—Vale, genial —consigo pronunciar cuando lo he asimilado—. Estaré por... allí.
Intento señalar la localización exacta donde está mi toalla, pero con tanta gente se me hace un poco complicado.
—Perfecto —declara él—. ¿Tu nombre?
—Stella —suelto de manera automática y le dedico una sonrisa breve. Supongo que ahora es cuando la conversación termina y yo me voy.
Me alejo, despacio... hasta que me doy cuenta de que no le pregunté el suyo. Qué tonta. Vuelvo sobre mis pasos, con la esperanza de no quedar como una idiota, y me acerco otra vez.
—¿Y el tuyo?
Dibuja media sonrisa. Le hago gracia, genial.
—Gardner.
Asiento con la cabeza y esta vez sí que me alejo definitivamente. Cuando llego a la toalla, Karlie me mira con expectación.
—¿Y bien?
Me siento sobre la toalla y la miro con incredulidad.
—Pues... creo que va a venir a "bañarse conmigo".
Finge con su propio dedo que se dispara en la sien y cae hacia detrás sobre la arena. Todo muy dramático.
—Maravillosa jugada, Stella Evans.
Evans es por Riley Evans. Ahora ya no estoy tan segura de que ese nombre me represente. Supongo que seguiré pensando en ello como el apellido real del protagonista ficticio de cuyo libro conseguí publicar en físico.
—A mí el de los ojitos azules me encantaba, no te voy a mentir... pero a veces así es la vida. Un día tienes novio, y al día siguiente ya no.
Pongo los ojos en blanco. Me está comparando con mi prima Greta y la conversación acerca de su ruptura con Christian.
—"El de los ojitos azules" no era mi "novio" —aclaro, con tono molesto. ¿Con qué estoy molesta, exactamente? ¿Con ella por recordármelo? ¿Con el hecho de que no fuera mi novio? ¿Con el hecho de que ya no sea nada? ¿Con el hecho de que probablemente Naomi esté en su puto piso con él ahora mismo?
—Me voy a bañar —anuncio repentinamente, porque la rabia ya me está calentando demasiado.
☆☆☆
Cuando estoy tumbada boca abajo en la toalla, ya casi seca desde el último baño, siento que unos pasos se me acercan. Me levanto como un resorte, porque sé que es el socorrista. Quiero decir... Gardner.
—Me encontraste —digo lo primero que se me pasa por la cabeza.
—Eso es porque tienes la piel tan blanca que proyecta luz a toda la playa —se mete mi hermana.
Le hago una mueca y mentalmente le digo algo así como "muy graciosa". Me pongo de pie y camino descalza por la arena a su lado. Ya no va con pantalones rojos ni silbato... Ahora lleva un pantalón corto de playa de color negro. En una muñeca tiene puestas dos pulseras de hilo, una verde y otra marrón, y en un pie lleva otra.
Aparto los ojos de él para que no se dé cuenta de que llevo mucho tiempo mirándole.
—Te encontré porque debes ser la única que lleva un bikini naranja.
Me rio. En los bikinis un color tan poco común para vestir como el naranja queda bien igualmente.
—¿No te gusta el naranja? —le pregunto.
—Bueno... no está mal.
Nuestros pies ya tocan el agua, pero está bastante alejado de mí para venir "juntos".
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Las novelas de Stella
FanfictionHabiendo salido muy pocas veces de su zona de confort, Stella se enfrenta a su primer año en la universidad. Llegan nuevas experiencias, nuevos compañeros y nuevas amistades, y pronto su vida se vuelve más parecida a todas las historias que ella inv...