Secuestro

2.5K 221 59
                                    

Anya entró a la cafetería y divisó a Horacio sentado en una de las mesas con un café, le saludó de lejos y señaló el mostrador significando que iba a pedir. Cuando ya tenía su bandeja se dirigió hacia la mesa de Horacio.

-Buenos días Horacio.-Dijo la rubia sentándose en la silla y dejando su bandeja en la mesa.

-Bueno bueno, creo que no soy el único que tiene cosas que contar.-Contestó Horacio sonriendo perversamente y señalando el cuello de Anya. 

-Mierda, se me ha olvidado ponerme maquillaje.-Se quejó la chica tapándose el cuello con su mano.

-Veo que te has reconciliado con el comisario bombón.-Comentó su amigo bebiendo de su café.

-No puedo negar lo innegable, supongo.-Dijo Anya dando un bocado a su croissant.-Y tú, ¿Qué tenías que contarme?-

-¡He conocido a alguien guapísimo!.-Exclamó Horacio contento.

-Quiero detalles, ¿Cómo es?.-Preguntó la ojiazul centrándose en la conversación.

-Es doctor y tiene unos tatuajes que le hacen super misteriosamente atractivo.-Contestó Horacio emocionado.

-Wow, apuntas alto, primero un comisario y ahora un doctor.-Dijo Anya riendo.

-No es mi culpa que siempre me encuentre con hombres guapos.-Contestó su amigo riendo de igual forma.- 

-Entonces, ¿Qué harás?.-Preguntó la rubia moviendo el café con su cucharilla.

-Uff pues creo que me empezará a doler el estómago esta tarde y puede que mañana tenga una bajada de tensión.-Dijo Horacio guiñándole el ojo a su amiga.

-Vaaaaya que lástima, entonces tendrás que acudir al hospital.-Contestó Anya chocando la mano de su amigo.

Estaban pasando el rato con bromas y risas cuando derrepente vieron desde el cristal una furgoneta parar delante de la cafetería, de ella bajaron dos hombres enmascarados y armados. Entraron dentro de la cafetería y todo sucedió muy rápido, mientras uno de ellos amenazaba a la gente apuntándoles con su metralleta el otro se limitó a apuntar directamente a Horacio y a Anya.

-¡Vosotros dos, nada de movimientos raros, a la puta furgoneta!.-Les gritó, no les dió tiempo a analizar la situación y viendo que no podían enfrentarse a ellos, decidieron seguir las órdenes de aquellos dos enmascarados. Dentro de la furgoneta les ataron, les vendaron los ojos, y se pusieron en marcha a quien sabe donde.

La noticia corrió la voz por twitter y la policía no tardó nada en aparecer en la cafetería para recoger datos de los sucesos. El superintendente estaba acompañado de Gustabo y Volkov, estaban atendiendo a las personas y recogiendo datos tanto de los secuestradores como de las víctimas hasta que el móvil del superintendente vibró en señal de haber recibido un mensaje:

"Soy Segismundo, tienen a Horacio y Anya"

-¡Me cago en la puta!-Gritó Conway dando un puñetazo a la pared, esto hizo que los agentes se sobresaltaran.

-Abuelo tranquilícese que le dará otro infarto.-Dijo Gustabo acercándose al superintendente.

-Los secuestrados son Horacio y Anya.-Dejó caer mientras salía de la cafetería y empezaba a dar órdenes por radio.

-¿QUÉ?.-Gritaron tanto García como Volkov al escucharlo, ambos se miraron y salieron detrás del mayor.

-Conway no puede ser.-Dijo el comisario empezando a perder los nervios, Gustabo estaba llamando a sus dos amigos por móvil.

Mi señor comisario VolkovDonde viven las historias. Descúbrelo ahora