chica asintió y le señaló uno de un estante que no habían recorrido, el teñido agradeció y arrastró consigo a Fargan.

Olió ese perfume y le gustó bastante, olía a hombre, y sabían que haría que Willy se derritiese.

- ¡Este es el indicado! - Dijo Rub para después rociar a Fargan en la muestra de ese perfume, sin duda olía como los mismísimos dioses.

- Huele demasiado bien. - Nada más que Fargan dió el visto bueno, Rubén lo compró inmediatamente.

- Ahora vamos a que seduzcas a tu prometido aún más. - Le soltó el de orejas de oso con una sonrisa de burla que hizo que Fargan sonriera malévolo.

Se encontraron con Willy, ya que este había terminado de repartir a media Karmaland las invitaciones

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Se encontraron con Willy, ya que este había terminado de repartir a media Karmaland las invitaciones.

- Hola tortuguita. - El emplumado con las bolsas en las manos le dio un beso largo y un ligero abrazo que hizo que el albino notase su perfume.

Se separaron pero Willy olió un poco de nuevo a Fargan y sonrió para después separarse.

- ¿Nuevo perfume? - Sonrió vacilón para mirar a sus dos hermanos.

- Digo, y elección mía. - Se autohalago Rubius sonriendo con orgullo.

- Elegiste bien, huele bastante bien. - Admitió el albino haciendo sonreír a los otros dos.

- Por supuesto, ¿Que esperabas? - Preguntó Rubius con orgullo, miró el cielo y vio que estaba oscureciendo asique hizo una mueca. - Bueno yo me voy ya, que he quedado con Vegetta a cenar y como sabéis "odia la impuntualidad". - Dijo con una mueca de fastidio.

- Adiós y gracias. - Agradeció el emplumado dándole un ligero abrazo y Willy repitió su acción.

- No hay de qué, nos vemos bitches, Fargan espero que seduzcas a Willy cómo te dije. - Y de allí salió Rubén caminando como la diva que era.

Al albino se le colorearon las mejillas haciendo a Fargan sonreír.

- Cariño no te tienes que avergonzar. - Le dijo para después besarlo apasionadamente.

Desde luego que están realmente enamorados, y eso duraría para siempre.

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friends don't look at friends that way - willganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora