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-¿Qué? ¿Tú dejar el CNP?.-Anya paró nuevamente, eso si que la había sorprendido.

-Lo que has escuchado.-Volkov se acercó a ella calmadamente.

-Pero si tu vida básicamente es el CNP.-

-Tú también formas parte de mi vida, y más de lo que crees.- Volkov paró a escasos centímentros de ella.

La noruega se puso nerviosa al escucharlo, por lo que intentó dar unos pasos hacia atrás, sin éxito porque Volkov la paró agarrandola de la cintura.

-Mira... yo no se que tiene que ver el CNP conmigo, ¿Sabes?.- La chica giró su cara, se negaba mentalmente a entender al comisario.

-El mismo día que me declaré, aquel día que me emborraché y acabé durmiendo en tú casa, te acabaron secuestrando junto con Horacio, solo por mi influencia ¿Lo recuerdas?.-Mientras el peliplata hablaba, pasó con delicadeza su dedo pulgar por la cicatriz de debajo del ojo que le quedó a Anya después de ese primer incidente.

"Pérdoname por ser tan gilipollas Anya, tengo miedo de que esa mafia te haga daño, como a Ivanov..." Resonó la voz del comisario en su cabeza como las anteriores veces.

-Sinceramente...yo...no lo se.-

-Y luego un tiempo después Paola te vende a la mafia para vengarse de mí y acabas acuchillada y con amnesia.-

-De eso tengo vagos recuerdos...pero no sabía que era por tí.-Anya desvió su mirada, avergonzada.

-Pues yo sí que lo recuerdo todo y estoy harto de ponerte en peligro.-La rubia bajó su mirada al suelo en silencio, confundida.

Al no haber respuesta de Anya, el ruso continuó:

-Tuve una seria conversación con Conway y estuve meditandolo todo este tiempo y... te necesito a mi lado.-Volkov posó su mano en el mentón de ella y la hizo mirar a sus ojos.-De verdad que siento todo lo que te he hecho, lo digo enserio.-

"¿Por qué tiene que ser tan lindo este puto ruso?" pensó la noruega.

Sentía mil emociones en su pecho.

Su corazón latía con mucha rápidez.

Seguía cabreada, era algo que no podía negar, pero tampoco podía evitar que se le derritiera el corazón al escucharle decir todas aquellas palabras de esa forma tan sincera.

Y eso le irritaba mucho.

Quería darle un puñetazo por confundirla tanto.

Y eso es lo que hizo.

Anya apartó la mano del peliplata que aún seguía en su mentón. La apartó con una total delicadeza que Volkov mostró una sonrisa ladina al sentirse victorioso, que pronto sustituyó por una mueca de dolor y un quejido.

La rubia le asestó un puñetazo en el estomago del ruso, este se echó hacia atrás adolorido y sobando el lugar donde habia sido golpeado.

-J-jod-der.- Se quejó el peliplata, medio agachado aún.

Escuchó la melódica risa de Anya, resonar en la calle.

Iba a ponerse firme y pedirle explicaciones a la muchacha hasta que notó como le agarraban del cuello de su camisa, estirandole hacia delante, para luego sentir unos labios chocar contra los suyos con intensidad.

Abrió los ojos sorprendido y vio como Anya era la dueña de esos suaves labios.

Volkov sonrió en mitad del beso y volvió a cerrar sus ojos, disfrutando de aquel beso. El comisario se levantó un poco y cogió de la cintura a la noruega, atrayendola a él mientras que la rubia situó sus manos en la nuca del peliplata.

En la mente de ella vino una imagen, un recuerdo. Ella algo ebria junto a Volkov en lo que parecía ser la casa de él. Sus besos y caricias mientras iban hacia la habitación del mayor, y también sus palabras:

"No quiero que pienses que solo busco sexo, busco mucho más, quiero estar contigo." 

Ahora la que sonreía como una tonta enamorada era ella.

La chica con timidez intentó profundizar el beso, intentó entrar su lengua en la boca de él pero el peligrís se separó de ella lentamente.

-Mejor p-paremos.-Dijo Volkov algo sonrojado y sonriendole a Anya tiernamente.

-Yo también quiero estar contigo Viktor.-Contestó ella haciendo alusión al recuerdo "desbloqueado". 

El comisario le sonrió de vuelta y la rodeó con sus brazos, hundiendose en un tierno abrazo.

Ella reposaba su cabeza en el pecho de este mientras él acariciaba la espalda de Anya.

El comisario alzó la mirada al cielo feliz, se sentía completo junto a ella, creyó en verdad en las palabras de Conway, de verdad pensaba formar una familia y ser feliz alejado de toda la mierda que había en Los Santos.

De pronto su mirada se posó en uno de los edificios que tenía en frente, había una silueta extraña agachada, observándolos.

Vió algo brillante.

Su mente hizo "click".

Era un francotirador.

-No...-Susurró él apretando con fuerza el cuerpo de la chica.

Se escuchó el sonido del disparo en la calle.

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Hola hola holaaaaaa <3

Vengo a avisaros de que este es el penultimo capítulo de la historia :3

¡Y una duda que me gustaría consultar con vosotrxs!

Tengo en mente escribir el final real de la historia y uno alternativo, por lo que me gustaría que me dijerais cual quereis primero.

-Final real.

-Final alternativo.

El próximo lo tendreis en unos días :3

Recordad comentar y votar la historia, me encanta leeros <3

¡Muchas gracias por vuestra atención!






Mi señor comisario VolkovDonde viven las historias. Descúbrelo ahora