Capítulo 37

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JUNHUI

Finalmente llegué al hotel, me dolían los pies de tanto caminar. Minghao lo único que había logrado era hacerme enojar aún más.

"¿Por qué? ¿Por qué siempre hay alguien o algo entre nosotros?" había dicho Minghao. ¿Acaso no se daba cuenta de que éramos sólo él y yo? ¡Nosotros!.

Arrojé con fuerza mi mochila. Traté de tranquilizarme, de nada servía enfadarme ahora. Tal vez habíamos tomado caminos diferentes y debía entenderlo. Tal vez aún no lograbamos confiar el uno en el otro, y si ninguno de nosotros trataba de madurar y confiar mutuamente, no estábamos llendo a ninguna parte con esta relación.

Tomé un cambio de ropa, pantalones holgados y una polera, para después entrar al baño dispuesto a tomar una larga ducha. Después de secar mi cabello, me acosté y en segundos quedé profundamente dormido.

. . .

Por la mañana bajé al restaurante del hotel, tenía que comer o acabaría perjudicandome a mi mismo. Ayer había olvidado cenar por estar perdido en mis pensamientos y en cuanto quise hacerlo, el restaurante ya había terminado su hora de atención. No estaba tratando de dañarme a mi mismo por una situación como esta, además lo que menos quería era que mi madre se enterara de mi problema con Minghao, ya que me lanzaría un 'Te lo dije' en la cara.

Luego de ordenar algo que considere apropiado y bastante nutritivo, me senté en una de las mesas. Tardaron cinco minutos solamente, comí en quince y en otros cinco ya estaba en un taxi directo al campus.

. . .

¡Mierda! Extrañaba mucho a Minghao. Me había acostumbrado demasiado él, a caminar con nuestras manos entrelazadas, a sus frases lindas y a todo lo que habíamos hecho y aprendido juntos.

Di la vuelta al pasillo para ir hacia mi casillero y simplemente no creía lo que veía. ¿Espejismos? ¿mi imaginación? ¿estaba soñando? Seguí caminando pero me detuve unos cuantos metros antes. Minghao volteó, me vio y se puso de pie, dejándome ver mejor el overol de mezclilla que le había regalado.

Todos los que pasaban volteaban, no sé si por el overol y suéter rosado pastel que vestía o por el enorme gato de peluche que sostenía entre sus brazos y las flores que tenía a un lado. Por mi parte una sonrisa quería escaparse, pero no, no debía ser tan sencillo.

—Hola— dijo despeinando su cabello. Sólo levanté un poco mi cabeza como saludando y me acerqué unos cuantos pasos más. —Creo que esto habla por mí— miró su ropa y luego las cosas a un lado. — JunHui, no te quiero perder y menos por un mal entendido. Lo que sucedió en la fiesta fue una confusión, ambos actuamos impulsivamente y dijimos cosas que no queríamos decir, y se que ambos lo sabemos. Después de todo, me di cuenta de que tienes razón, debo dejar de desconfiar de ti, porque creo en tu amor y en nosotros. — tomó las flores y las extendió hacia mí. — ¿Empezamos de nuevo?.

—Hola, soy Wen JunHui—reí y tomé las flores — ¿Y tú?

—Te amo, Wen JunHui— me tomó entre sus brazos y sólo me dejé envolver.

—Yo más, Xù Minghao.

—Irradias ternura hoy, Minghao. — Me soltó para voltear.

—Una palabra más, Soonyoung...— amenazó y Hoshi carcajeó.—Ya, ve a decirle a Jihoon que eres un tigre o algo. — Hoshi le sacó la lengua a Minghao y luego siguió caminando con Jihoon por el pasillo.

—Serán buenos amigos— dije confiado.

—No si lo golpeo antes... — Levanté una de mis cejas y rió —Es broma. — tomó mi barbilla para acercarme a sus labios.
—Sabes... no creo que a él lo dejen entrar a clases— volteó a ver el enorme peluche.

—No creo que pase nada si faltamos hoy...— pasé mis brazos por su cuello y finalmente junté nuestros labios en un beso.

—Oh, casi lo olvidaba...— dijo Minghao, soltando mi cintura y sacando un papel de su bolsillo. Comenzó a desdoblarlo y una vez que estuvo estirado, extendió su mano hasta mi con una sonrisa.

—¿Qué es esto, Hao?— dije entre risas mientras miraba el dibujo.

En realidad era realmente lindo. Habían dos personas en el centro, una tenía un abrigo y boina, la otra un overol. A los extremos de cada uno, había una niña pequeña y un niño sosteniendo las manos de cada uno y en una esquina, la mitad de un sol que estaba sonriendo.

Minghao me miró y sonrió, antes de tomar la hoja y darle la vuelta.

Mi boca se abrió debido al asombro. Era otro dibujo, pero este parecía estar hecho con alguna clase de lápiz especial, ya que los trazos estaban definidos y había una linda sombra que hacia que todo se viera realista. Mis mejillas se sonrojaron al darme cuenta de que era yo. Minghao había dibujado cada uno de los lunares que había en mi rostro, cada marca y pequeño detalle estaba ahí, todo estaba hecho con cuidado y dedicación.

—Minjoo me sugirió dibujar esto para ti. Dijo que no había nada que un dibujo no pudiera solucionar.— finalmente se acercó a mi con una sonrisa y rodeó mi cintura, mientras yo pasaba mis brazos alrededor de su cuello y lo atraía hacia mi, sintiendome en casa otra vez, en el abrazo más cálido que alguna vez había recibido.

Fin ♡

Me, Myself and I [Junhao]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora