5.Okey.

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Blue

Capítulo cinco.

"...Okey..."

_______:

Sentí un portazo muy fuerte que me hizo estremecer hasta la medula. Me levanté asustada y con un bate de béisbol que encontré en el armario de Anie, baje con cuidado las escaleras. No creo que sea un ladrón, mi amiga me había dicho que el barrio era muy seguro y nunca habían entrado a robar. No obstante, siempre había una primera vez para todo.

Ya en el primer piso observé la bolsa de Anie y mi corazón se relajo. Dejé el bate a un lado y busque a mi amiga, la cual no estaba en el living, así que debió estar en la cocina. Y allí estaba, con su cabello rojo largo preparándose un pisco. Anie no bebía, solo cuando estaba nerviosa.

—¿Anie?—pregunte, está se sobresalto—¿Estás bien?

—Lo siento _____, me asustaste-rio de forma nerviosa—Nada, solo estoy cansada.

—¿Segura?

Está ni me miró y saco una olla de la encimera, le echo agua hirviendo la cual no se en que momento puso y abrió unos sobres de sopas.

—¿Anie?—la volví a llamar.

—En serio que no me pasa nada, simplemente estoy un poco nerviosa con Lite, es un hombre bastante complicado—suspiro cerrando los ojos fuertemente—En serio, no es nada—me sonrió de forma dulce—¿Quieres sopa?

—Si, con gusto.

Saque dos fuentes, mientras Anie revolvía la olla y le agregaba dos huevos, sal, pimienta y un poco de comino. Recuerdo que en Corea, con Anie tomábamos mucha sopa, sobre todo de vegetales, aunque eran de sobre Anie siempre supo condimentarlas y de esa forma que no tuvieran un sabor a plástico. Nos sentamos en el living, mientras veíamos una serie; Grey's Anatomy, era la serie favorita de Anie.El timbre sonó y Anie volvió a sobresaltarse.

—Yo voy—dije bostezando.

—¡No!—se paro rápidamente mi amiga mirándome de forma ¿Nerviosa?—Yo voy, tu quédate aquí. Debe ser el vecino.

—Pero si dijiste que no conocías a tu vecino—la mire extrañada por sus palabras.

—Perdon, quise decir... El conserje, ya sabes rutina.

—Anie, el conserje te puede llamar por citofono—la mire recelosa—¿Pasa algo? ¿Hay algo que no me quieras contar?

—¡No!—volvio a gritar—Solo que he estado nerviosa, ______. Porfavor, entiéndeme—se apresuro a la puerta, yo la seguí sin escuchar sus excusas que me quedara dentro. No obstante cuando abrió la puerta, no había nadie.

Anie me miró y yo la mire a ella confundida, hasta que el "timbre" que en realidad era el tono del citofono del conserje, sonó por toda la casa. Lo habíamos confundido con el timbre. Ambas nos reímos y Anie rápidamente fue a contestar.

—¿Si? ¡Claro! ¡Si, es mi invitado!

La mire extrañada sin saber a quién se refería, pero escuchar su voz tan emocionada me hizo no bombardearla con preguntas. Cuando dejó el teléfono en su lugar me miró emocionada y empezó a saltar como loca.

Blues (G-Dragon Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora