Resaca

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Anya se despertó a duras penas por el repetitivo sonido del timbre de su casa sonando. Se levantó poco a poco debido a que estaba algo mareada y caminó hacia a la entrada para ver quién era. Abrió la puerta y se encontró a Gustabo y Horacio con la ropa que siempre llevaban y con una bolsa llena de churros.

-Buenos díaaas ¡traemos el desayuno!.-Dijo Horacio mostrando la bolsa.

-Pero bueno ya era hora de que despertaras, te hemos llamado 5 veces al móvil.-Dijo Gustabo pasando dentro de la casa junto a Horacio ante la mirada somnolienta de Anya.

-Sinceramente no he mirado ni la hora que es chicos.-Contestó la ojiazul sentándose en la mesa del comedor junto sus amigos.

-Son las...12:35.-Dijo Horacio mirando su móvil.

-¿Y Emilio?.-Preguntó la chica.

-Se ha ido a casa a dormir, nos ha dicho que estaba reventado.-Contestó el de la cresta.

-Por cierto, ¿de quién es la chaqueta que llevas encima?.-Preguntó Gustabo mirando a la rubia con cara pervertida.

-¿Chaqueta?.-Preguntó Anya desconcertada, acto seguido miró que encima, a parte de su pijama de mapaches azul llevaba la chaqueta de Volkov.-¡Ostia es verdad!.-Derrepente le vino a la cabeza todo lo que pasó la noche anterior, recordó la llamada, el abrazo y que decidió dormir con la chaqueta porque tenia el aroma del comisario. Ante esto se tapó la cara avergonzada.

-Anya dime la verdad, ¿hasta donde has llegado con el comisario bombón?.-Preguntó Horacio fingiendo secarse una lágrima del ojo.

-Si está en tu habitación escondido dile que salga que hay churros para uno más.-Exclamó Gustabo en dirección a la habitación de la rubia.

-¡No pasó nada! Que yo recuerde solo...-Dijo la chica pensativa.

-¿¿Sólo??.-Preguntaron los dos amigos acercandose a Anya.

-Sólo le abracé y ya esta, no pasó nada más.-Les contestó sonrojada.

-Pff yo pensaba que os habíais liado.-Dijo el de la cresta riéndose.

-Bueno al menos va más adelantada que tú, Horacio.-La contestación de Gustabo hizo que Horacio le tirara un trozo de churro a la cara.

-Bueno ¿y a vosotros cómo os pilló la poli?.-Preguntó Anya cambiando de tema.

-Buena historia, cuentasela Gustabo.-Contestó Horacio.

-Pues resulta que vimos un coche patrulla parado en la acera y para hacer la coña fuímos a multarle y... dentro estaban Conway y Volkov.-Dijo descojonándose el de la chaqueta roja, contagiando la risa a los dos presentes.

-¿Y sabes que es lo mejor Anya?.-Dijo Horacio mirando a Gustabo, la chica movió la cabeza en señal de negativa.

-Que deberíamos estar en el calabozo hasta las 18:00 y nos han soltado antes por pesados.-Contestó Gustabo volviendo a reírse.

Los chicos se quedaron hasta la tarde con Anya en su casa recordando la anécdotas de la noche anterior y viendo una película de miedo de Netflix. De mientras la chica decidió lavar y secar la chaqueta del comisario para devolversela limpia. Sobre las 18:15 decidieron dejar el  apartamento para ir en dirección a comisaría con la finalidad de recoger a Segismundo y Johny, ya que sobre y media saldrían del calabozo. De paso Anya aprovecharía el viaje para devolverle la chaqueta al ruso.

-Joder que mal de espalda tengo, buenas chicos.-Dijo Segismundo saliendo de comisaría seguido de Johny.

-Pero bueno, Gustabo, Horacio...¿y tu quién eres?.-Preguntó Johny a la ojiazul.

-Yo soy Anya, encantada.-Se presentó la rubia y Jonhy hizo lo mismo.-Bueno voy a buscar a Volkov, enseguida vuelvo chicos.-Dijo finalmente entrando a comisaria, ante lo que dijo la chica Segismundo puso los ojos como platos.

