Give me back my body!! [Bang Chan]☆

V E I N T I U N O

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La venezolana entro a la gran escuela, esperando que este día no fuese como los demás. Ya estaba cansada de ser perseguida por el australiano, y también, que las burlas cayeron como lluvia sobre ella.

Aunque lo segundo ya no le afectase, era cansado, tener que estar bajo la mirada de todos aquellos que piensan que era un monstruo desquiciado, que con solo acercarte te podía matar o herir, aunque en realidad lo único que podía hacer Sky, era usar su sarcasmo para herir los sentimientos de las personas, nada más que eso.

Llegó frente a su casillero, y introduciendo la combinación de este, lo abrió, para sacar los libros que debía entregar en la biblioteca hoy mismo, pero si no fuese por aquella mano que cerró sin tanta fuerza el casillero, ella hubiera cumplido el objetivo de sacarlos.

Muy cansada, incluso sabiendo que era Chan, se dio vuelta sobre sus talones, sintiendo en ese momento la mirada tan penetrante del chico rubio, que solo la miraba con el ceño fruncido, mas no transmitía enojo sino tristeza.

Ella sabía muy bien qué era lo que iba a salir por la boca del australiano, y cada pregunta exigente de su parte también se harían presente.

¿Acaso no se cansaba de esto? Lastimosamente, Chan se había impuesto como objetivo hacer que Sky le hablase, aunque fuese un grito de enojo, él iba intentar todo sin importar las consecuencias de aquello. Él la quería cerca, como su amiga.

Aquella amiga, que siempre quiso tener pero no sabia como, y ahora que conseguía una, no iba perderla, aunque la tildaran de loca.

— ¿Con que vas a comenzar hoy? —Preguntó Sky dejando salir un suspiro cansino de su labios. Estaba harta de esta situación, harta de Bang Chan.

— No comenzaré discutiendo eso lo tengo claro —Dijo Chan con suma seriedad. Él también estaba algo cansado pero no lo suficiente para rendirse. —. Quiero ser tu amigo, quiero que hablemos, y que me dejes de evitar por un momento.

Ella rodó los ojos, dejando a un lado las palabras de Chan para irse, caminando sin ganas de hablarle, o siquiera gritar que estaba harta de la situación que llevaba días así.

Sabía que Chan la seguía, y que de ninguna manera iba dejarla hasta que ella gritara, por lo tanto fue caminando hacia la cancha de fútbol.

Atravesó la puerta que daba hacia el exterior, dejando a la vista la cancha de fútbol, y a unos cuantos metros, la pista de atletismo. Hundió sus manos en los bolsillos de su bléiser, caminando tan relajada y con mucha tranquilidad.

Cuando estuvo a la mitad de las gradas se dio la vuelta para encarar a Chan, que solo mantenía su mirada fija en ella.

— No quiero hablarte, no quiero ser tu amiga, y mucho menos tenerte cerca, Bang Chan —Habló sin sonar grosera o algo alterada, solo había usado aquel tono de voz que usaba Haru cuando se negaba a darle algo su hermano, ese tono de voz que demuestra dulzura pero que es filoso de muchas maneras. — Entiende que no quiero, ni hoy, ni mañana, ni nunca. Caminos separados es mejor que estar detrás de mí como un perro faldero, cuando tienes a SungDae detrás de ti.

Estos últimos días la coreana solo se había encargado de hacer su vida de cuadritos; la empujaba si la veía en pasillo, si estaba en la cafetería comiendo con Chaeryeong, llegaba para lanzarle encima su comida o su bebida, si estaba en la biblioteca llegaba y le lanzaba los libros al suelo, si estaba en la cancha practicando, venía a burlarse ¡Carajo! Estaba muy cansada de eso.