Juego(+18)

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Volkov y Anya continuaron besándose hasta llegar a la habitación. El comisario empujó a la chica a la cama, él se fue desbotonando la camisa poco a poco ante la atenta mirada de Anya.

-Сегодня вечером мы будем играть.- "Esta noche vamos a jugar" dijo el ruso con mirada lasciva mientras se quitaba la camisa y se acercaba a uno de sus armarios. La ojiazul no entendió lo que dijo pero le restó importancia, estaba más pendiente de grabar la imagen de Volkov sin camisa en su mente. 

Del armario sacó un pañuelo, ella entendió lo que iba a hacer y cerró los ojos. Él se sentó detrás de ella y mientras le vendaba los ojos empezó a besarle desde detrás de la oreja hasta el cuello dejandole algunas marcas. Ella se estremecía y decidió girarse para hacer lo mismo pero no la dejó:

-Soy tu superior, así que esta noche vas a hacer lo que yo te diga.-Le susurró en el oído mientras bajaba el vestido de ella hasta el abdomen.

-Entonces si que te gusta ser dominan...-Anya no pudo acabar la frase ya que soltó un jadeo al notar como Volkov masajeaba sus pechos por dentro de su sujetador. El comisario soltó una risita al ver lo que había provocado en ella, le retiró el sujetador y se levantó de la cama.

Anya al notar que se había vuelto a levantar se tapó el pecho con las manos, escuchó como sacó algo metálico y se volvía a acercar a ella.

-No seas mala y dame tus manos.-La ojiazul tímidamente separó sus manos del pecho y estiró los brazos delante de ella, Volkov le puso unas esposas de terciopelo en las muñecas.

Una vez comprobó que estaban bien sujetas, levantó a la chica estirando de estas y le bajó el vestido, quedando solo con las braguitas. Ella no podía negar que se sentía algo sumisa ante él, algo que le avergonzaba pero le gustaba, no se imaginaba a aquel hombre de esa forma en la cama.

Volkov volvió a unir sus labios con ella y empezó a pasar sus manos por todo su cuerpo finalizando en la cadera, acercándola mucho más a él. Ella gimió al notar la erección de él en su feminidad, intentó bajar sus manos para tocarle pero no la dejó, la volvió a empujar a la cama.

Escuchó como él se quitaba el cinturón y se retiraba los pantalones. Se sentó en la cama junto a ella.

-Ven aquí.-Él la guió y la situó encima de él, de forma vertical quedando ella de cara a la pared.-No he olvidado que me llamaste "puto ruso", mereces un castigo.-Susurró el peligrís manoseando su trasero, al segundo le dió un ligero azote con la mano y ella soltó un jadeo.

Volkov la observó sonriendo perversamente y continuó con aquello hasta que deslizó su mano hasta la feminidad de ella, acariciandola por encima de la ropa interior. Ella se estremecía con sus caricias y soltó un gemido cuando notó que uno de sus dedos entraba dentro de ella y empezaba a moverlo.

Cuando notó que estaba más dilatada entró un segundo dedo, los gemidos de Anya iban al compás de los movimientos que el comisario le proporcionaba. Al mayor le encantaba verla tan excitada, mejor dicho, que lo que le hacía le excitara tanto. 

Volkov sacó los dedos y le retiró completamente la ropa interior, la guió posicionandola bien en la cama.La observó de arriba a abajo, y vió que estava ligeramente sonrojada y muy agitada, empezó a besarla en los labios y al separarse le susurró en el oido:

-No sabes cuanto me pones.-Ella gimió al escucharlo y sintió como el peligrís se centraba en su cuello e iba bajando con sus besos hasta llegar a su intimidad. Puso ambas manos en las piernas de la rubia y empezó a lamer suvamente dentro de ella, pasando su lengua arriba y abajo lentamente y centrándose en el clítoris.

Cuando notó que las piernas de la ojiazul temblaban un poco agilizó sus movimientos consiguiendo que ella llegara al orgasmo. Subió de nuevo para besarla y le quitó la venda.

-Ahora te toca a tí.-Dijo el comisario sonriendole y quitandole las esposas, ella mordió su labio inferior y tumbó al peligrís.

Ella repitió la misma acción que él, empezó a besarle por el cuello dejandole marcas como él había hecho con ella y continuó el rastro de besos hasta su erección. Primero empezó a lamer lentamente para molestarlo un poco, pero cuando notó que el posaba una de sus manos en el pelo de ella decidió meter el miembro en su boca.

Mientras chupaba de arriba a abajo la masculinidad utilizaba una mano para masturbarlo. A veces echaba un ojo para ver la cara de placer que mostraba Volkov. Cuando este notó que se estaba por venir la apartó, abrió el cajón de la mesita de noche y sacó un condón.

Se lo puso en su miembro y Anya subió encima de él. Soltó un gemido al entrar dentro de él y empezó a moverse arriba y abajo. Volkov acariciaba los pechos de ella para proporcionarle aún más placer. 

Ambos jadeaban y gemían; y cuando el comisario notaba que estaba apunto de llegar, la tumbó para situarse encima de ella y comenzar a dar embestidas más rápidas y profundas, consiguiendo llegar al orgasmo junto a ella.

Antes de separarse se besaron, Volkov cayó a su lado, ambos estaban agotados y acalorados.

-Jo...der.-Soltó con dificultad Anya mientras miraba de reojo a Volkov quitandose el condón, atandolo y tirandolo al suelo.

Él se tumbó en la cama y la ojiazul se tumbó en su pecho, notando que al igual que ella, tenía la respiración agitada. Volkov besó la frente de Anya dulcemente y una vez más relajados le susurró:

-Ahora eres mía.-






Mi señor comisario VolkovDonde viven las historias. Descúbrelo ahora