-¿¿Porque quiere ver a Volkov??¿¿Qué me he perdido??.-Preguntó sobresaltado Segis.

-En palabras simples, Volkov ayer la recogió de la fiesta, le dejó su chaqueta como buen caballero y se abrazaron.-Soltó Horacio con cierto tono dramático, esas palabras fueron como una bomba para Segismundo ya que se quedó boquiabierto.

-Uy que la pierdes Segis.-Dijo Johny dandole un codazo a su amigo gallego.

-Ni de coña, ¡necesito un buen puto plan pero ya!.-Contestó Segismundo mirando a los presentes.-Decidme que hicisteis ayer, ¡dadme información!.-Rogó el gallego a sus dos amigos.

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Anya aprovechando que estaba en comisaría aprovechó para pasar por el despacho del superintendente, que para su suerte estaba acompañado de Volkov.

-¿Y bien?.-Preguntó Conway apoyándose en su silla.

-Me temo que Emilio no cuenta nada ni borracho.-Contestó Anya con un suspiro.

-Joder.-Musitó el ruso que estaba al lado del superintendente.

-¿Y no has visto nada extraño muñeca?.-Ante la pregunta del mayor, Anya se quedó pensativa por unos segundos hasta que respondió:

-Me he dado cuenta que repite muchas veces que "jura lealtad" o que "protegerá" a Gustabo y Horacio...-La chica hizo un parón y continuó.-Sinceramente mi instinto me dice que ese hombre no traerá nada bueno.-Contestó Anya cruzando los brazos.

-No es necesario utilizar el instinto, es el hermano de un psicópata que tenía enterradas a 30 personas en su jardín.Está claro que buscará venganza por algún lado.-Dijo Conway golpeando la mesa con su puño.

-Encima son tan tontos que se hacen amigo del hermano del que se chivaron.-Contestó el ruso suspirando.

-Llevo poco tiempo con ellos pero a estas alturas puedo decir que "es típico de ellos".-Contestó la chica soltando una risilla.

-Bien pues, puedes retirarte, si ocurre algo ya sabes, envíame QRR más tu ubicación por mensaje y acudirá toda la malla.-Dijo firmemente el superintendente.

-Lo se, no se preocupe superintendente.-Dijo Anya sonriendole, se levantó de la silla pero antes de salir se dirigió al ruso.-¿Podrías salir un momento?.-Conway al escuchar eso miró a Volkov y con una seña le dió vía libre para salir de la habitación. Una vez fuera la chica le entregó la chaqueta en una bolsa.

- Siento repetirme pero muchas gracias por todo lo que hiciste ayer, enserio.-Dijo la ojiazul sonriendo, en realidad se estaba muriendo por dentro temiendo que el ruso le sacara el tema de la llamada y el abrazo.

-Solo hice lo que debía hacer no te preocupes Anya.-Contestó el comisario, el también estaba nervioso, sin embargo echó valor y decidió preguntar.-Por cierto, la llamada aquella...¿a que vino?.-Preguntó fingiendo inocencia, al oír la pregunta Anya se quedó en silencio y empezó a mirar a todos lados.

-Es que...Horacio quiere ligar contigo y queríamos saber si eras gay por eso.-Contestó la chica con risa nerviosa.

-Pues puede olvidarse, no me interesan los hombres.-Dijo Volkov acompañado de un suspiro, se dió cuenta que la chica al oír esa respuesta medio sonrió, algo que lo dejó muy intrigado.

-Bueno pues, me voy que me estarán esperando a fuera para llevarme a casa.-Dijo Anya sonriendole y girándose pero Volkov la agarró de la muñeca y la atrajo hacia el abrazándola. A estas alturas Anya creyó se le iba a salir el corazón por la boca, aunque le ocurría lo mismo al comisario.

-Anya ten mucho cuidado con ese Emilio, si ves que tu vida fuera a correr peligro abandona este trabajo.-Le susurró el comisario, ante esas palabras Anya volvió a recordar ciertos incidentes de su pasado.

-No te preocupes, no es la primera vez que veo la muerte delante de mí.-Contestó finalmente la chica apoyando su cabeza en el pecho del ruso.









Mi señor comisario VolkovDonde viven las historias. Descúbrelo ahora