Give me back my body!! [Bang Chan]☆

D I E Z

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Cada día, a la misma hora, la niña se sentaba en los peldaños del porche de la casa en la espera de que su padre volviera de su trabajo.

Entre sus manos tenia su linda muñeca, que le habia dado en navidad como regalo cuando su madre se la rebato de sus manitas. La niña solo miraba a la progenitora con dos lágrimas corriendo por las mejillas.

— ¿Por qué te gustan estas cosas? —Preguntó con asco mientras sostenía la muñeca.

— Mamá, devuelvela —Musitó la niña.

La mujer lanzo la muñeca al suelo y la piso repetidas veces, haciendo con las niña llorará con fuerza. La progenitora al ver que la niña lloraba, la tomo de los brazos y la sacudió con gran fuerza, pero las manos fuertes y firmes apartó a la mujer.

— ¿Qué hacés? —Preguntó el padre de la niña. —. Estas loca, deja a Sky.

Al soltar a la niña, ella corrió hacia su padre, y se escondió atrás del hombre.

El australiano se despertó alterado, con su respiración agitada. Se sentó en el borde de la cama mientras trataba que su respiración se calmase, pero no podía, ya que al cerrar sus ojos las imágenes se instalaban, y se reproducían como un video sin querer parar.

Su mano fue a la mesita de noche para poder tomar el celular, pero al tenerlo en entre sus dedos, la pantalla se encendió dejándose ver la llamada entrante. Deslizó su dedo por la pantalla para contestar.

— Aló.

— Dime que no te despertarte por una pesadilla —Dijo torpemente Sky.

— Sí —Masculló Chan. —. Ya es la tercera vez en esta semana, que tengo la misma pesadilla.

— Lamento, que mis recuerdos te azoten de cada rato —Musitó Sky apenada.

— Hablemos esto mañana —Soltó un bostezo Chan. —. Debemos hablar, y sabes a que me refiero.

— Lo sé.

— Descansa —Colgó.

Se colocó sus pantuflas, y arrastrando los pies caminó hacia la puerta de la habitación para abandonarla. Bajo lentamente las escaleras, para ir a la cocina.

Encendió las lámparas de aquel lugar, y siguió arrastrando sus pies hasta llegar al refrigerador para sacar una manzana y darle un mordisco.

Su vista fue directamente a la mascota de la venezolana, que permanecía durmiendo su cama. El Golden Retriver, era lo más importante de la chica, y a pesar que ya llevaba dos semanas en el cuerpo de la chica, se había encariñado mucho con el animal.

Al principio, Baggi le labraba sin motivo al estar él cerca, pero a los días eso fue disminuyendo y poco a poco se fue acercando al chico sin problemas.