—¿Quieres venir a investigar su móvil? —me ofrece—. Tenemos que irnos antes de que se dé cuenta de que le falta algo.
Alterno mi mirada entre la parada de autobús, la hora que marca la pantalla de mi móvil y él. Claro que quiero irme con él, adónde sea y a hacer lo que sea.
—Vale —accedo, después de segundos de espera.
—Corre. —Me coge por la muñeca, igual que lo hizo Oliver, pero esta vez sí me gusta. Tira de mí y echamos a correr por la acera en dirección a su piso.
Cuando llegamos al portal, estoy sin aliento. Subimos las escaleras rápidamente, abre la puerta de su piso y entramos. Deja su mochila sobre la barra con prisa y se saca el móvil del bolsillo.
—Tengo que conseguir desbloquearlo lo antes posible. —Se va al sofá y se sienta—. Hay que desactivar la ubicación o cualquier cosa que desde otro dispositivo pueda traerle hasta aquí.
Repito sus pasos: dejar el bolso sobre la barra y acercarme lentamente a él.
—¿Tienes hambre? —me pregunta, y entonces se me enciende la bombilla.
—Mierda —murmuro.
—¿Qué pasa? —Se gira para mirarme.
—Yo tengo una hermana —caigo en la cuenta.
—Ya. —Sonríe—. Eso lo sabía.
—No. —Niego—. Mis padres siguen de vacaciones. Tengo que hacer la comida. No puedo dejarla sola. ¿Y si se le ocurre volver a mi casa?
Su expresión cambia. Parece entender mi preocupación. Resoplo. Debo irme. Por más que quiera, no puedo quedarme con él.
—Tengo que irme a casa. Lo siento. —Vuelvo a coger mi bolso—. Es una pena no poder cotillear contigo.
—Te mantendré informada de todo lo que encuentre. —Me dedica una sonrisa, y entonces salgo de su piso.
Al llegar a casa, me encuentro a Karlie en el sofá viendo una de sus series.
—Estaba pensando en hacerme algo de comer, porque como tardabas tanto...
—Tú no toques nada —le advierto—. No quiero más líos.
Tras preparar la comida, de manera disimulada miro por todas las ventanas, en busca de la silueta de Oliver Felton. Me pregunto qué es lo que quiere. Dijo que yo le había avergonzado, que no había dejado de pensar en "eso". ¿Se refiere a aquel día? ¿Está molesto conmigo porque no quise seguir? Es un perturbado. Eso pasó hace mucho. Cada uno siguió con su vida normal en el instituto después de aquello. ¿Por qué ahora?
Escucho una melodía lejana. Viene de mi habitación. Me están llamando. Imagino por un momento que pueden ser mis padres, pero me equivoco. La llamada entrante es de Louis.
—¿Hola? —hablo al teléfono, ligeramente alarmada.
—He encontrado algunas cosas —informa, y me relajo.
Pensé que llamaba por alguna emergencia o algo así. Me siento en la silla de mi escritorio.
—Cuéntame —le pido.
—Bueno, pues en su móvil predomina el K-pop y las aplicaciones de citas.
—¿Eso es importante? —me burlo.
—De momento parece que no, pero necesitaba mencionarlo —añade, con diversión.
Pongo los ojos en blanco, sonriendo.
—Vale, ahora viene lo menos gracioso. —Su tono se vuelve más serio—. En su correo hay una factura de una compra online en una librería. Compró tu libro hace casi un mes.
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Las novelas de Stella
FanfictionHabiendo salido muy pocas veces de su zona de confort, Stella se enfrenta a su primer año en la universidad. Llegan nuevas experiencias, nuevos compañeros y nuevas amistades, y pronto su vida se vuelve más parecida a todas las historias que ella inv...